Máxima de Holanda en una cena de gala: suspenso de día, sobresaliente de noche

Primer estilismo de gala de Máxima de Holanda de la temporada. Con todo lo que ello conlleva, vestido largo y joyas. Lástima que la prensa solo tuviera unos segundos para captar la imagen de la argentina junto al rey Guillermo llegando al palacio de Noordeinde, donde este miércoles se celebraba la cena con el Consejo de Estado que presidían los soberanos. Así que solo podemos ofrecerles una fotografía de medio cuerpo de la reina. Afortunadamente, Máxima optó por el reciclaje y rescató uno de los vestidos de su armario, por lo que no se van a quedar con las ganas de saber cómo era el look al completo.

Y es que prácticamente copió el estilismo exacto que lució hace justo dos años, en una cena benéfica en la que estrenó un vaporoso vestido de Luisa Beccaria, una de sus diseñadoras fetiche. Al diseño no le falta detalle: tiene dos estampados diferentes en la falda y el cuerpo, además de un pronunciado escote, mangas anchas y botonadura trasera. Tampoco se complicó mucho a la hora de escoger los complementos, ya que eligió el mismo collar para la cena de este miércoles. Una pieza compuesta de diamantes y zafiros que pertenece a la colección real.

En 2017, Máxima lució unas altísimas sandalias de tiras azules y una cartera en tono nude, que ha sido el único detalle que ha cambiado del look. Para la cena de este miércoles, optó por un bolso en azul oscuro. Con las puntas del pelo ligeramente rizadas, la reina aprobaba con nota el primer examen de gala de la temporada. Y es que, en eventos de etiqueta, rara vez decepciona. Tampoco queremos quitar mérito al rey Guillermo, que luce desde la vuelta de sus vacaciones una favorecedora barba y parece algo más delgado.

El contraste entre el look nocturno y el que escogió para el compromiso que tuvo unas horas antes es enorme. Si al atuendo de gala no se le pueden poner muchos peros, no podemos decir lo mismo del diurno. El mono en color azul oscuro de Natan -un viejo conocido de su vestidor- era una opción perfecta para el acto que presidió en el Banco de Desarrollo Holandés de La Haya. Pero el peinado o, mejor dicho, la ausencia de él y los zapatos, un modelo peep toe con lazos en color rojo de la firma Miu Miu, hacían del estilismo un candidato perfecto para la lista de 'patinazos' de la reina Máxima.