Eduardo Noriega: leyendas urbanas, boda secreta y la enfermedad del desamor

Tan amado por el público como ignorado por los premios cinematográficos que le han sido esquivos a lo largo de su dilatada carrera, han pasado ya 35 años desde que primero 'Historias del Kronen' y poco después 'Tesis' y 'Abre los ojos' pusieran al atractivo actor cántabro en primera línea de nuestro cine. Tan activo en la gran pantalla como en televisión, Eduardo Noriega está a punto de estrenar junto a Adriana Ugarte la segunda temporada de 'Hache', la serie que regresa a Netflix el próximo 5 de febrero.

El pequeño de siete hermanos se interesó al principio por la música, estudiando solfeo en el conservatorio de Santander, pero su deseo por probar suerte en el mundo de la interpretación le acabó llevando a Madrid para estudiar Arte Dramático. Luego vendrían los cortos, como 'Luna', de Alejandro Amenábar, en 1993, y 'Soñé que te mataba' un año después y dirigido entonces por Mateo Gil, que más adelante realizaría otro de sus papeles más recordados en 'Nadie conoce a nadie'.

Fue en aquellos tiempos, antes de saltar al estrellato, cuando se dice que para completar su sueldo trabajaba en un empleo de lo más curioso: vendiendo enciclopedias. Esta leyenda urbana sin confirmar aparece no obstante reflejada en el corto que rodó en 1999 titulado 'Allanamiento de morada'.

TE PUEDE INTERESAR

Eduardo Noriega quiere ser vampiro

Pedro Miranda

Muy celoso de su vida privada, poco se sabe de su currículum amoroso. Aunque sí sabemos que ha sufrido lo suyo por el desamor, como relató en una entrevista para 'Icon'. "No creía en el amor y en el ser humano. La vida no tenía mucho sentido para mí en aquella época. Estuve jodido mucho tiempo, sí, sí. Era una pareja estable, y ella tenía un niño. En ese momento de duelo no hay nada que te consuele. Me duró mucho tiempo. Y cuando ya pensé que estaba curado, me encontré con ella en un ascensor. Fue horroroso", confesaba el actor.

Noriega está casado desde 2011 con Trinidad Oteros, con la que tiene una hija que nació tres años más tarde. Fiel a su discreción habitual, el enlace se celebró en secreto en la Junta Municipal de Moncloa-Aravaca de Madrid. Fue una boda civil presidida por la entonces concejala María Isabel Martínez-Cubells donde solo los familiares y amigos más cercanos acompañaron a la pareja.

La historia de amor de Noriega y Oteros parece formar parte de una película romántica. Los dos se conocieron en el aeropuerto de Barajas mientras esperaban un avión que llegaba con retraso. Un momento idóneo para entablar conversación y donde saltó la chispa.

Además de por su labor profesional, Noriega destaca también por su faceta solidaria, inculcada por sus padres. "Mi madre también era muy solidaria. Recuerdo que se ocupaba de una familia de gitanos en Santander, con 17 hijos. La llamaban ‘la madrina’, yo la acompañaba y llevábamos cajas con comida. Si operaban a la madre, cogía a los niños y los traía a casa. Nos lo han inculcado desde niños", aseguraba en una entrevista con 'Mujer Hoy'.