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Carlos Sobera: "Mi historia con mi mujer daría para una serie como 'Love is in the air"
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ENTREVISTA

Carlos Sobera: "Mi historia con mi mujer daría para una serie como 'Love is in the air"

El actor, que está felizmente casado con la productora Patricia Santamarina, representa con gran éxito la obra 'Asesinos todos' y empieza a grabar en breve 'El precio justo'

Foto: Carlos Sobera, en una imagen de archivo. (Cordon Press)
Carlos Sobera, en una imagen de archivo. (Cordon Press)

Es ya un éxito, como era previsible. 'Asesinos todos', la comedia protagonizada por Carlos Sobera, Neus Asensi, Elisa Matilla y Ángel Pardo, se estrenaba en el teatro Reina Victoria de Madrid el pasado 5 de febrero, un día antes de que trascendiera que uno de los autores de la obra, Jordi Sánchez (Antonio Recio en 'La que se avecina'), se encontraba ingresado con coronavirus (el coautor es también el director de la función, Pep Antón Gómez). Un teatro lleno, con las restricciones de aforo propias de la pandemia, se ponía en pie tras la representación para aplaudir a un reparto muy bien empastado que hace reír a un público entregado desde los primeros compases con una historia en la que, además, subyace una crítica a los que a veces se olvidan los valores para conseguir cosas superfluas.

Sobera es productor de esta función, que compagina con su siempre apretada agenda televisiva, ya que es una de las figuras clave de Mediaset, donde le espera otro proyecto que tiene visos de convertirse en un gran éxito, 'El precio justo', un espacio siempre marcado por el recuerdo del mítico Joaquín Prat, pero a buen seguro el presentador vasco le sabrá dar su propia impronta. ¿Le volveremos a ver en este formato levantando la ceja en su clásico gesto? De esta y otras cuestiones de mucho más calado charlamos con el actor, quien a sus 60 años no ha tocado techo ni muchísimo menos en su carrera.

PREGUNTA: Ya te lo hemos dicho todos los periodistas en estos días, pero qué necesaria es la risa en estos momentos...

RESPUESTA: Sí, porque estamos viviendo un drama. Estamos rodeados por todas partes: la enfermedad, la muerte, la angustia... Poder salir de casa a pasar un rato divertido y entretenerse, despejarte y olvidarte, aunque solo sea hora y media, se agradece.

P: Más allá de las carcajadas, planteáis lo lejos que pueden llegar las personas por un puñado de euros.

R: Esto es como 'El bueno, el feo y el malo' o 'Por un puñado de dólares' -responde entre risas-. A veces las personas se transforman y sueltan la bestia que llevan dentro cuando creen que están en peligro ellos o su familia, su estabilidad económica o sus sueños. De eso trata un poco la función, del límite de nuestra paciencia, del límite del bien y el mal, de hasta dónde tienes que llegar por defender lo tuyo. Los personajes, en un tono de comedia, luchan entre ellos por salvar su pellejo. Habla de egoísmo y de empatía, sirviendo a un juego de intriga, de suspense y de risa.

P: Aunque la obra no se escribió con ese propósito, en ese 'sálvese quien pueda' es inevitable pensar en la bajeza moral que está aflorando, por ejemplo, en la administración de las vacunas contra el coronavirus.

R: Ese es un caso de gente que aprovecha su situación de poder y de privilegio para colarse, no respetando los turnos y preocupándose por sus propios culos, ni siquiera por el de sus familias o sus amigos. Es una imagen muy lamentable y dice muy poco de nuestros políticos, de nuestros sacerdotes, de nuestros administradores, de toda la gente.

placeholder Carlos Sobera y Neus Asensi, en uno de los ensayos de la obra. (EFE)
Carlos Sobera y Neus Asensi, en uno de los ensayos de la obra. (EFE)

P: ¿Ta ha hecho ilusión entrenar en el Reina Victoria, que además en su día fue de tu propiedad?

R: Sí, la verdad es que he trabajado en varios teatros de Madrid, pero el Reina Victoria me gusta mucho, poque es un teatro de mucha cercanía. Por emplear el símil del fútbol, es como si juegas en San Mamés, que el público está casi encima de los jugadores. Aquí pasa lo mismo. Nos fue tan bien con '5 y acción', en 2016 y 2017, que me da muy buen rollo y buena suerte. Volver en 2021 me parecía lo ideal.

P: Aunque tienes mucho trabajo en televisión, está bien que el público recuerde que tu profesión primigenia en el mundo del espectáculo es la de actor, porque cuando le decía a cierta gente que iba a ver tu función, algunos se quedaban sorprendidos de que también actuaras...

R: Este debate ya lo tengo superado. Siempre recuerdo la misma anécdota. Cuando llegué a Madrid desde Bilbao lo hice como actor en la serie 'Al salir de clase'. Al cabo de dos años me puse al frente de '¿Quién quiere ser millonario?'. Me acuerdo de que en la rueda de prensa los periodistas me preguntaban qué hacía un actor haciendo de presentador. Luego cambiaron las tornas. La pregunta era al revés. Me sorprendo mucho porque ser actor o ser presentador es variar un poco la técnica, la forma de trabajar, el objetivo... Son dos expresiones artísticas. El artista es poliédrico normalmente, a veces haces cine, monólogos, programas, showman... Son aspectos de una misma activdad. El público luego no es nada prejuicioso, si le gusta te aplaude y si no te lo hace saber. Es muy abierto y receptivo, entiende muy bien que puedas hacer varias cosas.

