Florentino Pérez: se le rompió el amor por Mallorca

No ha sorprendido a nadie en la isla, pero sí ha causado algo de tristeza. Florentino Pérez pone punto y final a un idilio con Mallorca que duró varias décadas. Según ha informado El Confidencial, el presidente del Real Madrid acaba de vender su yate -bautizado como ‘Pitina III’ en honor a su mujer- a un abogado muy conocido entre la alta sociedad valenciana, por algo más de dos millones de euros. La embarcación, con 32 metros de eslora recubiertos en el interior por maderas nobles, le costó en su día al empresario 18 millones de euros; desde hacía varios meses, permanecía amarrado en Port Adriano, siendo el único activo que le quedaba a Florentino Pérez en la isla que tanto amó.

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Jose Madrid

Visitantes asiduos, de esos que se dejaban ver y querer, Florentino Pérez y su mujer, María Ángeles Sandoval, eran unos enamorados de Mallorca. No faltaban ningún verano a la isla, donde se les podía fotografiar en la cubierta de su barco o paseando tranquilamente de madrugada con su perrito por los pantalanes. También era habitual verles, sin esconderse, compartiendo sobremesa con algunos de los empresarios más conocidos de la isla, llegando a coincidir en más de una ocasión con los por entonces reyes Juan Carlos y Sofía en el célebre restaurante Flanigan de Puerto Portals.

Ese idilio con las Baleares, que parecía eterno y cuyo amor también contagiaron a sus tres hijos, Chivo (Florentino), Over (Eduardo) y Cuchy (María Ángeles), comenzó a romperse tras el prematuro fallecimiento de Pitina. Un infarto de miocardio a la edad de 62 años, tras haber superado una grave enfermedad, acabó con su vida en 2012. Y esa muerte supuso un antes y un después en la familia y su relación con Mallorca.

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“La isla le recordaba mucho a ella”, contaron en su día algunas fuentes cercanas al presidente del Real Madrid y de ACS, una de las grandes constructoras del mundo. Por eso, cada vez que regresaba a Mallorca sin su esposa, la estancia se le hacía dolorosa, pesada. En 2018, el presidente merengue se deshacía de Villa Yasmín, una impresionante y lujosa vivienda, construida sobre un solar de 15 mil metros cuadrados, con vistas al mar, rodeada de jardines y dos piscinas. Pérez y su Pitina la habían comprado en 2005, pero en 2017 fue puesta a la venta. Un año después, Corinna Schumacher, mujer del heptacampeón de Fórmula 1, Michael Schumacher, la compraba. 30 millones de euros desembolsó la familia del alemán para hacerse con esta exclusiva y privada villa donde el piloto se recupera del grave accidente que sufrió esquiando en 2013 en la estación invernal de Méribel.

Desde ese año, 2018, Florentino Pérez no ha vuelto a pisar la isla ni para acompañar al Real Madrid en sus compromisos deportivos. Y aunque le quedan muchos amigos mallorquines, que cuentan a Vanitatis que se resistió hasta el último momento en vender su yate, el recuerdo de Pitina sigue muy vivo.

Florentino y María Ángeles se habían conocido en una cafetería de Argüelles, en la década de los 70, cuando Pitina trabajaba como secretaria del cuerpo médico de El Corte Inglés, y a los pocos meses contrajeron matrimonio. Mujer muy implicada con las causas solidarias, siempre acompañaba a su marido a los partidos y a los viajes, y era un rostro muy conocido entre los periodistas deportivos. Su muerte, que supuso un duro golpe para toda la familia después de unos años luchando contra una grave enfermedad, hizo que Florentino se refugiara aún más en el trabajo. Y aunque volvió durante algunos años más a Mallorca junto a sus hijos y algunos de sus nietos, los recuerdos se le fueron haciendo cada vez más duros de llevar.

Con esta venta de su Pitina III el presidente merengue dice adiós a los veranos más felices de su vida.