La batalla doméstica del hijo de Carmen Sevilla y su ex

Augusto Algeró, hijo de la popular presentadora del Telecupón, volvía a la actualidad estos días gracias a unas declaraciones a la revista Semana en las que confesaba que su madre, aquejada de Azlheimer desde hace unos años y con un empeoramiento de salud palpable que la llevó a ingresar en el hospital, "está en silla de ruedas" y ya no le reconoce. También declaraba a la revista que las finanzas familiares dan "para mantener" a su madre en la residencia en la que se encuentra desde hace meses. Sin embargo, él mismo parece haber vivido numerosos problemas a raíz de su separación de Marta Díaz, la que hasta hace meses era su mujer.

Según ha podido confirmarVanitatis, el hijo de la famosa artista y su exmujer compartían un ático con terraza en una urbanización de Pozuelo de Alarcón que ha sido objeto de polémica entre ambos. Algueró tenía un estudio de trabajo en la parte de arriba del domicilio y, dados los problemas conyugales, habló con el presidente de la comunidad para poder hacer un acceso directo al estudio sin tener que pasar por casa y, por tanto, sin tener que ver a su mujer. El problema vino cuando Díaz, que no fue informada de las obras que iban a tener lugar en su propia casa, se enteró de la obra y acabó llamando a la policía para que impidiese la misma. Este medio se ha puesto en contacto con Augusto Algueró, que no ha querido hacer declaración al respecto.

Un distanciamiento progresivo unido a cambios familiares

Hace meses, el diario ABC publicaba que el hijo de Carmen Sevilla se iba a vivir con su madre a su piso de la calle Pintor Rosales de Madrid tras ratificarse su divorcio. Sin embargo, la información aparecía un mes antes de que la artista ingresase en una residencia donde, según sus allegados, iba a estar atendida por especialistas en el cuidado de enfermos de Alzheimer. Así, el piso que antaño fue hogar de la cantante y actriz se habría puesto a la venta. El teléfono fijo delque hasta hace muy poco tiempo había sido el hogar de Carmen Sevilla ha sido dado de baja en las últimas semanas.

Además, Virdecar, la empresa que figuraba a nombre de la actriz y de la que su hijo era uno de los titulares, ha cambiado de objeto social (un cambio que afecta a la administración del patrimonio de los socios, "esté este incluido o no en el patrimonio propio de la compañía", según publicaba el Boletín Oficial del Estado) en diciembre del año pasado y que seguramente obedece a la incapacidad de la propia Carmen para administrar su propio negocio.

La relación entre Augusto y su mujer, con la que tiene dos hijos en común, había sido complicada desde hace más de un año y una sentencia en firme de divorcio hizo que el hijo de la artista quisiese abandonar, definitivamente, el domicilio conyugal tras ver que no podía distanciarse lo suficiente de su mujer, ni siquiera con obras mediante.

Además, fuentes cercanas a la pareja afirman que la relación entre la propia Sevilla y su nuera no era excesivamente boyante y eso provocó que el hijo estuviese, durante algún tiempo, alejado de su madre. Ahora que la guerra entre ambos parece haber llegado a su fin, el ático de Pozuelo de Alarcón sigue en un limbo, igual que el piso de Martín Rosales. Lo único cierto, hoy por hoy y según algunos amigos de la popular artista, es que ella se encuentra "estable y relativamente bien dentro de la enfermedad que sufre", un alivio para sus admiradores después de la alarma que la llevó hace pocas semanas al hospital y que mantuvo a muchos pendientes de su delicado estado de salud.