El collar de Meghan Markle que reveló su relación con Harry, en el foco de la polémica

La de quebraderos de cabeza que la nueva biografía de los duques de Sussex va a traer consigo a la familia real británica el día que oficialmente salga a la venta, y decimos esto teniendo en cuenta que todavía no lo ha hecho y cada día descubrimos nuevos y reveladores datos que nos dicen que estamos ante un documento bomba. Tendremos que esperar hasta el 11 de agosto, fecha en la que el libro 'Finding Freedom', de Carolyn Durand y Omid Scobie, se empezará a vender al público para ver qué dice o cómo actúa al respecto la Casa Real británica, y mientras tanto vamos conociendo nuevos detalles.

El último tiene que ver con un collar de Meghan Markle y, como todo en torno a ella, no está exento de polémica. Hablamos de una pieza simbólica de su joyero y con una gran historia detrás que la mujer del príncipe Harry comenzó a lucir cuando la pareja salía en secreto y mucho antes de que su relación se hiciera pública.

Se trata de un colgante muy fino de la marca The Right Hand Gal personalizado con las iniciales de Meghan y Harry. ¿Lo recuerdas? Por si acaso, aquí tienes a la duquesa de Sussex con él en el año 2018.

Pero su viaje oficial con el príncipe Harry a Australia en 2018 no fue la fecha en la que estrenó esta pieza. Tenemos que remontarnos al año 2016, momento en el que Meghan Markle era una de las actrices protagonistas de la serie 'Suits', vivía en Canadá y también empezó a mantener en secreto una relación con el que hoy es su marido. Obviamente, el entorno más cercano a la reina Isabel II estaba al tanto de este noviazgo, pero prefirieron optar por la discreción y esperar a que la relación se consolidase.

Los rumores alrededor de la posible pareja aumentaban cada día y los paparazzi comenzaron a seguir a Meghan Markle. Las alarmas saltaron al llegar a manos de la Casa Real británica una fotografía de ella paseando por Toronto portando el collar en cuestión, un símbolo de su profundo amor por Harry y que venía a demostrar que su relación iba viento en popa, pero que en palacio no se vio con buenos ojos, ya que suponía prácticamente una confirmación del noviazgo y ellos preferían esperar.

El libro explica que, tras esta comprometida situación, miembros del equipo más cercano al príncipe Harry aconsejaron a Meghan que lo mejor era guardar el collar en su joyero y no volver a lucirlo por el momento, pero ella, a pesar de que entendió que se lo decían con buena intención, decidió afrontar las consecuencias y no dejar que eso le asustara. Consecuencia: uno de los primeros disgustos para la reina con la figura de Meghan como rebelde protagonista.

El collar personalizado con sus iniciales, que, por cierto, es uno de los bestsellers de la firma The Right Hand Gal, sigue siendo una pieza clave en el joyero de Meghan Markle y uno de los símbolos de su amor por Harry.