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Las visitas silenciosas de la infanta Cristina a Barcelona
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el 21 de marzo es la última audiencia de las partes

Las visitas silenciosas de la infanta Cristina a Barcelona

La última vez que la Infanta estuvo en la capital catalana fue hace dos semanas para despachar con su equipo. Hablamos con su entorno laboral

Foto: La infanta Cristina en una imagen de archivo. (Gtres)
La infanta Cristina en una imagen de archivo. (Gtres)

Es algo que sorprende en los pasillos de La Caixa. En la avenida Diagonal, sede de la entidad en Barcelona, ven entrar y salir a la infanta Cristina de manera habitual, unas dos veces al mes desde que se fue a Ginebra. Por eso, cada vez que se oye en las torres negras que la mujer de Iñaki Urdangarin no pisa España, más de uno arquea las cejas.

La directora del área internacional de la Obra Social La Caixa viaja por todo el mundo para supervisar los proyectos solidarios que se llevan a cabo desde su departamento. Un equipo que ella lidera y no precisamente desde la distancia. Hace tan solo dos semanas fue la última vez que la Infanta estuvo en Barcelona por motivos laborales, tal y como ha podido saber Vanitatis.

placeholder La infanta Cristina sale de visitar a su padre en la clínica.
La infanta Cristina sale de visitar a su padre en la clínica.

La hermana de Felipe VI se reúne con su equipo de manera periódica, acude a inauguraciones y actos oficiales, y desempeña sus labores de manera habitual. "Es su trabajo", dicen desde su círculo. Quienes trabajan con ella suelen guardar silencio sobre el papel que desempeña en la entidad, saben que cualquier comentario sobre el trabajo de la Infanta será mal visto.

Hablamos con una persona de su trabajo

Vanitatis logró hablar hace unos días con una persona que trabaja con la hermana del Rey y se mostró encantada con ella. No desvelaremos su identidad para no perjudicar a nadie, pero aseguró a este medio que "mucha gente se sorprendería si la conociera porque es una 'curranta' de narices, trabaja más que nadie, da la cara y es seria pero muy amable". Esta fuente prosiguió: "Es muy normal verla por los pasillos, habla con la gente como si nada y da el callo siempre".

Hace dos semanas, en su última visita laboral a Barcelona, no tuvo ningún acto público. Fue un viaje de los habituales para despachar temas de trabajo, de los que mantiene con una frecuencia aproximada de dos al mes. Lo que suele intentar evitar es la foto, aunque después charle amigablemente con los asistentes a los actos que se organizan desde su área.

placeholder La infanta Cristina en la asamblea general de La Caixa en 2013. (EFE)
La infanta Cristina en la asamblea general de La Caixa en 2013. (EFE)

Cuando viene a Barcelona suele hacerlo sola; antes intentaba traer a sus hijos, que añoraban la ciudad y a sus amigos. Pero el tiempo lo cura todo, dicen, y a los Urdangarin Borbón la nostalgia se les ha ido borrando de la mirada.

Suiza, refugio indefinido

Así que nada hará que las cosas cambien, ni siquiera la posible entrada en prisión del padre de familia. La Infanta no se mudará de Ginebra, donde quiere vivir de manera indefinida. La defensa de Iñaki Urdangarin deberá comparecer el miércoles que viene ante los jueces para conocer la decisión del Tribunal Supremo sobre el recurso que presentaron él y otras partes contra la condena. La Fiscalía elevó la petición de prisión a 10 años, por lo que son muchas las fuentes que apuntan a que su ingreso es casi inevitable.

placeholder Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin en Ginebra. (Gtres)
Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin en Ginebra. (Gtres)

Incluso él, que durante un tiempo suspiró tranquilo y pensó que al final "se hará justicia", es decir, que no entraría en la cárcel, tiene ya digerida esa posibilidad. La Infanta, por su parte, está tocada; ambos han necesitado ayuda psicológica para poder llevar el asunto con calma, sobre todo ante sus hijos. El miércoles 21 de marzo estará más cerca de saber si esa "verdad", como llama la infanta a una absolución de su marido, se hace efectiva o si la justicia, como dijo su padre, el rey Juan Carlos I, es igual para todos.

Es algo que sorprende en los pasillos de La Caixa. En la avenida Diagonal, sede de la entidad en Barcelona, ven entrar y salir a la infanta Cristina de manera habitual, unas dos veces al mes desde que se fue a Ginebra. Por eso, cada vez que se oye en las torres negras que la mujer de Iñaki Urdangarin no pisa España, más de uno arquea las cejas.

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