¿De qué vive Íñigo Onieva? Los datos le acompañan en el primer año de su empresa

El último ha sido, sin duda, uno de los años más importantes en la vida de Íñigo Onieva. El marido de Tamara Falcó ha pasado por todo tipo de situaciones. En noviembre del año anterior estaba soltero e intentando encontrar la forma de reconciliarse con la que ahora es su mujer tras una ruptura propiciada por una infidelidad. Pero en fin de año todo cambió. En Navidad hubo reencuentro, retomaron la relación e incluso los planes de boda y en julio pasaron por el altar, celebraron su unión, disfrutaron de su luna de miel y acaban de conmemorar el 42º cumpleaños de la hija de Isabel Preysler como un feliz matrimonio.

Una temporada intensa, sin duda, pero en la que además de recomponer su vida sentimental ha tenido tiempo para tomar grandes decisiones laborales, entre ellas la de arrancar un negocio propio. Lo hizo concretamente en febrero del 2022 junto a otro socio. Dio de alta Meva Hospitality SL, dedicada a la “la explotación de salas de baile y discotecas, restauración, hostelería, organización de eventos e intermediación del comercio de productos diversos”. En mayo de este mismo año Vanitatis ya adelantaba que el fin de esta sociedad era un proyecto hostelero “muy bonito”, según las fuentes consultadas, en el que está trabajando intensamente y que verá la luz el próximo 2024.

Sin embargo, no es el único proyecto que se gestiona a través de esta entidad, pues Lula Club, el local de fiesta de la Gran Vía madrileña en el que él dejó de ejercer de relaciones públicas tras su reconciliación con Tamara, también está bajo su paraguas y el de su socio, Pablo Marín. A expensas de ese nuevo lanzamiento en el que con tanto misterio trabaja el yerno de Isabel Preysler, lo cierto es que la empresa ha cerrado su primer año con un resultado bastante positivo: ha facturado 389.000 euros, dejando como resultado final un beneficio limpio superior a los 44.000 euros.

La gran diferencia entre estas dos cifras parece estar íntimamente relacionada con los gastos de explotación, es decir, gastos que se van haciendo y que no están ligados a la actividad primaria, sino a otros cometidos, como podría ser la inversión en lo necesario para el proyecto hostelero en el que trabaja. También podría deberse al pago del salario de trabajadores de la sociedad, pero por el momento no hay, ni ha habido, ninguno registrado. El valor total de la empresa se cifra en este momento en 47.878 euros.

Experiencia en el mundo de la hostelería

No es extraño que Íñigo se haya decantado por el sector hostelero para comenzar una nueva andadura en solitario, pues en los últimos años su trabajo ha estado muy ligado a ello. Desde 2021 y hasta 2023 formó parte de Mabel Capital, donde ostentaba el cargo de director de Mabel Hospitality. En mayo de este año el madrileño firmaba su salida, según fuentes de este digital, quedando en muy buenos términos con una solución “beneficiosa para todos”.

Entonces fue cuando comenzó a dar forma a la idea de emprender por su cuenta y riesgo, pues poco antes había visto cómo Tamara Falcó cumplía uno de sus sueños, hacer del palacio El Rincón, que le legó su padre, un restaurante efímero, concepto con el que ella bautizó al hecho de instalar cocinas e invitar a cenar un menú elaborado por ella misma y algunos ayudantes a su familia y amigos más cercanos. Tal como pudimos ver en su documental, ‘La marquesa’, Íñigo fue una parte fundamental de todo ello y ahora le valdrá de experiencia.

En este momento muy probablemente esté sucediendo lo mismo, pero al revés, pues quizá ahora sea Tamara el gran apoyo del empresario para que sus planes salgan a la perfección. Desde que se dieron el ‘sí, quiero’ el pasado mes de julio están más unidos que nunca. Estos últimos días los han pasado juntos en Londres, donde han celebrado una fiesta de cumpleaños por el 42º aniversario de Tamara. Y su nueva aventura unidos será su convivencia en el flamante ático que acaba de mostrar Tamara en la revista 'AD'.

Otro proyecto más 'clásico' planea siempre sobre ellos, y es su futura paternidad. Ambos han explicado que su intención es ser padres, lo que no quiere decir que en este momento ya estén esperando un bebé. La propia Isabel Preysler confesaba en la premier de ‘Napoleón’ el pasado día 20 que aunque ella estaba “deseando” ser abuela de nuevo, por el momento Tamara no va a convertirse en mamá. Eso sí, admite que la ve feliz y a juzgar por lo poco que Íñigo y ella comparten a través de las redes, parece que sí, que están disfrutando mucho de sus primeros meses como marido y mujer. Y él, seguro, de sus negocios y las buenas cifras del primer curso de su sociedad.