Estos son los pocos y contradictorios datos conocidos sobre el ingreso de María José Campanario en el hospital

Pasada la media tarde de este martes 8 de octubre la revista Semana hacía saltar las alarmas sobre el estado de salud de María José Campanario. Según el medio citado, la mujer de Jesulín de Ubrique había sido ingresada en el hospital San Juan Grande de la localidad gaditana de Jerez de la Frontera a causa de una operación por motivos completamente desconocidos. 48 horas después, así sigue siendo. Ningún periodista, ni medio ha conseguido conocer el origen de esta situación.

La mayor información existente corresponde a la exclusiva publicada hace ya un par de días. En esta se anotaba que la odontóloga había pasado por quirófano para someterse a una intervención, la cual no se encontraba relacionada con la fibromialgia; enfermedad crónica que ella padece y que se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado con una exagerada hipersensibilidad en múltiples áreas corporales y puntos predefinidos.

Por otro lado, desde ‘Semana’ también explicaban que este era el segundo ingreso consecutivo en un par de semanas protagonizado por María José. Inicialmente, estuvo en el centro un par de días hasta que volvió a recibir un alta médica. Después, se trasladó a su casa de Arcos de la Frontera con su familia. Y, por último, tuvo que volver de nuevo al centro a ser operada. Allí testigos presenciales la vieron con un ojo vendado y el rostro ligeramente inflamado.

A estos datos, el paparazzi Raúl García sumaba nuevos detalles en su intervención en el programa ‘Espejo Público’. "La cosa es más seria de lo que parece. A raíz de una operación por una infección la han tenido que volver a ingresar dos semanas", comentaba el colaborador, amigo de los responsables de realizar el seguimiento y posterior reportaje fotográfico sobre Jesulín de Ubrique a las puertas del San Juan el Grande.

Precisamente, el torero era captado esta misma mañana por las cámaras de Europa Press mientras salía de la finca Ambiciones montado en su coche, sonriente y tranquilo, pero sin querer pronunciarse ante los medios.

Por otro lado, su primogénita, Julia, también parece mantener la calma y aún más importante la normalidad. Según podemos ver en su perfil de Instagram, la hija de María José Campanario y Jesulín de Ubrique permanece en la capital acudiendo a las clases del Curso de Maquillaje Profesional en el Alberto Dugarte Institute en el que se encuentra matriculada; compaginandolo además con sus labores de relaciones públicas en el restaurante Bugao.

Escasos y contradictorios datos sobre un ingreso secreto que parece preocupar más a la prensa que a la familia, aunque muchos anotan que esta situación de hermetismo podría ser una estrategia para jugar al despiste y cumplir con el deseo de la protagonista de no agolpar cámaras a las puertas del hospital; como sucedió con el microinfarto de su marido hace tan solo unas semanas.