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Alaska: "En los 80, había pijos con mucho dinero. Y sin dinero y sin talento, también"
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ENTREVISTA Y FOTOS EXCLUSIVAS

Alaska: "En los 80, había pijos con mucho dinero. Y sin dinero y sin talento, también"

A través de una docuserie, tanto la cantante como su círculo cercano repasarán sus casi 50 años de carrera

Foto: Alaska posa para Vanitatis en la librería Ocho y Medio de Madrid, la semana pasada. (P. J. G.)
Alaska posa para Vanitatis en la librería Ocho y Medio de Madrid, la semana pasada. (P. J. G.)

La Real Academia Española define a la música pop como un género “que se inspira en los aspectos más inmediatos de la sociedad de consumo”. Una de las artistas que mejor ha sabido captar las tendencias ha sido Alaska. Durante casi cinco décadas, su música es tarareada desde los millennials a los Gen Z. No obstante, su faceta televisiva ha trascendido de su época en la ‘Bola de Cristal’, continuando como presentadora en los últimos años de ‘Cine de Barrio’ o ‘Benidorm Fest’.

El origen del nombre artístico de Alaska se debe a la canción ‘Caroline Says II’, de Lou Reed, en la que es mencionada en una de sus estrofas. Más allá de su figura se encuentra María Olvido Gara Jova. Nació en 1963 en Ciudad de México, fruto de la relación de un español exiliado y una cubana. Con diez años, la familia regresó a España y comenzó a vivir en un país en el que, aunque ya se podía ver la televisión en color, la sociedad seguía todavía bajo el blanco y negro. Sin embargo, años después, pasó de frecuentar todos los fines de semana el Rastro de Madrid a formalizar su carrera con Kaka de Luxe, Pegamoides, Dinarama y, finalmente, Fangoria.

Una larga trayectoria que acaba de ser revisada a través de una docuserie producida por Shine Iberia y emitida por Movistar+. ‘Alaska Revelada’ repasará la vida y obra de la cantante, contando con los personajes que han consagrado su universo, como su marido, Mario Vaquerizo, o su madre América.

Por este motivo, citamos a Alaska en la librería Ocho y Medio de Madrid, especializada en publicaciones sobre cine. Gracias a José Madrid, redactor jefe de esta revista, se produce el encuentro de la cantante con la dueña del establecimiento, María Silveyro, a la que conoció durante los años 80, y con su hija, a la que cariñosamente llama ‘mi niña’. Es este un ejemplo más de que, pese a todo lo que ha cambiado Madrid, Olvido continúa trascendiendo de generación en generación.

Con una carrera profesional de casi 50 años. ¿Es esta docuserie el formato condensado y especial para los fans de Alaska?

No lo sé, cuando haces algo así piensas que el que es muy fan lo sabe casi todo, ya que tiene cierta preocupación por leer tus entrevistas o tiene archivo de otros años. Es verdad que siento que lo he contado todo, pero está suelto. Una cosa está en 'Tómbola', otra en 'Interviú' y otra en la revista 'Cáñamo', pero eso requeriría de un grado de fanatismo que no sé si habrá más de dos personas para reunirlo. Por otro lado, siempre pienso que este tipo de proyectos le interesará a los tres fans que tenemos y luego resulta que no, que se convierte en otra cosa. A diferencia del reality, es más interesante porque hay cosas que ni los fans saben.

placeholder Alaska posa para Vanitatis. (P. J. G)
Alaska posa para Vanitatis. (P. J. G)

Este tipo de proyectos tienden a realizarse cuando ya ha muerto el personaje...

Claro, pero con casi 50 años de carrera. Si no hubiera empezado tan pronto y hubiera sido a los veintitantos, ahora tendría 80 años y sería crepuscular. Estos programas son siempre complicados porque hay muchos tipos de formato, como ‘Lazos de sangre’ u ‘Hormigas blancas’, pero esto no es eso. La idea de la directora fue plantearlo como salud, dinero y amor, lo cual me parece interesante, porque no es una cronología de una carrera y vas adelante y atrás en el relato.

¿Exponer tu vida te ha servido para evitar hacer esa reflexión de manera privada?

Seguramente, porque con el propio reality o en las entrevistas te encuentras hablando de cosas o llegando a puntos de reflexión a los que tú nunca habrías llegado en tu casa.

Relatas que hay cosas que cuentas ahora porque estás en un buen momento. ¿Qué lastre te has quitado para abrirte en esta ocasión?

