María Pombo cuenta las altas expectativas que tenía y la realidad que experimentó cuando llegó Vega

Aunque hoy en día hay mucha información sobre el nacimiento de un hijo y sobre cómo afrontar un acontecimiento de este tipo, lo cierto es que, tal y como se suele decir, "cada parto es único". Da igual si se trata de una madre primeriza o de si ya ha pasado por varios partos, el momento del alumbramiento de un bebé es diferente según cada persona y cada niño.

En ese sentido, con la llegada al mundo de Vega, casi un mes antes de lo esperado, María Pombo está mostrándose muy sincera y natural con sus seguidores, a la hora de contar su experiencia como madre por segunda vez. Un nacimiento que se produjo por cesárea, tal y como la influencer ha contado en una serie de historias de su Instagram, en las que ha relatado con todo lujo de detalles cómo fue el momento en el que supo que estaba de parto.

Cómo llegó al mundo Vega

"A las 6 de la mañana del día 19 de junio, me levanto como cada noche para hacer pis y cuando me levanto toso y, de repente, chorro de pis", comenzaba contando María Pombo haciendo alusión al momento que empezó a romper aguas. Continúa diciendo que en un principio lo achacó a una mala forma en cuanto a su suelo pélvico, pero que, en vista de que las pérdidas continuaban, decidió avisar a su marido, Pablo Castellano.

La influencer ha explicado que no estaba muy segura de qué estaba sucediéndole en ese momento a su cuerpo, ya que con el nacimiento de su hijo mayor, Martín, al no estar cogiendo el peso adecuado al ir finalizando el tercer trimestre del embarazo, los médicos decidieron inducirle el parto en la semana 38. Por eso, María bromea al contar que no estaba muy segura sobre si llamar a su equipo médico, por si en lugar de romper aguas lo que realmente le estaba sucediendo es que fuera orín.

Finalmente, María ha proseguido con su narración contando cómo Pablo y ella pusieron rumbo al hospital con la preocupación y los nervios lógicos de una situación como esta. "Solo cogí el DNI, estaba en estado de shock, supernerviosa, pensando en que Vega no estaba bien colocada", relataba la empresaria en otra de sus historias. Al llegar al hospital, los médicos procuraron que la bebé se colocara en posición correcta, para que María Pombo pudiera realizar un parto vaginal.

Un tipo de técnica que resultó exitosa en el caso de la influencer. Sin embargo, al comenzar con los procesos típicos de la inducción de un parto como es la administración de la oxitocina, un tipo de hormona encargada de estimular las contracciones del útero, María Pombo ha relatado cómo, debido a complicaciones con el ritmo cardiaco de Vega, los médicos vieron necesario hacerle una cesárea.

“Cuando dijeron cesárea, yo ya, lloro, nervios, muchísimo susto…”, decía la mujer de Pablo Castellano visiblemente emocionada, al recordar estos momentos de angustia para la pareja. Por si fuera poco, María ha relatado cómo en el momento en el que los médicos procedieron a sacar a Vega de su vientre, a la influencer le pareció que la bebé se pasaba minutos sin llorar, que en realidad fueron segundos, a pesar de la angustia de la empresaria.

Sus primeros días en casa

Tras el nacimiento de Vega, con las consiguientes molestias y dolores que una cesárea supone en el cuerpo de una madre, María Pombo y Pablo Castellano abandonaron el hospital con su hija en brazos y amablemente respondieron a las preguntas de la prensa, que quisieron interesarse por el estado de la bebé y el de la propia María.

En ese sentido, la influencer reconoció que no se encontraba muy bien y que necesitaba llegar a casa para descansar y recuperarse. Tras estar en su hogar y, a juzgar por sus publicaciones en Instagram, Pombo no se ha sentido demasiado cómoda y le está costando adaptarse a las secuelas propias del parto por cesárea.

Así lo afirmaba ella misma cuando publicó una serie de fotografías de los primeros días de la familia en casa, entre las que se encontraba una imagen de su cicatriz: “Mi segundo tatuaje by Vega”, decía la influencer en referencia a las marcas que la llegada al mundo de Vega han dejado en su piel.

Expectativas vs. realidad

Ante todo esto y las muestras de cariño recibidas por parte de sus seguidores, la influencer ha decidido compartir una foto de ella y Vega en el hospital, respondiendo a las principales cuestiones que le han hecho durante estos días en casa. En una de estas respuestas, María Pombo ha afirmado que físicamente se encuentra “cada día un poquito mejor”, al tiempo que ha reconocido que “hasta hablar alto me duele”.

En lo que se refiere al posparto, ha indicado que se siente muy frustrada, puesto que dice necesitar ayuda para todo: “Me siento muy inútil y odio no poder estar al 100% ni con Vega ni con Martín”. Sin embargo, en cuanto a su recuperación psicológica, es donde María se ha mostrado más afectada, puesto que, según ha reconocido, no se planteó otro escenario distinto al de un parto sin ningún tipo de complicaciones, como fue el de su primogénito, Martín.

“Triste, porque sin quererlo creé unas expectativas en mi cabeza, dando por hecho que el parto iba a ser igual de maravilloso que el de Martín”, reconocía muy sincera la influencer ante sus seguidores. Pese a encontrarse todavía un poco indispuesta y en ocasiones abatida, no todo iba a ser malo. María Pombo ha reconocido que, al igual que sucedió con el nacimiento de su primer hijo, con Vega ha sentido el mismo enamoramiento a primera vista que sintió con Martín.