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Aleix Espargaró no tira la toalla: de su familia y su momento más dramático
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Aleix Espargaró no tira la toalla: de su familia y su momento más dramático

El veterano motociclista pasó de conseguir su primera victoria en Moto GP a protagonizar un calamitoso error, pero está decidido a no dejarse vencer por la adversidad

Foto: Aleix Espargaró, en una imagen de archivo. (Getty/Mirco Lazzari)
Aleix Espargaró, en una imagen de archivo. (Getty/Mirco Lazzari)

El piloto catalán, que se subió por primera vez a una moto a la tierna edad de cuatro años, tan solo tiene ahora 32, pero eso le basta para contar con más de 200 grandes premios a sus espaldas y ser actualmente el segundo piloto más longevo de la parrilla de Moto GP, tan solo por detrás de Andrea Dovizioso. A la sombra en ocasiones de los éxitos de su hermano pequeño, Pol Espargaró, con el que comparte categoría pero no escudería, Aleix Espargaró ha conocido en tan solo unas semanas las mieles del éxito y la cara más amarga de la derrota.

Cuando precisamente disputaba su carrera número 200 en la categoría reina del motociclismo, ante más de 67.000 espectadores del circuito Termas de Río Hondo, en Argentina, el veterano piloto se hacía con la primera victoria de su vida, después de haber pasado la friolera de 19 años sin ganar y como colofón se colocaba líder del Mundial.

Pero esa alegría se iba a venir abajo de forma estrepitosa y, además, frente a su público en el circuito de Barcelona. El Gran Premio de Cataluña era la oportunidad para Aleix Espargaró de regalar otra victoria a sus amigos, a su familia y a sus fans. Poco sospechaban ellos que el piloto cometería un garrafal error en la última vuelta que le hizo perder su posición en el podio.

El catalán comenzaba entonces a saludar al público pensando que la carrera había concluido ya, cuando en realidad todavía quedaba por completar ese giro. Cuando se dio cuenta del error, el piloto de Aprilia volvió a acelerar, pero ya le habían superado varios competidores y a final tuvo que conformarse con la quinta posición final. "Lo siento, por mi equipo, afición...", decía abatido en sus redes sociales al término de la dramática prueba.

Pero demostrando su eterna capacidad de sufrimiento y su sempiterno optimismo, aquel amargo momento está ya en el pasado y Aleix solo piensa en la siguiente carrera. No en vano, "always believe in yourself" ('siempre cree en ti mismo') es su lema. Preside su perfil de Instagram y también se encuentra tatuado en su piel, junto a las iniciales de su mujer, Laura Montero, dentro de un corazón.

Es la estabilidad familiar que ha alcanzado junto a ella, desde que ambos eran adolescentes hasta que se casaron y tuvieron dos hijos, una de las grandes responsables, junto a su pasión por las motos, de los éxitos que ha conseguido hasta ahora. Aleix y Laura llevan juntos 15 años y se dieron el 'sí, quiero' en 2014, en una discreta ceremonia civil celebrada en Sant Fost de Campsentelles, Barcelona.

En 2018 se convertían en padres de mellizos, Max y Mia, pero la pequeña nacía con una enfermedad congénita que la obligó a pasar hasta dos veces por el quirófano. Ambos hacían público posteriormente en sus redes sociales el calvario por el que habían pasado, que finalmente tuvo un final feliz con la recuperación del bebé. Precisamente en el infausto GP de Cataluña, coincidiendo de paso con el cumpleaños de sus retoños, el piloto lució un emotivo homenaje en su casco a los médicos que operaron el corazón de su hija. "Para Mia. Mi guerrera, mi inspiración", se podía leer en el casco del piloto.

placeholder Aleix y Pol Espargaró. (Getty/Mirco Lazzari)
Aleix y Pol Espargaró. (Getty/Mirco Lazzari)

Convertido en entrenador personal y también en el mayor fan de su hermano Pol, ya campeón del mundo, los dos forman una de las dinastías más importantes del nuestro motociclismo, junto a los hermanos Marc y Álex Márquez. Sin embargo, por sorprendente que parezca, hubo un momento en el que el piloto estuvo a punto de cambiar las dos ruedas de las motos por las de las bicis.

En una reciente entrevista en el canal de YouTube de Javier Ares, Aleix reconocía abiertamente que su gran deseo era ser ciclista profesional y que incluso ponía por delante esta posibilidad a ganar un mundial de Moto GP. "Si ahora me preguntas qué prefiero, si debutar y probar con los profesionales o ganar el mundial de Moto GP, te diría que ya he corrido muchos años y que me da igual no ganar".

Una posibilidad que se llegó a plantear en serio, llegando a hacer un test con el equipo Movistar de ciclismo. "Hubo un punto de inflexión hace un par de años, en el que junto a mi mujer, que es el apoyo más grande de mi vida y todo lo que consigo es gracias a ella, la estabilidad que me da es brutal. Le dije a Laura que no era feliz, hacía el 18º en cada carrera, me estaba haciendo daño, llevaba veintipico caídas... Vamos a hacer otra cosa", recordaba el piloto, que finalmente decidió seguir tirando de motor en vez de pedales. Algo que seguirá haciendo hasta que el cuerpo aguante o le puedan las ganas de probar nuevas aventuras.

El piloto catalán, que se subió por primera vez a una moto a la tierna edad de cuatro años, tan solo tiene ahora 32, pero eso le basta para contar con más de 200 grandes premios a sus espaldas y ser actualmente el segundo piloto más longevo de la parrilla de Moto GP, tan solo por detrás de Andrea Dovizioso. A la sombra en ocasiones de los éxitos de su hermano pequeño, Pol Espargaró, con el que comparte categoría pero no escudería, Aleix Espargaró ha conocido en tan solo unas semanas las mieles del éxito y la cara más amarga de la derrota.

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