P: Ahora que mencionas este concurso, me viene a la mente tu clásico alzamiento de ceja y me pregunto si lo vas a recuperar para presentar 'El precio justo', donde, por cierto, Joaquín Prat tenía un gesto muy característico con la mano para decir: "¡A jugaaaaar!".

R: No, aunque soy muy expresivo y le pongo caras a todo, así que seguramente alguna vez lo haré. En aquel programa sí tenía sentido por la manera de realizarlo, por los primerísimos planos del concursante y el presentador.

P: Ser expresivo es una cualidad fundamental para ser buen actor, porque hay algunos que son muy orgánicos con su cuerpo o tienen muy buena dicción, pero no trasmiten nada con su rostro.

R: Esto es lo que le decían a Víctor Mature, le criticaban mucho porque solo sabía levantar la ceja, pero luego con la mirada o con los gestos era incapaz de expresar nada. Siempre tenía el mismo rostro. Con estos recursos pasa lo de siempre, si abusas de ellos terminan cambiando, pero si los aplicas en su justa medida están bien. ¡Tampoco se trata de ser un Louis de Funès! -responde entre risas-. La virtud está en el término medio, ya lo decían los romanos.

P: Has alternado con éxito el teatro con la televisión, presentando y como actor en series. ¿Te llegan proyectos de cine?

R: Me llegan propuestas muy aisladas. De hecho, en los últimos cinco o seis años creo que he hecho un par de intervenciones en películas. No tengo cartel como actor de cine. En ese sentido hay un poco más de prejuicio con los presentadores, pero tampoco hago el mínimo esfuerzo por introducirme en el mundo del cine. Con todo el trabajo que tengo en tele, más mi vocación de actor, que la tengo más que satisfecha y cumplida con mis trabajos teatrales, tampoco tengo una necesidad excesiva. Me lo tomo con mucho relajo. Cuando me llega alguna oferta, la recibo con cariño.

P: Más la faceta de productor, que imagino te generará estrés cuando las cosas no van como te gustaría.

R: Hasta ahora hemos tenido suerte y la mayoría de las cosas que hemos hecho nos han funcionado bien, pero es un estrés, porque empleas a mucha gente y comprometes muchos puestos de trabajo. Si las cosas no van bien, además de perder dinero, está en juego la estabilidad laboral y emocional de compañeros.

placeholder Carlos Sobera, con Elisa Matilla y Neus Asensi en la obra. (Foto: Pentación)
Carlos Sobera, con Elisa Matilla y Neus Asensi en la obra. (Foto: Pentación)

P: Siempre trabajas mucho, ¿te planteas bajar el ritmo o seguirás así mientras la salud te lo permita?

R: Sinceramente, no. A veces pienso que lo heredé de mi padre, que tenía una capacidad de trabajo inmensa. Podía trabajar 16 o 20 horas al día. Soy muy activo, me gusta hacer cosas y disfrutar. Mi trabajo, más que ser mi profesión, es mi modo de vida. Lo llevo en la sangre. Muchas veces para mí no es trabajar, es disfrutar, vivir con mayúsculas. No me hastío mentalmente, no me agoto. Físicamente sí puedo sentirme cansado en alguna ocasión, pero me echo una minisiesta o duermo bien, me recupero y vuelta a empezar.

P: Desde que te diagnosticaron diabetes empezaste a cuidarte mucho, ¿sigues así?

R: Me mantengo en forma y trato de no cometer errores con la alimentación. Me despedí de los dulces hace muchos años. Tal vez coma algo una vez cada cinco o seis meses. El día que lo pruebo hago doble ración de ejercicio para quemar el azúcar. Es una enfermedad crónica. Está ahí, y si un día te decuidas no pasa nada, pero si lo haces muchos días seguidos al final acabas pagándolo.

P. A tu padre le has tenido muy presente en las entrevistas de estos días. Contabas que fue muy duro perderle, víctima del alzhéimer, y el día que murió esbozaste una sonrisa porque considerabas que por fin iba a descansar. Es una faceta muy personal de tu vida, pero has sido muy generoso compartiéndola con el público.

R: Las cosas que considero de intimidad extrema, que habría que definir el concepto, no las comparto, pero este tipo de cosas me parece bien compartirlas. Sobre todo un tipo como yo que presenta un programa como 'Volverte a ver', en el que se habla de sentimientos de otras personas. Tampoco me parecería lícito que escamoteara yo hablar de los míos. En realidad, no es excesivamente lo que cuento, pero sí conté en el programa de Mara Torres, donde se creó un gran ambiente de intimidad, cómo aproveché para despedirme de él cada vez que tenía oportunidad, porque yo vivía en Madrid y él seguía en Barakaldo. Cuando murió físicamente, porque mentalmente el hombre con el alzhéimer ya estaba agotado, lo sentí como una liberación para él.

placeholder Carlos Sobera. (Mediaset España)
Carlos Sobera. (Mediaset España)

P: Cuando conociste a Patricia, tu mujer, no le caíste demasiado bien, y como tengo muy reciente tu obra de teatro he pensado que vuestra historia daría también para una buena función.

