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Cuenta atrás para la libertad de Iñaki Urdangarin y el fin definitivo de su anterior vida con su exfamilia
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FAMILIA DEL REY

Cuenta atrás para la libertad de Iñaki Urdangarin y el fin definitivo de su anterior vida con su exfamilia

El exmarido de la infanta Cristina termina su condena el 9 de abril y ya no debe rendir cuentas ante nadie. Analizamos las claves de su futuro y de sus años bajo vigilancia

Foto: Iñaki Urdangarin, en una imagen de archivo. (Getty)
Iñaki Urdangarin, en una imagen de archivo. (Getty)

El 9 de abril de 2024, es decir, dentro de unos días, Iñaki Urdangarin volverá a ser un ciudadano totalmente libre. En esa fecha termina la condena que le impuso la Audiencia de Palma por varios delitos económicos en lo que fue el escándalo Nóos.

A partir de ahora, la vida del exduque de Palma nada tendrá que ver con el tormento que ha sido en los últimos años. De entrar a prisión a salir y tener que ir a firmar cada 15 días, a la libertad absoluta. Un cambio que tendrá una carga simbólica profunda.

placeholder Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, en una imagen de archivo. (Getty)
Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, en una imagen de archivo. (Getty)

Todo ha cambiado y pocos se imaginaban que terminaría como ha terminado: divorciado y lejos de la mujer con la que ha estado casado más de 25 años. Repasamos aquí algunos de los momentos clave de los casi seis años que el exmarido de la infanta Cristina ha vivido bajo condena.

Ingreso presión

Es, sin duda, el momento más duro de la vida de Iñaki Urdangarin. En aquel instante vivía en Ginebra con su mujer y sus hijos y viajó a España para entrar en la cárcel. Se había escogido la prisión femenina de Brieva para que no tuviera contacto con el resto de reclusos, una condena añadida.

Foto: Iñaki Urdangarin en una foto de archivo. (Getty)

El lunes 18 de julio de 2018, Urdangarin ingresaba en la cárcel de Brieva. La noche de antes la pasó en casa de su cuñada, la infanta Elena, con quien siempre había mantenido una excelente relación. No durmió ni un minuto y pasó la noche charlando y tomando tila. Al día siguiente llegaba a Ávila, donde pasaría casi tres años de reclusión.

Las visitas de la infanta

Son muchos quienes aseguran que doña Cristina visitaba poco o casi nada a su marido en la cárcel. Pero desde el entorno de ambos, tanto el familiar como el profesional, aseguran a Vanitatis que doña Cristina viajaba al menos una vez al mes de Ginebra para estar con su marido en prisión. El caso Nóos, con todo, había arrollado al matrimonio, que vivía en una continua crisis por lo que supuso el juicio, tanto el legal como el público, al que se sometió a la pareja.

Coronavirus

Fue un punto y aparte en la estancia en Brieva. Llegó la pandemia del coronavirus y las cárceles se aislaron. Además, en la prisión de Urdangarin hubo varios casos de personas afectadas por el virus, lo que llevó a aislarla aún más. Se acabaron las visitas para Urdangarin, que se había acostumbrado a recibir a su mujer, a sus hermanos, a sus hijos y también a otros miembros de la familia como la infanta Elena.

Foto: Iñaki Urdangarin en una imagen de archivo.(EFE)

Fue ella precisamente, junto con el exsecretario real Carlos Revenga, la última persona en visitar a Urdangarin en prisión antes de que la pandemia lo encerrara en soledad casi hasta el final de sus días como preso.

Crisis con los hijos

La reclusión provocó ciertas caídas en el ánimo de Iñaki. Mientras su hijo Juan llegó incluso a instalarse en Madrid durante una temporada para estar cerca de su padre y poderle visitar con frecuencia, su hija Irene, en plena adolescencia, mostró desapego hacia su padre.

Foto: Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina en una imagen de archivo.(Getty)

Llegó incluso a cancelar una visita sin previo aviso, lo que dejó los ánimos del entonces preso más famoso de España por los suelos. Las cosas, poco a poco, se han ido poniendo en su sitio y las relaciones con sus hijos son, en este momento, muy buenas.

La salida y el desamparo

En septiembre de 2019 lograba permisos especiales y empezó entonces su vida de voluntario en la ONG Don Orione, a la que acudía varias veces a la semana. En enero de 2021 llegó el momento del tercer grado, una de las batallas legales más intensas que Urdangarín mantuvo durante su reclusión. En marzo de ese mismo año obtuvo la libertad condicional y pidió trasladarse a Vitoria para vivir en casa de su madre y poder reemprender su vida lejos de los focos.

