5 escapadas de fin de semana cerca de Madrid para alargar el verano

Como dirían en la famosa serie de televisión ‘Juego de tronos’, se acerca el invierno, pero hasta que llegue, lo mejor es aprovechar los días de buen tiempo y sol que nos quedan. Puede que ya no tengamos días de vacaciones, por suerte eso no es impedimento para hacer las maletas, coger el coche, el tren o el autobús y seguir descubriendo lugares estupendos en los que disfrutar de la naturaleza, de la historia o de la gastronomía.

Tanto si eres de los que disfrutan caminando al aire libre como si eres de los que prefiere el turismo gastronómico, seguro que entre las opciones que te presentamos encuentras alguna que te resulta atractiva. Pueblos de aire medieval, contacto con la naturaleza y muchas aventuras por vivir, solo, en familia o entre amigos. Aprovecha estos días y exprime al máximo lo que quede de verano, ya sabes, antes de que lleguen las primeras lluvias. Después el plan puede ser el mismo, pero con chubasquero y botas.

Naturaleza al máximo

Un estupendo plan de fin de semana es calzarse las botas de montaña y escaparse a la sierra madrileña. Mucho se habla de la ciudad de Madrid (y de su agua), pero sus zonas verdes y sus rutas de senderismo bien merecen una visita. No hace falta alejarse demasiado para olvidar el tráfico, las prisas y el caos del centro de la ciudad, solo unos pocos kilómetros separan la ajetreada ciudad de la paz que ofrece la naturaleza.

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A unos 60 kilómetros de Madrid está la Sierra de la Cabrera, riscos de granito salpicado de verde que reciben al viajero con aspecto adusto y atractivo. Ideal para disfrutar de una mañana soleada caminando entre la naturaleza, aunque siempre con protección solar, o para escoger una de sus muchas rutas y seguirla. Cortas y largas, sencillas y complicadas, hay para todos los gustos y el esfuerzo, merece la pena.

Un poco de historia sin salir de la comunidad

Visitar algunos de los pueblos que encontramos cerca de Madrid es casi como viajar al pasado, hacer un recorrido por la historia de esta comunidad autónoma y también de nuestro país. Lugares como Manzanares el Real, a tan solo 53 kilómetros de la capital, son un buen ejemplo de esto, pues cuenta con un espectacular castillo que nos lleva a tiempos pasados y hace volar nuestra imaginación. Un castillo del siglo XV de estilo gótico que se puede visitar, así como sus jardines y exteriores.

Para los que quieren irse de Madrid

Madrid es estupenda, está fenomenal, pero para mucha gente es necesario cambiar de comunidad autónoma para sentir que de verdad se toman un descanso. En ese caso proponemos una escapada a Sigüenza, en Guadalajara, a poco más de 130 kilómetros de Madrid. Si este es tu destino escogido, no te marches sin ver la catedral, la casa del Doncel o sus murallas. Hay visitas guiadas que se pueden contratar o puedes dejar que sea el destino quien marque lo que tienes que ver. Sea como fuere, la visita será maravillosa.

Amantes de la gastronomía

No es sencillo escoger un solo lugar que visitar cuando hablamos de gastronomía, la sierra de Madrid es famosa por la calidad de sus carnes, por ejemplo, pero ahora que hemos salido y queremos alejarnos un poco, mejor escoger otro destino. Seguro que Segovia no suena nada mal, un lugar estupendo con muchas cosas que visitar y con grandes opciones para disfrutar al sentarnos a la mesa. Es famoso su cochinillo, sus judiones y su cordero asado, pero tampoco son menos destacados su sopa castellana, sus torreznos o su caldereta.

Una escapada a la playa

Esta opción es un poco más lejana que las anteriores porque si por algo destaca Madrid es porque no hay playa (vaya, vaya). Sin embargo, los madrileños nunca han tenido problemas en sentir como propias las playas valencianas y por eso resulta tan atractiva una escapada de fin de semana a Tabarca (Alicante), una isla a la que se suele viajar desde Santa Pola, un destino ideal para pasar una tarde. Una escapada dentro de otra escapada y en la que el único punto en su contra es que puede que te encuentres con otro madrileño.

Aprovecha al máximo el buen tiempo, los largos días que comienzan a acortarse y, sobre todo, los fines de semana que todavía tienes por delante antes de tener que comenzar a pensar en las mejores escapadas de otoño o de invierno.