R: Y para una serie estilo 'Love is in the air'. Es un poco lo que les pasa a los protas: supuestamente no se soportan, pero en el fondo están supermegaenamorados. Hay una tensión sexual no resuelta... Así fue el principio entre Patricia y yo. Ese tipo de historias son muy propicias para llevarlas a una serie, a una peli o a una obra de teatro. Te enganchan enseguida, porque estás deseando que cambie la situación.

P: Lleváis ya 16 años juntos. ¿Qué destacarías de ella a nivel humano?

R: Es una persona excepcional. Sus mejores cualidades son, sin duda alguna, su vitalidad absoluta, su optimismo, su alegría contagiosa. Es una chica absolutamente generosa, empática, capaz de crear lazos familiares y amistosos muy fuertes. Además, tiene una extraordinaria inteligencia y una gran determinación. Es una persona con muchas virtudes, la verdad. Es fantástica.

P: Cuando sufrió un derrame cerebral fue el momento más duro de vuestra relación, tendrías que tirar de templanza en esas circunstancias...

R: Fue muy duro, imagínate. Hubo el riesgo de que le pasara algo, pudo haber perdido la vida. Tuvo un cavernoma, que son palabras mayores.

P: Su hija mayor, Arianna, está estudiando Derecho, carrera que también estudiasteis vosotros. Aunque vuestra hija Natalia es muy joven aún, ¿tiene ya claro lo que quiere hacer en un futuro?

R: ¡Son demasiados abogados! Vamos a tener que hacer un bufete familiar o algo... -contesta, con humor-. La peque todavía es muy jovencita. Ya le llegará la hora de que se le despierte alguna vocación. Se le despierte la que se le despierte, aquí estaremos para ayudarla.

P: Le darás la misma libertad que te dieron a ti.

R: Sí, mi familia nunca interfirió en ese sentido. Fueron comprensivos e inteligentes. Me dijeron que hiciera lo que quisiera y que ellos me apoyarían. Eso es lo que yo le trasmito a ellas, que tienen que hacer aquello que crean que les va a hacer felices y ayudarlas en la medida de lo posible.

placeholder El presentador y actor, con su mujer, Patricia Santamarina. (Getty)
El presentador y actor, con su mujer, Patricia Santamarina. (Getty)

P: Volviendo al trabajo, ¿vas a compaginar las grabaciones de 'El precio justo' con 'First Dates y 'Volverte a ver'?

R: Sí, 'El precio justo' comenzamos a grabarlo en marzo, pero no sé cuándo se emitirá, la cadena decidirá en función de los huecos de programación que tenga. En abril empezamos también la nueva edición de 'Supervivientes'.

P: Y por si fuera poco, la obra, que entiendo que haréis gira también, ¿no?

R: Sí, estamos hasta el 2 de mayo en Madrid y empezamos la gira en junio, y la idea es estar hasta mediados de 2022. No descartamos la posibilidad de volver después aquí, si el recibimiento es bueno.

P: Por cierto, que vaya susto de salud el de Jordi Sánchez, autor de 'Asesinos todos', que fue hospitalizado el mismo día que estrenabais la obra. Según parece, está recuperándose satisfactoriamente.

R: Está mejor, se está recuperando y 'piano piano' va hacia arriba, pero es que esto te mete un susto en el cuerpo tremendo. Imagino que su familia habrá pasado días muy difíciles, pero afortunadamente, lo que tú dices, está mejorando y se va a recuperar.

P: Los que estáis trabajando en televisión o en el teatro os sometéis a muchas pruebas diagnósticas, así que en tu caso estarás controladísimo.

R: Paso mínimo un control a la semana, hay algunas que incluso dos. El del teatro y el de Mediaset. Y hay semanas que incluso tres, contando el de 'First Dates'. Y cada vez que voy me hacen un serológico. Así que me hago PCR, serológicos y test rápidos.

Es ya un éxito, como era previsible. 'Asesinos todos', la comedia protagonizada por Carlos Sobera, Neus Asensi, Elisa Matilla y Ángel Pardo, se estrenaba en el teatro Reina Victoria de Madrid el pasado 5 de febrero, un día antes de que trascendiera que uno de los autores de la obra, Jordi Sánchez (Antonio Recio en 'La que se avecina'), se encontraba ingresado con coronavirus (el coautor es también el director de la función, Pep Antón Gómez). Un teatro lleno, con las restricciones de aforo propias de la pandemia, se ponía en pie tras la representación para aplaudir a un reparto muy bien empastado que hace reír a un público entregado desde los primeros compases con una historia en la que, además, subyace una crítica a los que a veces se olvidan los valores para conseguir cosas superfluas.

Carlos Sobera
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