El millonario patrimonio de Laura Valenzuela: su herencia inmobiliaria en Madrid y Marbella

Laura Valenzuela falleció el pasado viernes a los 92 años. Dejaba tras de sí un legado para el recuerdo. Casada durante toda una vida con el productor José Luis Dibildos, madre y abuela, abandonó su carrera artística para dedicarse en cuerpo y alma a su familia y a todos los que la querían. Hoy sus restos mortales descansan junto a los del amor de su vida mientras sus allegados, sobre todo su hija Lara y sus dos nietos, intentan reponerse de este duro golpe.

Rocío Laura Espinosa López-Cepero fue una de las reinas de la época dorada de la televisión. Laurita, como la conocían los que por aquel entonces trabajaban con ella (tan solo tenía veinte años), prefirió el calor del hogar y la entrega a los suyos antes que su exitosa carrera. Poco dada a una activa vida social, a las fiestas llenas de rostros conocidos y a exponer su vida privada, vivió feliz en su casa en el corazón del madrileño paseo de la Castellana.

Su refugio en Madrid

Una casa de dos plantas unidas por dos escaleras (una de ellas de servicio) en la que residió durante gran parte de su vida. Valorada en algo más de 3 millones de euros, según expertos consultados del sector inmobiliario, hace años sufrió una gran modificación y fue dividida en dos apartamentos separados: en uno continuó viviendo ella; en otro, su hija y sus nietos, que la acompañaron hasta su último aliento.

Con dos entradas independientes, antes de la obra, tal y como ha podido saber Vanitatis, ocupaba una superficie aproximada de 500 metros cuadrados entre las dos plantas: la planta baja, de 253 metros cuadrados, constaba de vestíbulo y cinco habitaciones grandes, cocina, cuarto de plancha y office. Además, contaba con dos aseos (uno de ellos para el servicio) y guardarropa. Una casa con una luz maravillosa ya que recorría todo el esquinazo con vistas a la arteria capitalina. Por supuesto, ese esquinazo corresponde a una terraza que va de lado a lado de 3 y 2 metros, respectivamente, de profundidad, perfecta para recepciones en casa.

La otra planta, enlazada con la anterior por dos escaleras privadas, ocupa una superficie similar, de aproximadamente 250 metros cuadrados y constaba antes de la reforma de 6 habitaciones, cuatro baños, una habitación de servicio y un pequeño tendedero. Además, disponía de una terraza de 7 metros cuadrados. Como remate de esta maravillosa vivienda, la casa cuenta con otra terraza más que cubre la parte alta de la casa con unas vistas inmejorables al skyline de Madrid.

Su paraíso en Marbella

En verano, los Dibildos ponían rumbo a su paraíso en la Costa del Sol. Ubicada en la exclusiva urbanización Guadalmina, la familia siempre veraneó en la impresionante casa que poseían en Marbella: una vivienda unifamiliar de unos 600 metros cuadrados construidos sobre una parcela de algo más de 4.000.

La casa, de nuevo distribuida en dos plantas (una de 400 y otra de 200), cuenta con 7 dormitorios, cuatro baños y hasta un acogedor jardín interior que aporta aún más luminosidad al amplio salón comedor del que dispone.

Rodeando la casa, unos 120 metros cuadrados de terrazas y porches dan pie a un cuidado jardín donde poder pasear y bañarse en la piscina privada, de la que, por supuesto, también dispone a pesar de su cercanía al mar (a apenas unos minutos).

Un reducto de paz donde, sin duda, crearon algunos de los recuerdos familiares que ahora más que nunca atesorará su hija, con quien Laura compartía la propiedad de ambas viviendas a partes iguales como parte de la herencia de su marido y padre, respectivamente. Ahora, será Lara la que ostente el 100% de ambas viviendas.