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El viajazo por Japón de los Sánchez-Navarro para celebrar el cumpleaños del patriarca
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ESTILO DE VIDA

El viajazo por Japón de los Sánchez-Navarro para celebrar el cumpleaños del patriarca

Los Sánchez-Navarro forman uno de los clanes más poderosos de México. El padre de Mónica, esposa de Ricky Fuster, ha tenido seis hijos de dos matrimonios y la mayor parte se ha reunido en el país asiático

Foto: Eduardo Sánchez-Navarro, el actor Josh Lucas, su esposa y Carolina Bouffier. (Getty)
Eduardo Sánchez-Navarro, el actor Josh Lucas, su esposa y Carolina Bouffier. (Getty)

La familia Sánchez-Navarro forma parte de la aristocracia empresarial mexicana desde hace décadas. Según la revista 'Quién', al final de la época colonial los Sánchez-Navarro eran dueños del latifundio más grande de América Latina, que duplicaba el territorio de Bélgica. A través de las distintas generaciones, la familia ha ido ganando (y perdiendo) poder y fortuna, también al compás de los aciertos y errores de sus distintos miembros, que también se metieron en política. En España, la Sánchez-Navarro más conocida (y tampoco mucho) es la empresaria Mónica Sánchez-Navarro, casada con uno de los mejores amigos del rey Felipe, Ricky Fuster, con el que tiene cinco hijos.

Aquí llevan una vida discreta y alejada de los medios de comunicación. En México sin embargo su apellido compuesto aparece habitualmente en los medios económicos y también, por qué no decirlo, en los más frívolos. El último chisme que les ha llevado a los titulares tiene que ver con Mercedes Sánchez-Navarro, tía de Mónica, quien se desde 2022 mantiene una relación oficial y pública con el mexicano más millonario de todos: Carlos Slim Helú.

El padre de Mónica (y cuñado de Slim), Eduardo Sánchez-Navarro Redo, es el presidente de operaciones de Grupo Qestro, un conglomerado de negocios hoteleros cuyos desarrollos más importantes están en Los Cabos. Es uno de los principales impulsores del turismo en esa región del país, donde también patrocina un conocido festival de cine en San José del Cabo y Cabo San Lucas que es ya un referente para la cinematografía internacional. En un país donde el turismo es uno de los negocios estratégicos, Eduardo Sánchez-Navarro juega un papel protagonista.

El magnate, que estos días festeja su cumpleaños, ha tenido seis hijos. Tres de un primer matrimonio con Mónica Rivera Torres (Eduardo, Diego y Mónica) y otros tres de un segundo matrimonio con Carolina Bouffier (Santiago, Carolina y Pablo). La familia vivió en mayo de 2018 la tragedia de ver morir al benjamín, Pablo, a la edad de 33 años y sin que hayan trascendido las causas.

Los hermanos viven repartidos entre España y México. Eduardo Sánchez-Navarro Rivera-Torres está casado con Paulina Lebrija, socia de Mónica en la firma de moda Mon&Pau, cuya tienda insignia está en la calle Claudio Coello y que se ha convertido en un nombre imprescindible de la tendencia del lujo silencioso. Tras años de venta en bazares solidarios y grandes casas de moda internacionales, Mónica, Paulina y su tercera socia, Tatiana Arelle, han conseguido consolidar la marca, especializada en las prendas de piel. Recientemente las tres fueron incluidas en la lista Forbes de mujeres latinas a seguir.

Por su parte, Eduardo junior está también involucrado en el negocio de la moda a través de su colaboración con Ecoalf, la firma de Javier Goyeneche, del que los Sánchez-Navarro son muy amigos. Diego Sánchez-Navarro está casado con Lucila Senderos, hija de otro importante magnate mexicano, Fernando Senderos.

A pesar de vivir separados buena parte del año, si hay algo que queda patente en las redes sociales de los miembros de este clan es su sentido de familia. Les gusta reunirse siempre que pueden, viajar todos juntos y disfrutar de tiempo de calidad. Estos días, por ejemplo, el patriarca ha logrado reunir a sus hijos, sus parejas y algún nieto en un viaje por Japón de los que no se olvidan.

Los Sánchez-Navarro han podido disfrutar de la floración del cerezo de aquel país, un espectáculo de la naturaleza que ocurre cada año en primavera. También han visitado el Arashiyama Bamboo Forest, uno de los lugares más emblemáticos de Kyoto. Se trata de un bosque natural de bambú que consta de varios caminos para turistas y visitantes.

"Se camina entre miles de bambús que se alzan unos junto a otros en busca de la luz. La brisa o el viento mecen los troncos y provocan un rumor indescriptible que figura en la lista de 'los cien sonidos a preservar en Japón'. Fascinado, el visitante no deja de hacer fotos, aunque ninguna imagen logra capturar los infinitos matices de verdor que se despliegan entre el cielo y el suelo", iliustra 'National Geographic' para dejarnos los dientes largos.

La familia se ha reunido para celebrar el cumpleaños de Eduardo Sánchez-Navarro en este viaje idílico en el que también han visitado la isla de Naoshima, mundialmente conocida como la isla del arte. Un lugar donde naturaleza, arquitectura y arte se fusionan dando como fruto un ambiente mágico y muy especial. Es una isla del Mar Interior de Japón (Setouchi) donde no hay templos, santuarios ni castillos medievales que visitar, sino siete espacios dedicados al arte contemporáneo en un paisaje de aspecto mediterráneo bañado por la luz del sol.

Los Sánchez-Navarro han compartido fotos en Tokyo, en Kyoto, en el mítico templo de Shuzenji o en el museo al aire libre de Hakone, cerca de Gora, en plena naturaleza, donde se exponen unas 120 obras de arte de los siglos XIX y XX, tanto de artistas japoneses como internacionales, y sobre todo han compartido fotos en familia. Una aventura que no olvidarán.

La familia Sánchez-Navarro forma parte de la aristocracia empresarial mexicana desde hace décadas. Según la revista 'Quién', al final de la época colonial los Sánchez-Navarro eran dueños del latifundio más grande de América Latina, que duplicaba el territorio de Bélgica. A través de las distintas generaciones, la familia ha ido ganando (y perdiendo) poder y fortuna, también al compás de los aciertos y errores de sus distintos miembros, que también se metieron en política. En España, la Sánchez-Navarro más conocida (y tampoco mucho) es la empresaria Mónica Sánchez-Navarro, casada con uno de los mejores amigos del rey Felipe, Ricky Fuster, con el que tiene cinco hijos.

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