Iñaki Urdangarin visita a Miguel este fin de semana: sus viajes cruzados para no verse con la infanta Cristina

Tú a Ginebra, yo a Barcelona. Tú a Bidart, yo a Madrid. Las combinaciones son múltiples y todas tienen un denominador común: nunca se encuentran. Cuántas veces se habrá escrito esta frase en referencia a la infanta Cristina y Iñaki Urdangarin en los últimos años, desde que en enero de 2022 decidieron separarse por las infidelidades del duque de Palma. Y así siguen: sin encontrarse prácticamente nunca.

Este fin de semana, sin ir más lejos, la Infanta estará en España invitada a la boda del alcalde de Marid, José Luis Martínez-Almeida, y Teresa Urquijo. Y su exmarido ha planeado un viaje a Ginebra.

Quiere estar con su hijo Miguel, a quien han operado esta semana de la rodilla tras un aparatoso accidente de esquí. No es nada grave, señalan fuentes de ambas partes, pero al quedarse allí sin compañía, su padre decidió que quería ir a verle. Otra vez sin encontrarse.

Es preciso matizar que cuando se habla de Iñaki Urdangarin, los planes son algo frágiles, que pueden variar de un día para otro. Por este motivo no podemos afirmar con rotundidad que finalmente ha ido, aunque su intención, y así lo comunicó a sus hijos, era la de acudir.

En coche, sin escoltas

Si el viaje ha tenido lugar, ha sido además sin escoltas, que le fueron retirados unos 15 días después de haber firmado el famoso divorcio. Un viaje, como casi siempre, en coche, en solitario, es decir, sin Ainhoa Armentia y casi relámpago. Doña Cristina tiene previsto volver a Ginebra entre el lunes y el martes de la semana que entra y lo que no entra en los planes de ninguno de ellos es encontrarse.

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Así sucedió también hace dos semanas, cuando la Infanta aprovechó que su exmarido estaba de viaje para ir a Vitoria. Una visita de carácter privado cuyos motivos nadie de su entorno quiere desvelar, aunque apuntan a que se trataría de cuestiones logísticas, como recoger objetos que todavía tenía en casa de su exsuegra, Claire Liebaert.

Iñaki, Ainhoa y los hijos de ella estaban en Marrakech de escapada de Semana Santa. 'TardeAR' ofreció imágenes de la visita y doña Cristina aprovechó que estaba en España para desplazarse de Madrid a la capital vasca. No hay imágenes de ella con su exsuegra, pero todas las fuentes consultadas aseguran que hubo un breve pero cariñoso encuentro entre ambas.

Techos diferentes

Lo que ha quedado claro en los últimos meses es que quienes no se van a encontrar, siempre que puedan evitarlo, son la expareja. Les hemos visto a ambos, cada uno por su lado, en planes parecidos. La Infanta y Urdangarin asisten a los partidos de su hijo Pablo con el Fraikin Granollers, pero nunca en el mismo recinto. Solo un par de veces coincidieron y sucedió porque estaban en plena negociación de su divorcio. Una vez firmado, las condiciones son claras: lejos el uno del otro.

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Algunas voces del entorno familiar de doña Cristina, benévolas y conciliadoras, tratan de mandar el mensaje de que son una expareja bien avenida, que han limado sus diferencias, especialmente por el bien de sus hijos, y que tratan de mantener la paz familiar. Otras voces más críticas insisten en recordar lo mal que lo ha pasado la Infanta en los últimos años, desde que imputaron a su marido hasta que salieron las fotografías de él con otra mujer en la revista ‘Lecturas’. Una travesía por el desierto de la que la hermana de Felipe VI se recompone como puede. Y eso pasa por no ver al que fue su marido durante más de 25 años.

Este desencuentro, o relación distante, llámenlo como quieran, hace mella en la relación de Urdangarin con sus hijos, señalan las mismas fuentes. Influye sobre todo en su pareja, Ainhoa Armentia, quien tras dos años de noviazgo con Iñaki no conoce a los jóvenes.

Los hijos, lejos

Tan solo se encontró una vez con Pablo, según informó ‘¡Hola!’, y fue un saludo casi fortuito y forzado por el padre, que había llevado a su pareja a uno de los partidos de su hijo. Con todo, Armentia no asistió el encuentro deportivo y solo se acercó al recinto cuando había terminado. El resto de hermanos Urdangarin de Borbón ni conocen ni tienen intención de conocer a Ainhoa; no por el momento.

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Oportunidades no faltan. La semana que viene, en concreto el miércoles, Pablo Urdangarin vuelve a tener un partido de la Liga Asobal, que es como un hogar para su padre. El encuentro será en O Rosal, Pontevedra, y el exduque podría desplazarse hasta el lugar para estar con su hijo.

Cabe recordar que hasta la fecha, Urdangarin no tiene trabajo. Y si antes de firmar el divorcio les decía a los suyos que se desvivía por encontrar un empleo, parece que esa intensidad ha bajado notablemente y es un asunto que ya no se trata. Así pues, con todo el tiempo del mundo, puede viajar a O Rosal para ver a su hijo. Nada parece indicar que vaya a acompañarle Armentia.

En Cataluña, no Barcelona

A donde podría ir con ella, porque no sería la primera vez, es a Cataluña. El fin de semana siguiente, Urdangarin tiene la intención -fíjense que hablamos de intención porque suele cambiar de planes de una hora para otra, como lo hace también la Infanta- de visitar Cataluña. Siempre, claro, que quepa en la agenda de su expareja.

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Ante las dificultades de alojarse en la capital catalana, Urdangarin ha optado en sus últimas visitas catalanas por alojarse en casa de su hermana Ana, que vive en el Empordà desde hace algún tiempo. Y lo ha hecho con Ainhoa varias veces. El sábado 13 de abril a las 18:00 horas el Granollers juega contra el Barça. Es uno de los encuentros más especiales para su hijo y para él, y querría estar cerca para verlo. Veremos si lo consigue.