Tamara Falcó y su estrategia con Isabel Preysler
Ni su paso por 'MasterChef' ni su colaboración en 'El hormiguero' ni su restaurante. A Preysler siempre le ha costado confiar en las decisiones laborales que ha ido tomando su hija
El reality 'La marquesa', protagonizado por Tamara Falcó, ha visibilizado la poca confianza que Isabel Preysler muestra en las decisiones laborales de su hija. En este caso era montar un restaurante efímero y organizar una cena en El Rincón. El palacio formaba parte de la herencia que dejó su padre, el marqués de Griñon, y fue comprado a Esther Doña y el resto de hermanos Falcó por la propia Tamara y su hermano Manuel. Como ella misma reconocía en la grabación de Netflix, y con mucho sentido del humor, "se cae a pedazos".
El proyecto era el hilo conductor del documental en el que van apareciendo todos los personajes principales y colaterales de la tribu de la 'Reina de corazones'. Hasta Mario Vargas Llosa se implica en lo que iba a ser la ilusión y el éxito de 'Tamarusqui'. Así la llama su madre, que la graba mientras se está bañando en La Luna, el chalet blindado que alquilaba Preysler en Marbella. En esas imágenes infantiles, que se mezclan con las actuales, la relación de madre e hija es de absoluta compenetración.
Con nueve años, la niña ya despuntaba como protagonista de la familia. El tiempo no cambió la relación de confianza hasta que Tamara fue seleccionada para participar en el programa 'MasterChef'. Como sucedió con la iniciativa de El Rincón, Isabel Preysler llegó a decir que no confiaba mucho en las dotes culinarias de su hija. Y no solo eso, sino que descubrió que no sabía ni freír un huevo. A lo más que llegaba era a preparar repostería muy simple, como eran las tortitas para la merienda con amigas del colegio: “Mami no quería que entráramos en la cocina”.
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La madre se equivocó y la hija demostró semana tras semana que se lo tomaba muy en serio. Que era concienzuda, responsable y evitaba conflictos con algunos de los compañeros de cocina del programa. Salía airosa de todas las pruebas y mamá Preysler fue cambiando de opinión y de registro. No tenía más remedio que reconocer que Tamara lo estaba haciendo muy bien, aunque hasta que no ganó seguía pensando que era otra afición más de la hija. Que se cansaría y que el siguiente paso sería embarcarse en otra aventura efímera.
En el documental, Tamara tiene que insistir a su madre en que es una profesional de la cocina ante las dudas y las pegas que le presenta. "Mami, que soy 'Cordon Bleu'", le dice en referencia al título de chef que obra en su poder. Este programa fue el punto de inflexión. La imagen de la nueva marquesa de Griñon cambió y los seguidores de 'MasterChef' le dieron el visto bueno a la ganadora. Aprendió a limpiar pescado, hacer pasta fresca, despiezar un pollo y participar en clases de vanguardia donde a nadie le importaba si era la hija de Isabel Preysler.
La madre también dudó de sus intervenciones televisivas en 'El hormiguero', pero tuvo que reconocer que la hija lo hacía bien. Pasó de ser la joven algo simplona a una chica decidida a cumplir su sueño. Pero Preysler seguía sin darle su voto de confianza.
Tamara contaba tiempo después que cuando sus padres se divorciaron se convirtió en una niña caprichosa y reconocía que bastante inaguantable. Tenía sus razones para ser así. Y una de ellas era la soledad que vivió de pequeña, cuando su madre aún estaba casada con el marqués de Griñón. Recordaba cómo sus padres tenían una vida social muy activa y ella se quedaba sola. "Estaba deseando que mis hermanos volvieran de Miami para que hubiera ruido en casa. Estaba muy mimada y cuando quería un juguete o cualquier cosa, me lo daban. Creo que era insufrible", dice.
El reality 'La marquesa', protagonizado por Tamara Falcó, ha visibilizado la poca confianza que Isabel Preysler muestra en las decisiones laborales de su hija. En este caso era montar un restaurante efímero y organizar una cena en El Rincón. El palacio formaba parte de la herencia que dejó su padre, el marqués de Griñon, y fue comprado a Esther Doña y el resto de hermanos Falcó por la propia Tamara y su hermano Manuel. Como ella misma reconocía en la grabación de Netflix, y con mucho sentido del humor, "se cae a pedazos".
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