Un poco la excesiva preocupación por los demás. Es el problema que surge cuando tú hablas de ti, que no termina en uno mismo, ya que al lado hay parejas, amigos o compañeros de trabajo. Siempre es complicado eso, porque te toca hablar de otra persona que forma parte de tu vida. Esto lo vemos mucho en el corazón, cuando la gente dice 'que no me mencionen', pero si has sido la pareja, pues tendrá que hablar de ti. Esto es lo que más me ha costado y creo que me he quitado ese problemón que tengo siempre de intentar no implicar a los demás.

¿En algún momento las personas allegadas a ti te han dicho algo acerca de tu sobreexposición?

No, nunca lo he oído de gente cercana, porque me conocen y saben que eso no solo no me importa, sino que forma parte de lo que me gusta.

Sí nos trasladamos a tu llegada a España con diez años, uno de los primeros choques culturales que sufriste fue el bullying por tu acento mexicano.

Sí, bueno, ahora se llama bullying, pero en general es que se ríen de ti en clase. Es algo que ha pasado desde que los niños, tipo Charles Dickens, van a clase. Y seguirá pasando hasta que deje de haber colegio presencial.

"Yo no quería ser cantante, yo solo quería estar en un grupo"

¿Cómo viviste tu llegada a esa España?, y trasladándolo a la actualidad, ¿cómo crees que afectan los discursos de odio contra los recién llegados?

Creo que cuando no existe el concepto de discurso de odio o el del bullying es más fácil de asimilar porque no te ves metido en un paquete. Es algo que te está pasando a ti y tienes que buscarte tú las armas necesarias para salir de eso. La mía fue integrarme, ya que yo al mes no tenía acento y decía palabrotas como los niños españoles. No acudí a la señorita para decirle que se reían de mí porque soy mexicana. Por ello, no sé lo que pasaría hoy en día, que hay psicólogos y tutores en los colegios. El mundo es otro y yo solo conozco el que viví.

Hasta 1977 no comienza tu etapa artística con Kaka de Luxe. ¿Estabas convencida de que querías ser cantante?

No, no quería ser cantante. Yo solo quería estar en un grupo, que es diferente. De hecho, empecé tocando la guitarra y eso se ve bastante bien en el documental. Hay dos versiones distintas de cómo llego a cantar. El productor musical Capi dice que fue él quien me animó y Nacho Canut dice que fue Pedro Almodóvar tras ‘Pepi, Luci, Bom’. Pero yo te doy una tercera versión: empecé a cantar en directo haciendo coros en el disco de un grupo que se llamaba ‘Paraíso’. Entonces, cuando llegó un momento en que echamos al cantante que teníamos, alguien tenía que ponerse a cantar y yo ya tenía experiencia. Entonces, lo hice.

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Alaska posa para Vanitatis. (P. J. G)

Sin el apoyo de la gente de tu alrededor, ¿no hubieras sido cantante?

No, claro, tú eres tú y todo el mundo que te creas. Eso es algo que creo que he intentado contar, ya que yo no quería cambiar el mundo, yo quería cambiar solo el mío. Irte encontrando con personas especiales de tu edad o mayores que tú con los que podías formar ese mundo fue lo que nos salvó mentalmente a todos.

Desde la canción ‘Funcionaria Asesina’ a ‘Horror en el Hipermercado’, parece que no compusisteis ninguna balada de amor. ¿Evitasteis ser ñoños?

El amor nos interesa para vivirlo, pero para contarlo es mucho más divertido desde el lado oscuro, desde el lado del desamor. Supongo que eso forma parte de la influencia que tienen en nosotros las rancheras, los boleros y la copla.

Durante esos años se conocía poco de esa Olvido detrás de Alaska. ¿Tu intimidad formaba parte de la intención de crear un mito en aquella época?

No he tenido intimidad. He tenido lo que la prensa ha querido que tenga. En el documental salen novios que estaban en los estrenos de Pedro (Almodóvar) a mi lado, pero nadie se paraba a preguntarnos nada. Por eso siempre he pensado que, si tú lo vives todo con normalidad, no tienes interés. A mí nunca me persiguieron hasta que me casé con Mario y salió la noticia trastocada por una publicación de que nos habíamos casado. Hasta entonces, había tenido parejas antes, pero nunca interesé a nadie.

"Mi primer fracaso musical fue Kaka de Luxe, era un horror"

Ahora echando la vista atrás se dice que erais unos pijos con más dinero que talento.

