Mary, madre antes que princesa: los abrazos de Christian y Josephine que la derriten
La australiana acudió este domingo con dos de sus hijos al Hubertus Hunt, una cita ecuestre en la que Christian ejerció de príncipe, hermano mayor y 'protector' de su madre
Este domingo, se ha celebrado en Copenhague una de las jornadas protagonizadas por la familia real más esperadas por la prensa. Se trata del Hubertus Hunt, un campeonato ecuestre en la que más de cien jinetes vestidos de rojo compiten en el Palacio del Hermitage, un pabellón de caza situado a las afueras de la capital danesa. La cita deportiva se convierte en una cita de lo más familiar, ya que es habitual que acudan Federico y Mary de Dinamarca -anteriormente también lo hacían la reina Margarita y el príncipe Henrik-, acompañados de sus hijos.
En esta ocasión, al heredero lo sustituyó en sus funciones su hijo Christian, que ejerció de príncipe, hijo y hermano mayor. Y es que Mary protagonizó con él y con su hija Josephine unas imágenes de lo más tiernas en uno de los balcones del palacio, desde donde disfrutaban de la competición. La princesa estaba rodeada de amor y muy bien flanqueada por sus dos hijos. No solo a Josephine le costaba despergarse de ella, sino que también vimos a Christian estrechando a su madre entre los brazos, en una actitud que sería muy difícil ver en otras casas reales europeas, aunque se tratara de un evento poco protocolario como este. También el príncipe tuvo muchos gestos de amor hacia su hermana pequeña, haciéndole múltiples carantoñas y apretándole la cara.
No hay duda de que la australiana está aprovechando al máximo el tiempo con sus hijos antes de que comiencen, el próximo enero, el curso de 12 semanas que está previsto en un internado de Suiza. Aunque Mary hará un parón en sus funciones para estar cerca de ellos durante ese tiempo, el régimen de internamiento del centro no facilitará que pasen tanto tiempo juntos como ahora. De momento, los dos príncipes ayudaron con la entrega de premios. Josephine algo más parada y tímida; Christian, como futuro heredero, mucho más dinámico y resuelto, dando un paso más hacia su papel institucional, que podría asumir en muy pocos años.
Pero esta no ha sido la única cita donde hemos visto a Mary de Dinamarca este fin de semana. El sábado por la noche, ya junto a su marido, entregaba los premios Kronprinsparrets, es decir, Príncipes Herederos, donde volvió a brillar con un vestido de noche del diseñador Soeren Le Schmidt, asimétrico, con un brazo al descubierto, sin inmutarse por el frío danés, y echando mano de un elemento que últimamente se ha vuelto imprescindible en sus últimos looks, la capa.
Este domingo, se ha celebrado en Copenhague una de las jornadas protagonizadas por la familia real más esperadas por la prensa. Se trata del Hubertus Hunt, un campeonato ecuestre en la que más de cien jinetes vestidos de rojo compiten en el Palacio del Hermitage, un pabellón de caza situado a las afueras de la capital danesa. La cita deportiva se convierte en una cita de lo más familiar, ya que es habitual que acudan Federico y Mary de Dinamarca -anteriormente también lo hacían la reina Margarita y el príncipe Henrik-, acompañados de sus hijos.