Amelia Bono muestra el reencuentro de sus padres, José Bono y Ana Rodríguez

Si, en pleno apogeo del movimiento hippie, al verano de 1967 se le conoció como 'el del amor', el que están viviendo Amelia Bono y Manuel Martos después de su sorprendente reconciliación también podría presentar candidatura a esa categoría. Más unidos que nunca, tras ser primero unos ex muy bien avenidos y darse más tarde una segunda oportunidad, les hemos visto a través de las siempre activas redes sociales de la influencer y empresaria hacer todo tipo de divertidos planes estas semanas.

Una romántica escapada a Galicia junto a unos amigos, tardes de chiringuito en pareja en la soleada Marbella... El muro de Instagram de Amelia es una oda al amor renovado entre ambos. La primogénita de José Bono es feliz y quiere que se sepa.

"¡Afortunada se queda corto! La suerte de mi vida", escribe en su último post, en el que una vez más pone de manifiesto que, para ella, lo más importante es su familia, que está por encima de todo.

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Precisamente de entrañables reencuentros familiares ha llenado sus stories, trasladándonos al pueblo de su padre, el municipio albaceteño de Salobre, situado a 95 kilómetros de la capital de la provincia y donde apenas viven 500 personas.

Disfrutando de la paz que otorga este rincón de la Mancha hemos visto a Amelia Bono, a sus hijos y también a sus padres disfrutando de un baño en el río privado que el antiguo ministro socialista posee en su casa familiar. "Mis papis", escribía junto a un corazón la hija de José Bono y Ana Rodríguez, que pese a llevar años separados, siguen manteniendo una relación de lo más cordial.

También hemos podido ver en Salobre, a través de sus redes, a José Bono júnior. Recién llegado de participar en el concurso hípico de saltos de Gijón, el hermano de Amelia disfrutó de una tarde en remojo junto a su familia.

La estrella de las redes culminaba el divertido día con un baño en la piscina. Disfrutando de una cerveza en una terraza, no nos ha mostrado más estancias de la casa familiar de su padre, pero este ya enseñó con profusión su vivienda justo hace dos años en una entrega de 'Mi casa es la tuya' junto a Bertín Osborne.

En aquella ocasión pudimos ver las curiosidades que esconde la residencia, como una placa dedicada al padre del expolítico, alcalde del pueblo durante más de 15 años, o el escaño en el que se sentaba Bono mientras se producía el asalto al Congreso de los Diputados en el golpe de Estado de 1981, que guarda aún en una de las habitaciones.

Un lugar lleno de recuerdos que está sirviendo a Amelia y a sus seres queridos para disfrutar de los últimos coletazos de un verano al que cada vez le faltan menos días. La vuelta al cole y a la rutina asoma inexorable, pero aún queda un poquito más de felicidad que exprimir.