Había de todo. Pijos con mucho dinero, sin dinero y sin talento, también, los cuales para mí han triunfado, porque el talento es lo que a ti te guste. Hay grupos de esa época que me espantan y es horrible que te metan en el mismo paquete que otros solo porque pertenezcas a la misma ciudad o a la misma generación. Considero que si nosotros no hubiéramos tenido una determinada formación, por ejemplo, viajar fuera de España y hablar inglés, nos hubiéramos perdido la mitad de las cosas que nos ayudaron en ese momento.

Pito Cubillas, el mánager de Dinarama, fue el que te convenció para unirte con Carlos y Nacho ¿Cómo ocurrió?

Estaba muy perdida porque habíamos terminado Pegamoides y para mí fue un drama. Nacho se ríe mucho en el documental diciendo que era una niña de 19 años, la cual pierde su grupo y se deprime, pero yo no encontraba como salir de aquel agujero. Entonces, Pito me dijo que por qué no cantaba en un concierto con ellos y después descubrí que me encantaba estar con ellos.

En 1989 se disuelve Dinarama. A nivel personal, ¿cómo viviste la ausencia de Carlos Berlanga?

En aquel momento fue un alivio, porque estábamos en una situación crítica de no entendernos trabajando y Carlos tampoco estaba en un buen momento. Para Nacho y para mí fue algo que sabíamos que iba a pasar. Lo maravilloso de todo esto es que, a pesar de ese primer momento, luego retomamos la relación con Carlos y fuimos productores de sus discos. No obstante, nunca hubiéramos vuelto a hacer un grupo con él.

placeholder Alaska posa para Vanitatis. (P. J. G)
Alaska posa para Vanitatis. (P. J. G)

¿Cómo se produjo ese acercamiento?

Por Nacho, porque son, y siempre serán, aunque Carlos no esté, los mejores amigos. Se conocían desde niños y fueron a través de esos encuentros que se salvaron la vida mutuamente. Entonces, después de un momento inicial de alejamiento, ellos volvieron a juntarse.

La muerte de Carlos en el año 2002, ¿qué te produjo a nivel personal?

En ese momento, en el que estábamos de nuevo todos unidos, fue muy triste, pero fue un poco su elección de vivir. Él decidió que su vida tenía que ser como era; le llevara eso a lo que llevara, iba a ser así. Entonces, yo lo respeto.

Retomando Fangoria. Se crea en 1989. El nombre del dúo se debe a una revista estadounidense para fanáticos del cine de terror, pero creo que en el nombre también tuvo algo que ver Víctor Sandoval.

Creo que el primero que cogió el nombre de Fangoria para un disco fue Víctor. No lo tenía registrado legalmente, pero él formaba parte de nuestra vida porque vivía en casa de Nacho. No por haber sido antes el presidente del club de fans de Pegamoides a los 15 años, que lo fue, sino porque siguió con nosotros después.

Los primeros años del dúo fueron predicar en el desierto, ¿fue tu primer fracaso musical?

No, el primero fue Kaka de Luxe. Ahora hay mucha mitología sobre aquello, pero no le gustábamos a nadie, cosa que no me extraña porque era un horror. Éramos muchas personas diferentes, con gustos musicales diferentes y aquello no iba a ningún sitio. El primer disco de Dinarama, que eran otros tiempos, no fue un éxito tampoco. Nosotros estamos acostumbrados desde el principio a que nos vaya mal y cuando nos va bien, nos sorprendemos.

En los años 80, el éxito también conllevaba una relación con la política. Desde Tierno Galván a Felipe González. ¿cómo fue tu relación con los políticos?

En mi caso, inexistente. No había relación con la política. Yo no podía votar porque era extranjera, pero no me consta que nadie votara en mi círculo. Aparte de Tierno Galván, con Joaquín Leguina se viajó y con Cuca Solana también estuvimos en la moda. Además, ella nos sacó a todos del calabozo una noche. Habían estrenado la película de los Sex Pistols y éramos como veinte en el cine. Algunos formaron un poco de follón y nos llevaron a todos a comisaría. Al entrar Cuca, habló con los policías y nos sacaron. Esas eran nuestras relaciones con la política en aquel momento. Incluso se nos achacaba a todo ese mundo que fuésemos apolíticos y que no sumásemos.

¿Que te digan que eres 'de derechas' afecta a que no te contraten desde la izquierda?

En las contrataciones de conciertos no te llama un partido, te llama el Ayuntamiento y hay un acuerdo. Antiguamente, sí que por lo visto había listas negras, pero lo conocí después.

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Alaska posa para Vanitatis. (P. J. G)

Estás considerada por muchos una musa del colectivo LGTBIQ+. ¿La diversidad hay que celebrarla o hay que defenderla?

