Máxima presume de casa: enseña su palacio tras la reforma de 63 millones (públicos)

La semana pasada, los más de dos millones de libras que costó la reforma de Frogmore Cottage supusieron todo un terremoto mediático en Reino Unido. Pero, como ya analizamos en Vanitatis poco después, es una cifra que se convierte en calderilla comparada con la que han gastado otros royals en adecentar sus residencias oficiales. Es el caso de Guillermo y Máxima de Holanda, que se llevan la palma en cuanto al gasto, ya que al final fueron 63 millones de euros los que se gastó el Estado para acondicionar Huis Ten Bosch, la casa donde desde enero viven los Reyes con sus tres hijas.

Y Guillermo y Máxima están tan contentos y orgullosos del resultado que han querido abrirnos las puertas de su casa, aunque de forma virtual y a través de la propia página web de la Casa Real, donde podemos ver imágenes de varias de las estancias, como el recibidor, el Salón de Baile, el Salón Azul, el Salón Chino o el Salón Japonés. Es lo que tiene tener tantísimos metros cuadrados de espacio -concretamente, 8.785 metros cuadrados-: que se pueden tener hasta dos salones con estética oriental, amén de diferentes alas y habitaciones, no solo como vivienda, sino también como espacio de trabajo institucional.

Una de las características de la Casa Real de Holanda es la transparencia total en sus cuentas. Y la reforma de Huis ten Bosch no ha sido una excepción. La página web del Ministerio de Asuntos de Interior y Relaciones del Reino publicó en su momento todos los detalles sobre la renovación del histórico palacio: "La renovación es 4,1 millones más cara: 63,1 millones en lugar de 59 millones de euros. De esto, 1,1 millones es la indexación de precios: debido a la mejora de la economía, los precios de los productos de construcción, los salarios por hora y los costos de construcción han aumentado. Además, se necesitan 3 millones adicionales debido a contratiempos estructurales".

Estos tres millones, tal y como se explica en la misma página, se debieron a que las condiciones del palacio estaban mucho peor de lo esperado en un principio. Hubo que restaurar por completo los techos y fachadas, además de las escaleras. Teniendo en cuenta que fue construido en el siglo XVII, ni la enorme reforma ni el gasto han sorprendido a muchos. La misma institución desvela, además, cada dato del proceso de renovación: la empresa encargada de la reforma, el nombre de los arquitectos, la cantidad y tipo de materiales utilizados o cuántos operarios han trabajado por día. Unas cifras tan exactas y detalladas que tanto la Casa Real como el citado Ministerio entiende que los ciudadanos tienen derecho a saber, puesto que el dinero ha salido de las cuentas públicas.