Es noticia
Menú
Crónica 15. 19 de agosto de 2013
  1. Estilo
  2. Ocio
SEGUNDO VIAJE AL EXTREMO ESTE DE EUROPA CONTINENTAL

Crónica 15. 19 de agosto de 2013

POR LA PISTA DE PECHORA Eran las cinco de la mañana y estábamos de nuevo con nuestras motos. Recuperada la tranquilidad después de la locura de la

Foto:

POR LA PISTA DE PECHORA

Eran las cinco de la mañana y estábamos de nuevo con nuestras motos. Recuperada la tranquilidad después de la locura de la noche anterior, intentamos volver a cargar las motos y dejarlas preparadas para la llegada del ferry a las 9 de la mañana.

Nuestros amigos rusos iban despertándose a medida que avanzaba la mañana. A las cinco de la mañana luce aquí el sol como a las 9 en España. Nosotros no teníamos otro obsesión que salir de allí con el dichoso ferry. El colmado del pueblo lo abrían a las 9 horas, justo cuando debía llegar el ferry, así que nos organizamos para poder comprar lo necesario para el viaje. Tarek iría al colmado en moto y yo le llamaría si veía que podíamos perder el ferry.

Llegaron las 9 horas, Tarek fue a comprar, volvió y…el ferry ni estaba, ni se le oía, ni parecía que los rusos estuvieran especialmente sorprendidos por este nuevo retraso. Le dimos una hora a aquella situación. Si a las diez no estábamos embarcando, estábamos saliendo con las motos hacia la pista de Pechora.

Le comenté a Tarek que debíamos basarnos únicamente en nuestras opciones, sin condiciones externas, en un país que no conocemos y laxo en su operativa.

Iríamos a por toda la gasolina que necesitáramos y saldríamos a la pista para llegar a Pechora, tardáramos lo que tardáramos.

Llegaron las diez, nos despedimos de nuestros amigos rusos que insistían en que nos quedáramos y nos fuimos a rellenar gasolina a la gasolinera de Byrta que tenía gasolina de 95 octanos. La gasolinera que está cerca del inicio de la pista tenía solo gasolina de 92 octanos.

Aceptando que había 300 kilómetros de pista y que las motos cargadas podían gastar unos 8 litros a los cien, necesitábamos unos 24 litros por moto, más algo de margen. Aceptamos iniciar la pista con 24 litros cada moto y utilizar los seis y medio que habíamos escondido como margen.

Nuestros depósitos tienen unos 12 litros de capacidad, así que teníamos que cargar con otros 12 litros adicionales.

Compramos dos bidones de agua destilada de cinco litros y tantas botellas de coca-colas como fue necesario, que aquí son de 1,25 litros o 2,5 litros. Su contenido, para asombro de la dependienta, lo vaciamos en la alcantarilla. Le compramos también toda la cinta aislante que tenía, ya que no tenía cinta americana y la nuestra sucumbió pronto, frente a tanto bidón que atar.

Parecíamos un par de bombas incendiarias ambulantes.

Salimos de allí a las 14 horas, camino de nuestra pista que está a unos 100 kilómetros de Byrta. Al llegar a la última gasolinera, rellenamos lo gastado para llegar hasta allí y seguros de llevar cada uno 24 litros arrancamos.

La pista estaba como el día anterior, completamente embarrada y con constantes pozas. Tal vez el mayor problema sean las grandes y muy profundas roderas que dejan los mastodontes que pasan por aquí. No obstante, mantuvimos un ritmo aceptable y en menos de dos horas llegamos a donde habíamos escondido los seis y medio de gasolina.

Al rellenar descubrimos que había habido algún problema con el depósito de Tarek y teníamos en realidad cinco litros menos de lo previsto. Obviamente decidimos continuar, conduciendo con marchas largas (3ª y 4ª), para reducir en la medida de lo posible el consumo.

Seguimos unos 30 kilómetros más y antes de que anocheciera, decidimos buscar un lugar en el que hacer nuestro segundo vivac. Encontramos un camino que nos alejaba de la pista y nos llevaba hasta un cortafuegos. En una discreta hondonada nos paramos y montamos el vivac. La hondonada nos iba a permitir hacer fuego sin ser vistos. Estábamos en un cortafuegos, en una zona encharcada, así que el riesgo no era el incendio, sino la dificultad en que algo prendiera.

Montamos un agradable vivac. Conseguimos hacer un buen fuego, que acompaña mucho, en el secamos la ropa, hicimos tostadas para la cena…muy agradable. Lástima de chistorra y setas…

Pasamos una buena noche.

POR LA PISTA DE PECHORA

Gasolina Depósitos
El redactor recomienda