Así era Carlos Franganillo de joven: de reportero a presentador del 'Telediario'

Lo conocimos mientras estaba al frente de las corresponsalías de TVE en Rusia y Estados Unidos. Desde Moscú, donde llegó en 2011 junto a su mujer, Ana Ortega, y el primero de sus tres hijos, y desde Washington, Carlos Franganillo nos ha informado de las andanzas de personajes como Vladímir Putin o Donald Trump, al que entonces describía como "un producto perfecto para los medios, fácil de caricaturizar y de demoler, porque da muchos motivos a lo largo del día".

Desde 2018 se convertía en la imagen de la segunda edición del 'Telediario' de TVE, un puesto al que accedía con tan solo diez años de experiencia en el ente público, pero desde el que ha sabido ganarse a la audiencia, que ha respondido con cariño a sus intervenciones durante la pandemia o a su presencia en la frontera polaca con Ucrania para informar sobre la invasión rusa. Especialmente aplaudido en las redes fue el final de uno de sus informativos sobre la guerra, que el asturiano despedía recordando uno a uno a todos los corresponsales, cámaras y productores que se encontraban en el terreno informando sobre el conflicto.

Muy celebrado en Twitter ha sido también su debut en la serie documental '10.000 días', en la que, en colaboración con el Center for the Governance of Change de IE University, analiza los cambios que están por venir desde la actualidad hasta el año 2050 mediante entrevistas a expertos de todo el mundo. Como rezaba la promoción de TVE para el programa, este "nos invita a descubrir las mentes y los lugares donde se fraguan los cambios".

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Unos cambios que han sido grandes para este polivalente asturiano de 43 años hasta llegar a este momento profesional y personal. Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Nebrija y en Periodismo por la Universidad CEU San Pablo, sus inicios laborales fueron en el diario 'La Nueva España' de su Oviedo natal. De allí pasó a RNE y más tarde al departamento de prensa de la Fundación Príncipe de Asturias.

Desde 2008 forma parte de Televisión Española, donde se ha ido convirtiendo en una pieza clave primero en la información internacional y más tarde como rostro visible de la actualidad, reemplazando a legendarios presentadores que han ido abandonando su puesto como Ana Blanco o más recientemente el periodista deportivo Jesús Álvarez.

Pero el pasado siempre vuelve para atormentarnos y eso lo comprobó el propio Franganillo cuando durante una pieza del 'Telediario' se emitía un vídeo con imágenes inéditas de archivo de una visita del actor Clint Eastwood a España durante el rodaje de la película 'Por un puñado de dólares'. En las imágenes aparecía luego Truman Capote en una de sus visitas a España o una jovencísima Gloria Fuertes.

Pero el momento más sorprendente llegaba al final, cuando veíamos al periodista de joven, sin barba y sin canas, ejerciendo de reportero desde la puerta del Congreso de los Diputados. Cuando las cámaras volvieron a enfocarle, ligeramente ruborizado tan solo acertaba a decir que "esto no estaba previsto", antes de continuar con el relato de la actualidad.

Sin cuenta de Instagram, pero con un Twitter muy activo donde se declara "interesado en China, EEUU y Rusia. Defensa, Inteligencia, Tecnología", siempre se ha mostrado muy discreto con su vida personal. Padre de tres hijos, está casado desde 2011 y su luna de miel, en Tailandia, se produjo justo antes de aceptar el puesto de corresponsal en Moscú.

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Pese a que ahora le conocemos por su faceta de 'busto parlante', no ha perdido de vista que su auténtica pasión es ser reportero. "Es lo que sé hacer. He estado ocho años como corresponsal, en despliegues, en coberturas y estoy muy acostumbrado a eso. Además es lo que me gusta de esta profesión. Mentiría si digo lo contrario: el reporterismo es lo que más he disfrutado", decía a 'Público'.

Reconoce no tener hobbies precisamente por su faceta de padre de familia numerosa y se califica sin tapujos como "un tipo muy aburrido" que no hace "nada original". En cuanto a sus originales horarios de trabajo, obligados por el 'Telediario' nocturno que presenta, explicaba en una entrevista con 'El País' que tiene los biorritmos acelerados, ya que suele comer a una hora en la que lo habitual es estar merendando.

Durante esta misma conversación insistía también en que no es muy amigo de "tener una vida social muy ajetreada", añadiendo que "casi nunca salgo a cenar", pero que siempre procura devolver el cariño que recibe cuando alguien le reconoce por la calle. "Me ven como al panadero o al vecino, de una forma muy familiar", asegura.