Hay que celebrarla, pero yo no siento que tenga que defenderla porque no me siento atacada. No obstante, ante un ataque, defiéndete, me parece bien. Asimismo, no vivo el mundo colectivamente, porque vengo de un tiempo en el que no existía el concepto colectivo. Creo en individuos y precisamente en diversidades y no en etiquetas. A mí no me coloques la ‘B’, porque eso no me define.

Este año se cumplen 40 años de ‘La Bola de Cristal’. ¿Por qué no acudiste al homenaje de su aniversario y que significó para ti el programa?

Hay parte de la familia de Lolo [Rico, la creadora del formato] con la que no me entiendo. Una vez hice una acción que iba a hacer con Lolo primero y luego la llevé a cabo con otra persona. Más tarde se hizo un anuncio muy mono para Netflix sobre 'La bola de cristal' y a una parte de la familia no le pareció bien. Creo que entonces sus palabras fueron muy desacertadas. Desde ese día decidí que cosas específicas de La bola, lamentándolo mucho, no las hago. Para mí 'La bola', a nivel personal, fue verme por fin haciendo televisión desde dentro y no solamente como entrevistada.

Bowie, Sara Montiel, Divine. ¿La vida sin referentes es menos vida?

Para mí, sí. Todos tenemos referentes, porque hasta lo que no te gusta es un referente para saber lo que no quieres hacer o lo que no quieres ser. En mi caso, soy un saco de referencias.

De todos los que pudiste conocer, ¿quién te decepcionó más?

Los Clash, pero también porque yo tenía una imagen diferente de ellos. El problema de la decepción nunca está en la persona, está en el que lo mira.

"Mi problema ha sido la excesiva preocupación por los demás"

Mario y Nacho, tus grandes compañeros de vida. Uno es la antítesis del otro, ¿cómo los describirías?

No te creas, diría que no porque se parecen más entre ellos que yo con cada uno de ellos. Mario, si entra aquí, pues quiere que tú le mires. Y Nacho es como yo en eso. Nos encantaría poder tener la capa de invisibilidad y que nadie nos viera.

¿Has pensado con Mario en dejar de trabajar o en algún plan cuando paréis?

No, porque nuestro trabajo es nuestra afición. A mí me parece maravilloso que me paguen por ir a un programa de televisión, por un concierto o por ir a pinchar, porque son cosas que me gusta hacer. Entonces, no tengo ningún plan de dejarlo.

¿Alaska es más la construcción de un personaje o la realidad desmitificada tras una larga carrera?

Es la realidad. Punto. No sé si mitifica, desmitifica, pero no hay personaje. Para mí, la salud mental ha pasado por construirme tal y como yo me siento y tal y como yo me veo, lo que ha impedido ser personaje.

placeholder Alaska posa para Vanitatis. (P. J. G)
Alaska posa para Vanitatis. (P. J. G)

Ahora, como cronista de los famosos, ¿quién te ha llamado más tu atención de los nuevos perfiles? ¿Nos hacen falta más como Sara Montiel y menos influencers?

Depende de cómo sea el influencer. Entre los ya clásicos, me fascinó descubrir a Aless Gibaja. En esto, como en todo, tú encuentras tus referentes, porque por suerte hay de todo.

¿Alaska se arrepiente de algo?

No, soy un poco bruta para eso. Como mucho, de haber dejado a un novio dos años más tarde o de no haber hecho la dieta, pero vamos, de esas cosas.

Has cambiado mucho estéticamente. ¿A la Alaska de 1980 le fascinaria esteticamente la Alaska de 2024?

Sí, totalmente. Todavía quiero cambiar más, que me fascina.

¿Tienes algún cambio pensado?

El otro día le dije a Vicky (Martín Berrocal) en el pódcast que no soy adicta a la cirugía, porque si lo fuera, tengo pensadas tantas cosas que me haría... Se lo exponía como los tatuajes. Podría tener una manga y dos y siete, pero luego llega el momento y tengo otras cosas más importantes que hacer, entonces se va postergando.

La Real Academia Española define a la música pop como un género “que se inspira en los aspectos más inmediatos de la sociedad de consumo”. Una de las artistas que mejor ha sabido captar las tendencias ha sido Alaska. Durante casi cinco décadas, su música es tarareada desde los millennials a los Gen Z. No obstante, su faceta televisiva ha trascendido de su época en la ‘Bola de Cristal’, continuando como presentadora en los últimos años de ‘Cine de Barrio’ o ‘Benidorm Fest’.

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