La ausencia de Lolita Flores, Pedro Trapote rebautizado y Pablo Alborán, la "estrella": los Premios Chicote

Los premios Museo Chicote se han convertido en un clásico en el Madrid preotoño o posverano, dependiendo de la estación del año que a cada cual le guste. Hace diez años fue la primera entrega de reconocimientos públicos en este emblemático bar de la Gran Vía. Un lugar mítico donde las leyendas y las historia reales se entremezclaban, cuando el barman Perico Chicote abrió las puertas de este lugar en 1931 y donde todo era posible.

Entrando a la derecha se mantiene como un altar la mesa donde Ava Gardner se encontraba con Luis Miguel Dominguín a golpe de doble whiski con un solo hielo, que era la bebida que compartían el torero y la diva. Una coctelería que forma parte de la memoria colectiva. La serie 'Arde Madrid' recuperó esos momentos y los Premios Museo Chicote la esencia del local.

El miércoles se celebraba un doble aniversario. Por un lado, los diez años de los premios que ideó Ruben Gómez; por otro, el recordatorio de lo que fue su apertura hace 93 años y que justamente coincidía con este miércoles 18 de septiembre. En el 2015 estuvo a punto de convertirse en un local de ostras y champán tras la oferta de unos empresarios rusos a los que finalmente les negaron la reconversión. Y ya no hubo posibilidad de destruir lo que fue y sigue siendo uno de los puntos de referencia del ocio madrileño.

En esta décima edición los elegidos fueron Pedro Trapote, Lolita Flores, la serie 'Machos Alfa', Lydia Valentín, María Eizaguirre y Loles León. El acto estuvo presentado por María Esteve, que cada vez se parece más físicamente a su madre, Pepa Flores.

La actriz y directora de la fundación Antonio Gades estaba recién llegada de Verona. En esta ciudad de Italia se ha representado durante un tiempo la obra Carmen que fue el tercer ballet narrativo de Gades, y seguirá de gira por varias ciudades del mundo. Maria Esteve continúa con su carrera de actriz: "Estamos a punto de estrenar 'Todos los lados de la cama'. Se trata de una continuación, 23 años después, del éxito 'Al otro lado de la cama'. Nos hemos vuelto a juntar y ha sido muy divertido y emocionante", contaba.

Una de las anécdotas de la noche tuvo como protagonista a Pedro Trapote, premiado como empresario del año por su dedicación a mantener el patrimonio cultural de Madrid. Al presentarlo, Maria Esteve tuvo un lapsus y se dirigió a él como Pedro Chicote. Esa noche también tuvo su reconocimiento por haber mantenido edificios históricos de Madrid, como fueron los teatros Barceló y Eslava reconvertidos en la discoteca Pachá y Joy Eslava, además de recuperar la antigua churrería San Ginés, situada en el pasadizo del mismo nombre, a un paso de la Puerta del Sol.

Trapote acudió con su mujer, Begoña García Vaquero, su hijos Sergio y Gonzalo y su nieto, Álvaro. Contaba que para él Chicote era una referencia: "La primera vez que estuve fue con unos bodegueros de La Mancha". Dentro de unas semanas abrirá en el mismo callejón su próximo San Ginés que se une al de Marbella, Bogotá y Shangahi.

La periodista María Eizaguirre lo recibió en el apartado de Mejor Comunicadora y lo quiso compartir con todo su equipo. Lolita Flores, que debía recibir el reconocimiento como mejor actriz de este año, no pudo acudir por una tema relacionado con un ataque de ciática.

Además de los premiados acudieron a la cita fiestera Félix Sabroso, Gemma Mengual, AndreaLevy, Pepón Nieto, las periodista Beatriz Jarrín, colaboradora del Programa 'Fiesta' y Laia Jiménez, Laura Caballero, el actor Raul Tejón, Sandra Andújar, presidenta de la Federación Española del Lujo, Azahara Margon, íntima amiga de las gemelas Iglesias, y Fiona Ferrer, que el 3 de octubre presentará en una súper fiesta su último proyecto internacional. Antes, recibirá un premio en la Pasarela de Moda Flamenca en Jerez.

También quisieron participar de la gala Rosa López que explicó que se edita ella misma sus propios temas musicales: "Así no tengo que depender de si me quiere una discográfica o no”; Belén Esteban, que acudió con su marido Miguel, o Antonio Carmona y Mariola Orellana. Esa noche actuaba su hija Marina.

Y uno de los últimos en llegar fue Pablo Alborán que mantiene su año sabático a su manera: "No hago nada público pero sigo con mis cosas. Estoy componiendo y estudiando interpretación. Estoy feliz". El cantante mantiene su perfil de siempre sin las arrogancias de otros que ni tan siquiera han llegado a su nivel profesional. Como decían algunos de los invitados: "Pablo es la Estrella con mayúsculas. Y él no lo sabe”.