Foto: Iñaki Urdangarin, saliendo de Don Orione. (EFE)

Él mismo les decía a sus amigos, según pudo saber Vanitatis, que esperaba ayuda de su familia política, que esperaba poder tener un trabajo, que esperaba obtener unos ingresos que le permitieran vivir tranquilo. Pero nada de eso sucedió y Urdangarin se encontró desamparado y sin un futuro laboral. En prisión había estudiado coaching deportivo y trató de hacerse un hueco por su cuenta en algún club, algo que tampoco logró. Ante la falta de ayuda, fue su familia la que le consiguió un trabajo en una gestoría, un empleo que no le reportaba más de 1.000 euros al mes y que supuso una trampa mortal para su mujer.

La infidelidad

El verano de 2021, ya instalado en Vitoria, el entorno de Urdangarin se manifestaba sorprendido por los continuos viajes que el exduque hacía al País Vasco francés. Su conclusión, ante el desconocimiento, era que preparaba la casa familiar de la playa para su primer verano en libertad.

Foto: Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina en sus tiempos felices en Bidart. (Gtres)

Nada más lejos de la realidad. Lo que había estado haciendo era viajar al sur de Francia con su amante, una compañera de trabajo con quien inició una relación extramatrimonial. Hasta que en enero de 2022 la revista Lecturas publicó unas imágenes de la pareja en las playas de Hossegor y todo saltó por los aires.

Cosas que pasan

Ante la publicación de las imágenes se desató una tormenta familiar que se ha calmado con los años. Pablo Urdangarin, el segundo hijo del exmatrimonio, se convirtió en portavoz oficioso de sus padres al vivir en Barcelona y pronunció una de esas frases que pasan a la historia del papel cuché: "Son cosas que pasan, nos vamos a querer igual".

Urdangarin viajó a Suiza de urgencia para dar explicaciones a su mujer y pedirle perdón, pero el enfado y la devastación que arrollaron a la infanta eran de tales dimensiones que anunciaron su separación casi de forma inmediata. Comenzaba así una nueva etapa para Urdangarin, que se vio retratado, de nuevo, como el villano de la familia del Rey.

Ainhoa se consolida

La separación del matrimonio favoreció a la consolidación de la relación de Urdangarin con Ainhoa Armentia, quien se convirtió en su apoyo en uno de los momentos en los que el exduque se sintió más frágil. Dos de sus hijos, Juan e Irene, se distanciaron de su padre ante la infidelidad, su familia le reprochó sus acciones y vio incluso cómo era la infanta quien acudía a las bodas de dos de los sobrinos de Urdangarin en EEUU. Pero, como suele suceder, el tiempo acaba bajando el suflé: los Urdangarin perdonaron a su hermano y la infanta vivió un acercamiento con su familia ‘real’ que la alejó de su familia política. Cada gallina a su corral.

Divorcio

Las negociaciones del divorcio más largo de la familia real empezaron casi en el mismo momento en el que aparecieron las fotografías de marras. La infanta Cristina nunca estuvo dispuesta a perdonar esa infidelidad pública y contó con el apoyo de su padre, el rey Juan Carlos I, para llevar a cabo el proceso de separación legal de forma pautada y sin sorpresas.

Foto: La infanta Cristina, Iñaki Urdangarin, sus hijos y sus escoltas detrás. (EFE)

Finalmente, en diciembre de 2023, entre los días 20 y 22, la pareja firmaba su divorcio y finiquitaba un matrimonio que había durado más de 25 años.

La escolta y el anonimato

Iñaki Urdangarin dejó de tener escolta a las pocas semanas de firmar el acuerdo y con ese gesto llegó un momento deseado. Ha trasladado a sus seres queridos que quiere ser una persona anónima, un ciudadano normal y corriente. Y para llegar a ese objetivo, el 9 de abril de 2024 es una fecha clave. Con la condena cumplida, Iñaki Urdangarin recuperará, ahora sí, su libertad.

El 9 de abril de 2024, es decir, dentro de unos días, Iñaki Urdangarin volverá a ser un ciudadano totalmente libre. En esa fecha termina la condena que le impuso la Audiencia de Palma por varios delitos económicos en lo que fue el escándalo Nóos.

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