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Se vende por tres millones de euros la que fue la casa familiar de los Ruiz-Mateos
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en POZUELO DE ALARCÓN

Se vende por tres millones de euros la que fue la casa familiar de los Ruiz-Mateos

Fue la joya de la corona, el símbolo de su imperio familiar y la sede de Nueva Rumasa. Tras varias hipotecas y embargos, ahora está a la venta

Foto: Montaje realizado por Vanitatis
Montaje realizado por Vanitatis

Desde la década de los setenta, el empresario jerezano José María Ruiz-Mateos y su esposa, Teresa Rivero, reunían a la familia en una mansión situada en la calle Alondra en la lujosa zona residencial de Somosaguas, perteneciente al municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón. Los muros de aquella vivienda se convirtieron en el hogar familiar de sus trece hijos, pero también en el fortín de los negocios familiares. Fue en los ochenta cuando el patriarca decidió convertir una zona del inmueble en los despachos del clan tras la expropiación de Rumasa. Desde allí, padre e hijos tejían el imperio familiar. En 2012, la policía judicial registraba la vivienda a la búsqueda de pruebas después de que inversores se querellaran contra la familia por estafa en la emisión de pagarés y letras de empresas de Nueva Rumasa. Actualmente esta mansión de 1.700 metros cuadrados con una parcela de casi 7.000 metros cuadrados está a la venta. Pero hay más letra pequeña.

Años después se publicita en una inmobiliaria como una “excelente vivienda unifamiliar de 1.700 metros cuadrados sobre una parcela de 6.871”. La mansión está distribuida en una planta principal con un hall, un gran salón comedor, sala de estar, despachos y aseo de cortesía. Tiene además una cocina con office, despensa y zona de servicio con amplia zona de estar. En la planta baja se ubican dos habitaciones independientes con sala de estar, vestidor, dormitorio con terraza y un baño en cada una. La planta primera consta de cuatro amplios dormitorios tipo suite con cuarto de baño incorporado además de una zona de oficinas con despachos. No dejen de contar habitaciones.

La planta sótano tiene una zona residencial independiente con cuatro dormitorios y cuarto de baño, una zona de servicios de bodega, cuarto de plancha, lavadoras, vajillas, trastero y una amplia zona de estar con biblioteca, sala de juegos y una capilla de 60 metros cuadrados con salida al porche. Junto al garaje, se ubica una zona con entrada independiente de unos 500 metros cuadrados para los despachos. Si no les pareciera lo suficientemente grande, tienen la posibilidad de comprar una parcela contigua con una superficie de 2.600 metros cuadrados por otro millón de euros.

Una vivienda con pasado

Los que la adquieran tendrán en exclusiva el lugar donde el jefe del clan pasó su arresto domiciliario y allí se reunía con otros empresarios, empleados, banqueros o abogados. La casa estaba a nombre de Begonia S.A., una de las empresas del holding. Precisamente el juez de la Audiencia Nacional, Juan José de la Mata, estableció en una auto que la forma de actuar de la familia era poner cada vivienda a nombre de una sociedad española propietaria del inmueble y una sociedad extranjera, casi siempre de Belice, propietaria de la anterior sociedad española y colocaban a un miembro de la familia, generalmente el usuario de ese inmueble, como administrador de la sociedad española y apoderado de la sociedad extranjera.


La sociedad hipotecó la vivienda con Fortis Bank (BNP-Paribas) en 2006 para responder de un préstamo de 3,1 millones de euros, un valor inferior al fijado entonces en el mercado inmobiliario. En 2010 esa hipoteca se amplió otros 438.000 euros. La caja central del emporio dejó de pagar las letras y el banco solicitó en el juzgado que se ejecutara el préstamo. BNP decidió subastar la casa por un valor de 7 millones de euros en 2013, pero finalmente tuvo que adjudicársela.

Los juzgados dilataron durante meses el desahucio y finalmente en mayo de 2014 José María Ruiz-Mateos, ya enfermo de párkinson, se resignaba a abandonar el fortín familiar y sus recuerdos entre aquellas paredes para trasladarse a vivir a una casa de 250 metros cuadrados en Aravaca. No era la primera vez que pesaba un embargo sobre la vivienda. El Gobierno de Felipe González lo intentó tras la expropiación del holding Rumasa, pero el empresario logró evitarlo escriturando la casa a nombre de su mujer.

Foto: El ya fallecido José María Ruiz Mateos, junto a Joaquín Yvancos, abogado de Rumasa durante 30 años. (EFE)

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Desde la década de los setenta, el empresario jerezano José María Ruiz-Mateos y su esposa, Teresa Rivero, reunían a la familia en una mansión situada en la calle Alondra en la lujosa zona residencial de Somosaguas, perteneciente al municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón. Los muros de aquella vivienda se convirtieron en el hogar familiar de sus trece hijos, pero también en el fortín de los negocios familiares. Fue en los ochenta cuando el patriarca decidió convertir una zona del inmueble en los despachos del clan tras la expropiación de Rumasa. Desde allí, padre e hijos tejían el imperio familiar. En 2012, la policía judicial registraba la vivienda a la búsqueda de pruebas después de que inversores se querellaran contra la familia por estafa en la emisión de pagarés y letras de empresas de Nueva Rumasa. Actualmente esta mansión de 1.700 metros cuadrados con una parcela de casi 7.000 metros cuadrados está a la venta. Pero hay más letra pequeña.

Familia Ruiz-Mateos Pozuelo de Alarcón
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