La desconocida mujer de Salvador Illa, Marta Estruch: la experta en marketing que alargó su anonimato hasta el límite
Trabaja en el departamento de marketing de una multinacional. Vive en La Roca con su marido y su hija adolescente, y ha intentado ser anónima hasta que no ha podido ser
La primera vez que la nueva 'primera dama' de Cataluña ha aparecido en público ha sido justo el día en el que asumía su cargo. Marta Estruch, esposa del socialista Salvador Illa, nuevo presidente de la Generalitat, no había acompañado a su marido ni a un solo mítin en todos estos años. Y hablamos de un político de larga carrera, que fue alcalde de La Roca del Vallès, su pueblo, que fue ministro de Sanidad durante el covid y que ha sido candidato a presidir la Generalitat dos veces.
En todo este tiempo, Estruch era como una fantasma y casi nadie, ni siquiera en el partido de Illa, la conocía. Tampoco ha acompañado a su marido a votar en alguna ocasión. Todo un misterio hasta el pasado viernes, cuando Illa juró su cargo de president’ y la 'primera dama' llegaba al Parlament acompañándole.
Con una camiseta blanca, pantalón negro y sonriente, Marta Estruch inauguraba una nueva era en su vida, algo que no le hace demasiada gracia, según han informado fuentes del partido, pero que no tiene más remedio que aceptar.
"Que aproveche ahora"
Hace unos años, cuando Illa se presentó por primera vez a las elecciones catalanas, Vanitatis logró contactar con su hermana, Susana, artista, quien se mostró bromista con la situación de Marta. “Que aproveche ahora que puede mantenerse en el anonimato, que si su marido gana las elecciones podría llegar a ser la primera dama de Cataluña y entonces no se libra”.
“El de la mujer de Illa es un caso insólito, algo curiosísimo, casi nadie la conoce”, comentaba entonces una fuente de la dirección socialista catalana, que añade con sorpresa, casi como dándose cuenta mientras lo afirma: “¡Yo solo la he visto una vez, hace mil años! Ni viene al partido, ni siquiera va a los mítines, nada de nada”.
Sin redes sociales
Estruch trabaja en la multinacional Nestlé, en el departamento de marketing, donde coincidió durante unos años con la hermana mayor de Iñaki Urdangarin, Ana, aunque no tienen una relación muy estrecha, según hemos podido confirmar. “La empresa en muy grande”, señalan fuentes de la multinacional a Vanitatis. Lo curioso es que ella, como especialista en marketing, ha logrado pasar sin redes sociales. Ni siquiera tiene perfil en Linkedin, la red social profesional por excelencia.
La nueva primera dama es la segunda esposa de Illa, y juntos tuvieron a su única hija, una chica adolescente que se mantiene más al margen de la vida que su madre, si cabe. La familia vive en La Roca del Vallés, donde fue alcalde y donde es muy querido, los Illa Estruch viven en una casa con jardín no muy alejada del centro, una bonita propiedad con un colmado cerca.
Allí, por las calles de su pueblo, Illa corre cuatro veces a la semana; se levanta a las cuatro de la mañana y sale a trotar al amanecer. Tal como contaba en una entrevista en La Vanguardia, cuando terminó la pandemia y volvió a Cataluña retomó la rutina deportiva y ha participado en maratones. Su nueva responsabilidad le restará tiempo para competir pero no dejará de correr porque le ayuda a estar tranquilo.
El covid del ministro
El covid fue un momento duro para el entonces ministro de Sanidad. Porque además sus padres enfermaron ambos, y fue su mujer quien se encargó de cuidarlos. Illa pasó todo el confinamiento en Madrid, sin poder visitar a su familia, y cuando las cosas parecían relajarse, llegaban las sucesivas olas e Illa seguía en su residencia, un apartamento habilitado en el recinto de Moncloa, porque no tuvo siquiera tiempo de encontrar una casa en la capital. Al llegar las Navidades, Illa hizo una concesión y expresó tener ganas de estar con su mujer y su hija durante las fiestas. Esa fue una de las contadas veces en las que ha hablado de su familia.
En el verano posterior a la pandemia aparecieron las primeras imágenes de Estruch con su marido. Fue en una escapada a Teruel, al pueblo natal de su amigo Juan José Omella, arzobispo de Barcelona. Y allí unos fotógrafos improvisados captaron unas imágenes en las que también aparecía Estruch. Media melena, vestido largo y cómodo blanco con rayas azules, un capazo y unas gafas. También la vimos en la visita que la pareja hizo al Vaticano, y ya. Nunca más.
Esta primavera, la pareja cenó una noche en Barcelona con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su mujer, Begoña Gómez. Tampoco hubo una imagen del encuentro. Porque Estruch ha mantenido su anonimato hasta el límite, hasta que ya no ha podido evitarlo. Veremos cuáles son sus siguientes pasos.
La primera vez que la nueva 'primera dama' de Cataluña ha aparecido en público ha sido justo el día en el que asumía su cargo. Marta Estruch, esposa del socialista Salvador Illa, nuevo presidente de la Generalitat, no había acompañado a su marido ni a un solo mítin en todos estos años. Y hablamos de un político de larga carrera, que fue alcalde de La Roca del Vallès, su pueblo, que fue ministro de Sanidad durante el covid y que ha sido candidato a presidir la Generalitat dos veces.
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