Los tres looks de la reina Máxima en China, a examen
En su regreso a tierras chinas un año y medio después, hemos visto a una Máxima tan alegre, simpática y enérgica como siempre, así como elegante y atrevida con sus looks
Máxima ha regresado a China y lo ha hecho esta vez en plena forma. Y es que en su último viaje al país asiático sufrió un problema de salud mientras realizaba junto a Guillermo Alejandro una visita de Estado. En el segundo día, la reina tuvo que poner rumbo a Holanda después de haber sido diagnosticada de una grave crisis renal por la que tuvo que ingresar en el hospital durante un par de semanas. En su regreso a tierras chinas un año y medio después, hemos visto a una Máxima tan alegre, simpática y enérgica como siempre, así como elegante y atrevida con sus looks.
Aprovechando su viaje al este de Asia, ya que en los próximos días estarán presentes en los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Corea del Sur, los reyes han estado en China para realizar una breve visita de dos días. Su primer acto fue una reunión de trabajo en la embajada de Holanda en el país para la que la argentina estrenó un bonito dos piezas formado por vestido de corte clásico con estampado de cuadros y abrigo a juego. Máxima lo combinó a la perfección con un clutch de ante verde de Natan y salones del italiano Gianvito Rossi. Completaban el look unos guantes de piel y unos pendientes de diamantes formando dos girasoles.
Esa misma noche, los reyes se encontraron con el presidente chino, Xi Jinping, y su esposa, Peng Liyuan, para una breve reunión y una cena. Máxima quiso tener un detalle con el país anfitrión y estrenó un colorido vestido de inspiración oriental con la parte superior coral y el resto magenta. El diseño lleva incrustados abalorios de colores y tiene la cintura remarcada. Lo firma Claes Iversen, el diseñador de origen danés que se ha convertido en un imprescindible en el armario de la reina holandesa. Como complementos eligió unos salones que combinan ante rojo y vinilo de Natan y cartera de mano también roja. Como joyas destacaban unos pendientes florales de diamantes y rubíes.
Para su último día en Pekín, Máxima rescató de su armario uno de sus looks más icónicos del año pasado. Se trata de un conjunto firmado por el diseñador Jan Taminiau formado por vestido en tonos azules y naranjas con rayas horizontales y un abrigo tipo capa confeccionada en los mismos colores pero con estampado degradé. Lo estrenó en el Día del Rey de 2017 y con él recibió muy buenas críticas. A sus pies llevaba unos salones en color tostado de Gianvito Rossi y en su mano una cartera de rafia de Natan. El tocado lo firma Fabienne Delvigne.
Máxima ha regresado a China y lo ha hecho esta vez en plena forma. Y es que en su último viaje al país asiático sufrió un problema de salud mientras realizaba junto a Guillermo Alejandro una visita de Estado. En el segundo día, la reina tuvo que poner rumbo a Holanda después de haber sido diagnosticada de una grave crisis renal por la que tuvo que ingresar en el hospital durante un par de semanas. En su regreso a tierras chinas un año y medio después, hemos visto a una Máxima tan alegre, simpática y enérgica como siempre, así como elegante y atrevida con sus looks.