La felicidad de Amelia Bono y su familia en su último viaje

Decidida, quizá, a recorrer todas las ciudades y pueblos de nuestra geografía que comiencen por la letra 's', Amelia Bono y su tribu han recalado este fin de semana en la turística Segovia para disfrutar de una escapada gastronómica y cultural.

No decimos en balde lo del carácter alfabético de los viajes de la primogénita de José Bono, ya que recientemente pasaba unos días de descanso en Salobre, el pueblo albaceteño de el exministro, y hace tan solo unos días, la familia en pleno visitaba Santander antes de la vuelta al cole de los pequeños de la casa.

En esta ocasión ha sido la ciudad castellana, situada a poco más de una hora en coche de Madrid, el destino elegido por nuestra mediática estrella de las redes, que por supuesto ha querido inmortalizar la visita en su cuenta de Instagram, ante el regocijo habitual de su entusiasmado ejército de seguidores.

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Ataviada con un outfit muy 'casual' compuesto por vaqueros y camiseta blanca, con sus hijos todos a juego, Amelia acompañó el álbum de fotos del viaje con hashtags como #planesenfamilia o #maravilladeciudad.

Posando, como no podía ser de otro modo, junto al célebre acueducto de Segovia, terminada la parte cultural de la escapada, tocaba darse un homenaje gastronómico en el templo del cochinillo de la ciudad, Casa Cándido, otra visita imprescindible para amantes de la carne.

La influencer no olvidó grabar el momento en el que un plato es usado para partir el jugoso manjar y cómo ese mismo integrante de la vajilla acaba desintegrado en el suelo. La tradición manda.

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Entre piropos a su aspecto y sugerencias a que, ya puestos, visitara Salamanca en su próximo desplazamiento turístico, sus fans bendijeron una nueva demostración de amor familiar pleno, tan habitual en sus redes desde que el matrimonio se reconciliara hace unos meses.

Precisamente hace tan solo unos días, Amelia y Manuel Martos nos daban una prueba más de que siguen viviendo una segunda luna de miel, compartiendo un entrañable selfie de pareja antes de embarcarse en una cena romántica.

Su gran momento sentimental, unido a la alegría de mandar a los niños de vuelta a sus clases –como nos enseñaba su madre en un divertido vídeo–, compensan el pequeño traspiés de salud que sufría Amelia, tras hacerse daño en la cadera, lo que le ha impedido practicar durante unos días sus habituales sesiones de running.