La 'doble vida' de la duquesa de Suárez

La máxima de Alejandra Romero, actual duquesa de Suárez, siempre ha sido la discreción. Sin embargo, ese afán por querer pasar desapercibida no impidió que hace unos días, en el último homenaje a su abuelo, Adolfo Suárez, celebrado el pasado 30 de marzo, su ausencia generase cierta controversia. La joven, de 26 años, fue la principal baja de un acto que precisamente el año anterior ella misma había organizado como miembro del comité ejecutivo de la Organización en Defensa de la Transición. Según informó 'El Mundo', los motivos de tan notable ausencia fueron que se encontraba de viaje, un viaje del que ya habría regresado, tal y como demuestran las imágenes tomadas este fin de semana en Madrid y a las que Vanitatis ha tenido acceso.

En ellas se ve a una Alejandra Romero en una actitud muy relajada, luciendo un 'look' deportivo y acompañada por su novio, Álvaro López-Cotelo, que también lleva un estilismo similar. La pareja salió a pasear por los alrededores de la casa del empresario, ubicada en Arturo Soria, y en todo momento demostraron una gran complicidad entre ambos. En su paseo llama la atención que Alejandra no se desprende de su Ipad, su herramienta de trabajo, de la que no ha querido separarse ni siquiera en fin de semana.

Vea aquí toda la galería de imágenes de Alejandra Romero

Y es que la nieta del que fuera el primer presidente de la democracia lleva una vida muy ordenada de lunes a viernes que gira en torno a su trabajo como abogada del prestigioso bufete Herbert Smith, al que pertenece desde hace casi tres años. A sus oficinas de la calle Velázquez, en pleno barrio de Salamanca, acude cada día muy arreglada y elegante, según atestiguan también las imágenes a las que ha tenido acceso Vanitatis. Para acudir a su trabajo, la duquesa se decanta por 'looks' sobrios en tonos oscuros que la ayuden a pasar desapercibida. Siempre que sea día laboral, Alejandra vive en el domicilio familiar con su padre, Fernando Romero, y su hermano.

Sin embargo, llegado el viernes, la joven 'abandona' esa vida tan recta para escaparse a casa de su chico, con el que pernocta alguno de esos días y aprovecha para disfrutar de planes de ocio. Durante dos días los dos jóvenes hacen vida de pareja, aunque, de momento, por sus planes no aparece pasar por el altar.

Fractura familiar

Una boda en el clan de los Suárez podría resaltar de nuevo las diferencias que existen entre ellos desde hace tiempo. Las disputas familiares comenzaron con el título de Suárez, cuando en 2006 la Ley de Igualdad para la Sucesión de Títulos Nobiliarios aprobó que por derecho le correspondía a Alejandra ser la legítima heredera del ducado de Suárez, que hasta entonces estaba previsto que recayera en el primogénito de Adolfo Suárez, el tío de Alejandra, Adolfo Suárez Illana. Aquello supuso una brecha familiar que con el tiempo lograron cerrar, aunque no del todo.

La herida se volvía a abrir con la muerte del padre de la Transición española. El 31 de marzo de 2014, la catedral de la Almudena albergaba el funeral de Estado del político y sus hijos, capitaneados por Adolfo, ya dijeron que aquel sería el último acto público al que acudirían para rendir homenaje a su padre. Deslizaron entonces que quien acudiese lo haría para salir en la foto, pero que no era su caso. Aquellas palabras fueron más recordadas que nunca un año después cuando Alejandra Romero, acompañada por los hermanos de su abuelo, honraba el recuerdo de Adolfo Suárez en el primer aniversario de su muerte con un acto prácticamente igual al celebrado este año. Paralelamente, los tíos de la joven, Adolfo, Laura, Sonsoles y Javier, celebraban otro funeral en la más estricta intimidad. El cisma entre los dos bandos del clan Suárez se hizo más evidente que nunca aquel día.

¿Tienes un dispositivo móvil iOS o Android? Descarga la APP de Vanitatis en tu teléfono o tablet y no te pierdas la actualidad de nuestros famosos. Para iOS, pincha aquí, y para Android, aquí.