Ada Colau: "No he tenido solo una novia, he salido con varias y no lo veo extraño"

Nunca pensó que hablar de su noviazgo con una mujer la iba a convertir en el centro de la actualidad. Ada Colau ha tenido varias novias en su vida, por lo que contarlo le pareció lo más normal. Hasta que vio cómo reaccionaba la sociedad. Entonces confirmó un hecho: todavía hay un largo y duro trabajo por hacer.

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La alcaldesa de Barcelona recibió críticas “lamentables”, dice, hacia su experiencia y hacia su particular ‘salida del armario’. Aquí no vamos a hablar de etiquetas, nada más lejos de las intenciones de Colau (y de las nuestras). Hablamos de personas.

Esta mujer que tiene dos hijos con su pareja, Adrià Alemany, con quien comparte todo desde hace casi dos décadas, lucha desde la alcaldía por normalizar lo que muchos todavía ven excepcional. “La normalidad es la diversidad”, dice en una charla con Vanitatis. Un pensamiento que creyó más generalizado de lo que lo está porque vivimos en una sociedad en la que todavía impera la “heteronormativa”. Por eso no piensa dejar pasar ni un pequeño indicio de agresión.

Pregunta.- ¿Podemos decir que todo está más normalizado en cuanto a la condición sexual?

Respuesta.- Es evidente que no está normalizada la situación. Que cada vez que una persona con notoriedad política o conocida explica una condición sexual que es diferente a la heteronormativa se genere tanto debate demuestra que todavía no está normalizado.

P.- ¿Es necesario salir del armario?

R.- No es necesario, no es imprescindible que todo el mundo hable de sus sexualidad porque por los motivos que sea puede ser que alguien no quiera compartir sus cuestiones privadas. Pero sí que es positivo que todos podamos hablar desde la diversidad y sus efectos para demostrar que la normalidad es la diversidad. Considero que es un acto positivo de riqueza colectiva. Hay que tener en cuenta que la sociedad va muy por delante de las instituciones en este sentido.

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P.- Todavía hay homofobia...

R.- Desgraciadamente está a la orden del día, no tanto en nuestra casa como en otros países, pero tambien en nuestra casa. Por lo tanto, no podemos ser autocomplacientes y tenemos que estar muy atentos. Porque se siguen cometiendo delitos de odio, porque las personas LGTBI siguen padeciendo discriminación en numerosos ámbitos, empezando por el mundo laboral... Por todos esos motivos, desde las instituciones se debe dar un mensaje contundente de que no habrá ninguna tolerancia hacia los delitos de odio contra la comunidad LGTB.

Barcelona es una ciudad pionera en la defensa de los derechos del colectivo LGTBI. Siempre lo fue. El 26 de junio de 1977 tuvo lugar en las Ramblas la primera manifestación por los derechos del colectivo LGTBI del Estado español, organizada por el Front d’Alliberament Gai de Catalunya. En 2004, el Gobierno municipal (presidido entonces por el alcalde socialista Joan Clos) creó el primer Consell Municipal de Lesbianes, Gais, Transsexuals, Bisexuals i Interssexuals, un órgano consultivo y de participación ciudana.

La finalidad del ente es el de "fomentar la igualdad de derechos, libertades y el reconocimiento social de las personas LGTBI", según el Ayuntamiento de Barcelona, el primero en contar con un consejo de participacion destinado al ámbito de la diversidad sexual y de género.

P.- ¿Qué se puede hacer desde las instituciones?

R.- Tenemos que garantizar los derechos con todos los mecanismos posibles a través de las leyes, protegiendo legalmente a cualquier víctima de agresión o discriminación. Además de la parte legal, sobre todo, hay un tema de educación, desde bien pequeños. Hay que tener claro que nos tenemos que educar en los valores democráticos de respeto a todo el mundo sea cual sea su origen, su lengua, su cultura, su condición sexual… Y eso es una cuestión de educación en valores democráticos.

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P.- Ha habido avances...

R.- Es cierto que se ha avanzado mucho en los últimos años pero no nos tenemos que parar ni ser autocomplacientes, tenemos que seguir en esta línea para que efectivamente pronto podamos decir que hemos erradicado cualquier agresión o discriminación por motivo de la orientación sexual.

P.- Habló de una relación personal que mantuvo con una mujer. ¿Vale la pena contarlo o el desgaste por las críticas es demasiado doloroso?

R.- Hablé de una relación con una mujer, aunque de hecho he tenido varias, pero hablé de una especialmente importante para mí. Lo hice porque era pertinente, porque me lo preguntaron, si me lo hubieran preguntado antes lo habría explicado antes. Lo hice como un acto de normalidad, no pensé que estuviera haciendo nada excepcional. En cambio, me di cuenta de que era más excepcional de lo que yo me había pensado por las reacciones que hubo.

Tanto algunas de rechazo, en las redes sociales, muy lamentables, como las reacciones de mucha gente, emocionada, agradecida... Y realmente me di cuenta de que todavía hay mucha gente, demasiada gente, que sufre en silencio por esta cuestión. Así que todavía estoy más contenta y orgullosa de haberlo explicado y ojalá esto fuera una práctica habitual.