Antonio Banderas se queda (definitivamente) en Málaga, entre su ático de invierno y la villa marbellí
El actor ha decidido fijar su residencia en su tierra natal y vivirá a medio camino entre el casco antiguo de la capital y su residencia de verano
“Vengo a Málaga a recuperarme a mí mismo porque siempre he dicho que un hombre sin raíces no es nada y yo no quiero perder las mías”. Esta es la premonitoria frase de Antonio Banderas en una entrevista que concedió a Vanitatis que ya hacía presagiar la intención del malagueño de volver definitivamente en su tierra natal y que hoy toma forma con el anuncio que hace al diario ‘El País’ que confirma que el actor español más internacional, con permiso de Bardem, ha decidido instalarse definitivamente en la ciudad del Cenachero.
Aunque era un secreto a voces y Banderas ha manifestado esta intención en múltiples ocasiones, hoy su deseo es ya una realidad. Según ha podido constatar Vanitatis, el intérprete vivirá entre su ático en la plaza del Zegri y su casaplón marbelli: La Gaviota.
El primero es un impresionante ático situado junto a la Alcazaba, una vivienda de dos pisos con unos 500 metros cuadrados de superficie que ha logrado revalorizar la zona. El intérprete de ‘El Zorro’ se ha montando todo un palacete, de diseño sencillo y sólido, en un edificio impregnado de historia en la zona noble de Málaga, un lugar donde ahora se refugia con su amor Nicole Kimpel. El ‘chico Almodóvar’ compaginará esta estancia con la de su residencia marbellí, la villa al borde del mar mediterráneo donde pasó el confinamiento de la pandemia.
De Sebastián Soubiron a la Alcazabilla
José Antonio Domínguez nunca imaginó el salto que daría su vida cuando se convirtió en Antonio Banderas. El actor vivía de pequeño en Málaga, en un cuarto piso de un viejo edificio de la calle Sebastián Soubiron. Esta zona del centro de la ciudad siempre le trajo buenos recuerdos, de hecho, ha sido uno de los motivos para elegir instalarse en el citado ático.
La diferencia entre entonces y ahora es que el piso en el que nació tenía 65 metros de terraza, un cubículo donde a Antonio le gustaba jugar con su hermano “chico y sacar los colchones para dormir en verano cuando ‘el terral’ apretaba en Málaga”. El ático actual tiene 500m2 de superficie y es todo un homenaje a la idiosincrasia malagueña.
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Desde su terraza se divisa al completo la ciudad del Cenachero: la Alcazaba, el Gibralfaro, el Teatro Romano, el Museo Picasso, la Catedral, la torre de San Juan, la calle Alcazabilla… Allí caben ahora innumerables colchones. Las señas de identidad de su hogar ambién son explícitas: el cubo del Pompidou que se vislumbra desde la calle está representado en su terraza por los colores del museo parisino. Como curiosidad, el actor ha instalado un búho de cerámica en el ático que mueve la cabeza automáticamente, para ahuyentar a las gaviotas que vienen del puerto y se posan en su superficie.
La decoración de su palacete fue elegida personalmente por el actor. Amuebló el ático con piezas modernas y vistió sus recodos con costosas colecciones de arte, esculturas de Chema Lumbreras y con personajes que el actor representó en sus películas así como personalidades de la historia de Málaga, como Sebastián Viberti, el jugador de fútbol de su equipo malagueño que tanto admira.
En la decoración de su vivienda tampoco falta la paloma de Picasso, seña de identidad de su pintor bandera. La distribución del palacete ha sido hecha para el disfrute en sus instalaciones: desde el estudio de grabación para las necesidades del actor hasta una cocina multifunciones para satisfacer sus aficiones culinarias.
Soho y Lilliana, su primer beso
Antonio Banderas gestiona a través de la firma mercantil Glassmore Investment S.L su patrimonio inmobiliario en España. Domiciliada en la casa La Gaviota de Marbella y que administra su hermano Francisco Javier Domínguez, conocido familiarmente como ‘Chico’. La sociedad sigue atesorando las grandes propiedades del actor en Málaga. En estos días, el intérprete ultima los preparativos para la entrega de los premios Goya en la ciudad cuya próxima edición tendrá lugar en su teatro Soho, uno de los motivos que le han condicionado a quedarse a vivir en su tierra natal. El teatro de sus sueños, como él mismo lo denomina.
Los buenos recuerdos de este teatro no se le olvidan. Muy cerca de allí besó a Lilliana, el primer amor malagueño viendo una película de romanos. La malagueña estaba un curso por debajo de Antonio en el colegio Sagrado Corazón y se veían en el autobús. Fue un noviazgo inconcluso sin papel couché por medio. Luego vendrían grandes amores, que sí se vieron reflejados en las páginas rosas y que ahora culmina con su relación con Nicole Kimpel. Banderas no descarta abrir más teatros en Málaga: de hecho, según ha sabido este medio, ya busca localización para un segundo.
Y es que el confinamiento le dio mucho tiempo para pensar. Tomó muchas otras decisiones, entre ellas la de iniciar en Málaga su andadura con María Casado tras su salida de TVE. Creó una productora de televisión con el objetivo de que su ciudad se convierta en un referente cultural internacional con sede en su teatro. ‘Escena en blanco y negro’, el programa musical que se estrenó en Amazon Prime en el que Casado entrevista a distintos artistas y el actor se cuela entre David Bisbal, Pablo Alborán, Rozalén, Pablo López o Vanesa Martín.
Su casoplón marbellí
La Gaviota es una de las casas más queridas de Antonio. En esta villa, el matrimonio Banderas-Griffith vio crecer a su hija Stela del Carmen que nació en el Hospital Costa del Sol de Marbella a escasos metros de esta zona residencial de los Monteros. A la primogénita del actor le encanta esta casa de la costa andaluza donde se alojó con su pareja hace dos veranos. La casa siempre ha estado envuelta en polémicas. El actor compró el chalé en 1997 a la heredera de la fallecida periodista radiofónica Encarna Sánchez.
La locutora, a través de su programa en la cadena COPE, brindó su apoyo explícito a Jesús Gil en las elecciones de 1991 y 1995. Como agradecimiento, el entonces edil le facilitó los terrenos para que edificara La Gaviota. En 1996, Antonio Roca, exgerente de urbanismo, ofreció a Banderas dicha casa, que compró en el verano de 1996, poco antes de que la locutora muriese. La vivienda sigue teniendo problemas por temas de legalización. El actor siempre ha mantenido que se siente víctima del ayuntamiento de Marbella y que siempre le han querido arrebatar parte de lo que ellos mismos le vendieron hace años. “No he cometido ninguna ilegalidad: compré la casa a un tercero con todos los papeles en regla y, si me engañó el ayuntamiento, yo no tengo ninguna culpa”.
“Vengo a Málaga a recuperarme a mí mismo porque siempre he dicho que un hombre sin raíces no es nada y yo no quiero perder las mías”. Esta es la premonitoria frase de Antonio Banderas en una entrevista que concedió a Vanitatis que ya hacía presagiar la intención del malagueño de volver definitivamente en su tierra natal y que hoy toma forma con el anuncio que hace al diario ‘El País’ que confirma que el actor español más internacional, con permiso de Bardem, ha decidido instalarse definitivamente en la ciudad del Cenachero.