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La otra ruptura traumática de Mari Pau Domínguez: su divorcio de Lobatón
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La otra ruptura traumática de Mari Pau Domínguez: su divorcio de Lobatón

“Ha sido un día muy duro. No quiero decir nada”, explicaba a Vanitatis con relación a lo ocurrido con José Manuel Yáñez. Su separación del presentador de '¿Quién sabe dónde?' tampoco fue fácil

Foto: Paco Lobatón y Mari Pau Domínguez en un fotomontaje de Vanitatis
Paco Lobatón y Mari Pau Domínguez en un fotomontaje de Vanitatis

Este viernes, Mari Pau Domínguez se convertía en la involuntaria protagonista de un asunto que acababa con su expareja en la comisaría. José Manuel Yáñez, antiguo director de gabinete de Ciudadanos, era detenido por la policía por aporrear la puerta de la periodista durante la noche anterior. Un supuesto episodio de violencia de género que acababa en la portada de muchos periódicos el viernes por la mañana. Como era de esperar, ella no quiere hablar del tema. “Ha sido un día muy duro. No quiero decir nada”, explicaba en conversación telefónica con Vanitatis. Lo irónico del caso es que las trifulcas de pareja no son nada nuevo para ella. Su divorcio del popular Paco Lobatón supuso un personal 'vía crucis' que no olvidan todos aquellos que lo vivieron en primera persona.

Casados desde principios de los 90, el presentador de '¿Quién sabe dónde?' y ella formaban una pareja aparentemente idílica: periodistas de profesionalidad intachable y con imagen pública lo suficientemente impoluta como para pensar algo negativo sobre ellos. Cuando se divorciaron en 2012, el proceso de separación fue de todo menos tranquilo. “Fue ella la que tomó la decisión de irse, pero él decidió permanecer en la casa”, aseguran fuentes cercanas a la expareja, que también recuerdan cómo los dos tuvieron que compartir, a lo largo de un par de años, el mismo domicilio en Aravaca (Madrid). Cuentan también los más allegados que, en ese intervalo de tiempo, se llegaron a vivir situaciones absurdas. “Las partes de la casa estaban divididas y había días en los que le tocaba a él comer en el salón y otros a ella. No tenía ningún sentido”, apostillan. Narran también que ella, para proteger su privacidad, “cerró su cuarto con llave”.

Lo peor de todo es que Mari Pau vivía, por aquel entonces, una situación económica que no era demasiado boyante. La hoy consejera de Telemadrid hacía pequeñas colaboraciones en prensa y vivía, a duras penas, de su faceta como escritora. No parece haberle ido mal, ya que se hizo con un premio de novela histórica por 'La casa de los siete pecados', pero los libros no suelen dar mucho dinero. “No es comercial; no es una María Dueñas”, resaltan comprensivos los que la conocen. De hecho, también afirman, a modo de confesión en voz baja, que la periodista “llegaba a tener problemas hasta para pagar la gasolina” mientras vivía el irracional proceso que conlleva casi toda separación. Según se publicó en su día, Lobatón se encargó de investigar en los medios de comunicación en los que colaboraba su esposa cuánto dinero ganaba esta.

Foto: paco-lobaton-abre-la-puerta-a-la-vuelta-de-quien-sabe-donde

Pese a lo que pueda parecer, aquella fue una 'guerra de los Rose' que acabó meridianamente bien. O, al menos, de manera cordial. Aquí paz y después gloria, debieron pensar sus dos protagonistas, que desde entonces han seguido sus respectivas vidas con toda tranquilidad, sin volver a mencionar el tema y con toda la discreción que les permiten sus profesiones públicas. De hecho, los encargados de comunicación de la Fundación Quién Sabe Dónde Global Europea por las Personas Desaparecidas, conducida por el famoso periodista, también afirmaban a este medio que “no va a hacer declaraciones sobre su exmujer porque es un asunto que no le compete”. Lo que está claro es que en aquella ocasión, como ahora, Mari Pau Domínguez vio cómo ese juego de dos que es el amor se rompía en mil pedazos.

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Este viernes, Mari Pau Domínguez se convertía en la involuntaria protagonista de un asunto que acababa con su expareja en la comisaría. José Manuel Yáñez, antiguo director de gabinete de Ciudadanos, era detenido por la policía por aporrear la puerta de la periodista durante la noche anterior. Un supuesto episodio de violencia de género que acababa en la portada de muchos periódicos el viernes por la mañana. Como era de esperar, ella no quiere hablar del tema. “Ha sido un día muy duro. No quiero decir nada”, explicaba en conversación telefónica con Vanitatis. Lo irónico del caso es que las trifulcas de pareja no son nada nuevo para ella. Su divorcio del popular Paco Lobatón supuso un personal 'vía crucis' que no olvidan todos aquellos que lo vivieron en primera persona.

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