La reina Letizia, ocho años después: mismo vestido, distinta mujer

La reina Letizia deslumbró a todos con la elección de vestuario que hizo para la cena de gala ofrecida en honor del presidente de Perú, Martín Vizcarra, y su esposa, Maribel Díaz. La Reina tiraba de fondo -muy fondo- de armario y reutilizaba el vestido gris que estrenó para la cena previa a la boda de los actuales duques de Cambridge. Y aunque no son los 15 años que tiene el traje de Armani que lucía el día de su compromiso y volvía a ponerse en su viaje a Marruecos, son también muchos años, concretamente ocho, los que tiene este diseño. Una pieza que la vistió como Princesa de Asturias y lo hacía otra vez este miércoles, pero ya como Reina.

Y es que son muchas las cosas que han cambiado en doña Letizia desde que se lo enfundara por primera vez. Empezando por esa, una de las principales, que ahora es la actual Reina consorte y primera dama de nuestro país. Un título que ostenta desde el mismo momento en el que don Felipe se proclamó Rey y que la ha dotado de una seguridad aplastante, en cada uno de sus compromisos oficiales, discursos o viajes de Estado. Como Princesa de Asturias, intentaba estar en un plano menos principal que la reina Sofía, algo que ha cambiado radicalmente, ya que es -y lo sabe- la protagonista absoluta en cada una de sus apariciones, sean quienes sean sus acompañantes.

También ha habido cambios en lo que respecta a sus hijas. Por aquel entonces, eran muy escasas las apariciones de las infantas Leonor y Sofía, ya que quería que vivieran su infancia con cierta normalidad. Ahora, y especialmente desde que su primogénita se convirtiera en Princesa de Asturias, las niñas tienen más presencia en ciertos actos oficiales, marcados en rojo en el calendario. De hecho, Leonor pronunciaba hace unos meses sus primeras palabras en público, con motivo del 40º aniversario de la Constitución. La Princesa se subía al estrado y leía el prímer artículo de la Carta Magna, bajo la atenta y orgullosa mirada de la Reina.

Físicamente, Letizia Ortiz tampoco es la misma que se puso aquel vestido en abril de 2011. Además de los diversos retoques estéticos y tratamientos de belleza a los que se ha sometido desde entonces, sus brazos lucen ahora algo más perfilados y menos musculados, y su escote menos huesudo, por lo que el diseño de Felipe Varela le sentaba especialmente bien este miércoles. La seguridad de la que hablábamos se da también en cuanto a su físico, ya que Letizia ahora sabe cuándo brilla. Y esta ha sido una de esas veces.