La desaparición del misterioso relaciones públicas del rey Mohamed VI de Marruecos
Soufian el Bahri llevaba 12 años dando una imagen más informal del monarca a través de las redes y alentado por el palacio real. Acaba de cerrar su Facebook sin aclarar el motivo
El rey Mohamed VI haciéndose un selfie con un inmigrante marroquí en una calle de París; el rey retratado rodeado de jóvenes marroquíes en Amsterdam; el rey sonriente con un bebé en brazos; el rey con pantalón corto y despechugado; el rey con el rapero francés Maître Gims; el rey al volante de un lujoso automóvil...
Desde hace doce años, la Casa Real de Marruecos ha trasladado una imagen más informal y cercana al ciudadano del monarca alauí que hoy viernes cumplirá 57 años. Para dar a conocer esa faceta del soberano recurría a las redes sociales, sobre todo a Facebook, donde un joven llamado Soufiane el Bahri colocaba esas fotografías.
Desarrollaba así una hábil operación de relaciones públicas de cara a los marroquíes que descubrían a un rey más próximo y moderno de lo que dejaba entrever el rígido protocolo del palacio real. Las fotos permitían, a veces, saber dónde estaba Mohamed VI de vacaciones o con qué nuevos amigos compartía su ocio.
Desde finales de julio Soufian el Bahri ha cerrado su página. Todos aquellos que se interesan por las andanzas del monarca alauí han perdido una valiosa fuente de información. El joven explicó que tomó “la decisión de cerrar la página del rey Mohamed VI debido a la gran confusión creada y a que los enemigos de mi éxito tratan de perjudicarme”.
Falsos rumores
En la tarde del 26 de julio Soufian el Bahri se hizo eco en su página de un falso rumor. Los ministerios del Interior y de Sanidad marroquíes anunciaron que a partir de la medianoche de ese día no se podría salir ni entrar en ocho ciudades de Marruecos –todas las grandes excepto Rabat y Oujda- para tratar de contener la pandemia. Faltaban cuatro días para el Aid Al Adha, la mayor fiesta religiosa del Islam, y decenas de miles de marroquíes se pusieron enseguida al volante o subieron a un tren para reunirse con sus familiares y celebrarla juntos. Los atascos fueron gigantescos.
Soufian el Bahri se hizo entonces eco de una falsa noticia que circulaba por las redes: Mohamed VI alargaba en 48 horas el plazo para salir y entrar de las grandes ciudades. Todo lo que se publicaba en su página contaba con la anuencia de la Casa Real, según creían los marroquíes. Algunos dieron por buena la noticia y aplazaron su desplazamiento. La difusión de ese rumor le valió algún disgusto al dueño de la página. Fue convocado por la policía judicial, según la prensa marroquí –él lo ha desmentido- pero al final se libró de ser puesto a disposición de la fiscalía que en Marruecos investiga a los presuntos delincuentes.
Con el cierre de la página no acaba del todo el misterio de Soufian el Bahri. ¿Quién es este joven y cómo consiguió las fotos a lo largo de todos estos años? Algunos han dudado hasta de su existencia, pero él ha concedido algunas mini entrevistas intentando demostrar que era de carne y hueso. Explicó, por ejemplo, a la CNN estadounidense que él es un admirador del rey, pero que “jamás se encontró con Su Majestad”.
Leyenda urbana o personaje real
Las instantáneas se las hacían llegar, según narró hace años a este corresponsal, a través de Facebook, por marroquíes que “han tenido el privilegio de retratarse con el rey”. Su explicación es poco creíble porque aunque ahora cuenta con 1,3 millones de seguidores, muchos marroquíes, sobre todo emigrantes, siguen sin conocerle y algunas de las fotos publicadas, con los artistas por ejemplo, han sido tomadas en casas particulares o en residencias reales. Parece más verosímil que personas del séquito real son los verdaderos fotógrafos cuya producción le envían para que él la dé a conocer.
Que la Casa Real marroquí haya decidido prescindir de los valiosos servicios de Soufian el Bahri porque metió la pata, el 26 de julio, propagando un falso rumor, parece una decisión desproporcionada. Probablemente sea una sanción por motivos más graves –elogió hace meses al príncipe Moulay Hicham, enfrentado con el monarca- u obedece a un cambio de política de comunicación quizás precipitado por el error que cometió. Acaso el soberano considere que en tiempos de pandemia no debe dar una imagen que raya a veces con la frivolidad.
Desde antes de que Rabat empezara, en marzo, a tomar medidas para contener la propagación de la Covid-19, Soufiane al Bahri dejó de subir fotos a su página. Durante los meses de confinamiento la agencia de prensa oficial MAP apenas distribuyó media decena de instantáneas del monarca, siempre con mascarilla, recibiendo a miembros de su Gobierno o rezando con su hijo, Moulay Hassan, en el Mausoleo Mohamed V de Rabat.
La salud del monarca
La primera comparecencia pública del monarca se produjo el 29 de julio cuando pronunció el discurso del Trono con el que se conmemora su entronización hace 21 años. Mes y medio antes había sido operado con éxito, en el palacio real de Rabat, de una arritmia cardiaca. “(…) el rey apareció más delgado y pálido de lo habitual, con una voz quebrada con la que se equivocó en varias ocasiones al leer su texto”, señaló la agencia de prensa EFE al informar de la alocución.
Como suele ser habitual, fue la prensa de Argelia, un país enfrentado con Marruecos, la que más cargó las tintas suscitando dudas sobre la salud del soberano. “Mohamed VI no estaba en gran forma”, resaltaba, por ejemplo, “L’Observateur d’Algérie”. “Apenas conseguía leer el texto que tenía ante sus ojos (…)”, añadió ese diario.
Después de pronunciar su discurso, Mohamed VI reanudó sus vacaciones en la residencia real de Rincón, a 25 kilómetros al este de Ceuta. Desde allí habría navegado por el Mediterráneo y atravesado, el 9 de agosto, las aguas ceutíes, según un vídeo que se hizo viral ese mismo día. La lancha de recreo que, escoltada por varias motos de agua, pasó por delante de Bahía Sur de Ceuta es desde luego la del soberano alauí, pero no está claro que el personaje que saluda desde la cubierta a los bañistas sea él.
La Policía Nacional “está estudiando las imágenes”, declaró al día siguiente Salvadora Mateos, la delegada del Gobierno en la ciudad autónoma. Solo un partido político, Vox, reaccionó ante esa supuesta visita real. “A lo mejor venía a recoger a los [marroquíes] que tienen en Ceuta olvidados”, ironizó en Twitter Juan Sergio Redondo, el líder ceutí del partido ultraderechista. Aludía a los cientos de marroquíes que aún permanecen varados en la ciudad cuya frontera terrestre con Marruecos está cerrada desde marzo.
Donde sí estuvo Mohamed VI en esos días fue en Castillejos, la ciudad de 75.000 habitantes pegada a Ceuta. Durante su estancia constató que “un gran proyecto inmobiliario se había tragado un camino peatonal, cerrado una vía de doble dirección y superado la altura autorizada para las construcciones frente al mar”, según el diario “As Sabah” de Casablanca. Enfureció y ordenó la apertura de una investigación que el Ministerio del Interior puso de inmediato en marcha convocando a altos funcionarios para que explique por qué permitieron esas tropelías.
El rey Mohamed VI haciéndose un selfie con un inmigrante marroquí en una calle de París; el rey retratado rodeado de jóvenes marroquíes en Amsterdam; el rey sonriente con un bebé en brazos; el rey con pantalón corto y despechugado; el rey con el rapero francés Maître Gims; el rey al volante de un lujoso automóvil...