Las novias del Real Madrid se cubren con el hiyab musulmán en Abu Dhabi
Clarice Alves, Adriana Pozueco y Andrea Salas, novias de Marcelo, Theo Hernández o Keylor Navas respectivamente, han tenido que ceder a la tradición para poder pasear por la ciudad
El Real Madrid ya se encuentra en Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes, para habituarse al clima y así rendir mejor en el Mundial de Clubes de la FIFA, un encuentro deportivo en el que se verán las caras los campeones de sus respectivos continentes. Una presión en los terrenos de juego al que permanecen ajenas las novias de los jugadores, que se han desplazado hasta la capital árabe para acompañar a sus chicos y, de paso, hacer algo de turismo.
Sin embargo, llama la atención que las wags del Real Madrid han tenido que descubrir los encantos de Abu Dhabi siguiendo las normas y tradiciones del país visitado, que les obliga a cubrir su cabello con un pañuelo por respeto a sus ciudadanos. Eso provoca que lleven el correspondiente hiyab, velo que cubre el pelo y el cuello de las mujeres, pero que deja al descubierto su rostro, a diferencia del burka o el nikab, que tapa por completo la belleza femenina.
Así hemos podido ver a las mujeres de Marcelo, Theo Hernández o Keylor Navas. Se trata, respectivamente, de Clarice Alves, Adriana Pozueco y Andrea Salas. Tres bellezas, ahora brillando a medio gas al adoptar la indumentaria característica de los Emiratos Árabes, que no han tenido reparo en mostrar cómo les sientan estas prendas en sus perfiles de Instagram.
También han mostrado algunos de los edificios monumentales que se han encontrado en su paso por Abu Dhabi, como es la mezquita Sheikh Zayed. Visitar estos enclaves de gran belleza requiere de una indumentaria precisa y de obligado cumplimiento. Algo que Clarice Alves, Adriana Pozueco y Andrea Salas supieron respetar y que parece no haberles importado.
El Real Madrid ya se encuentra en Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes, para habituarse al clima y así rendir mejor en el Mundial de Clubes de la FIFA, un encuentro deportivo en el que se verán las caras los campeones de sus respectivos continentes. Una presión en los terrenos de juego al que permanecen ajenas las novias de los jugadores, que se han desplazado hasta la capital árabe para acompañar a sus chicos y, de paso, hacer algo de turismo.