Meghan Markle o el triunfo de los básicos como arma de estilo infalible

Desde que Meghan Markle se despidió de su vida como miembro de pleno derecho de la familia real británica y con ella también lo hiciese el príncipe Harry, muchas cosas han cambiado en su vida tal y como era antes. Su lugar de residencia, de Londres a Los Ángeles; su trabajo, de representante de la reina Isabel II a productora y creadora de contenido para Netflix, y su forma de vestir, uno de los cambios, al menos para nosotras, más significativos que está protagonizado la duquesa de Sussex.

Como royal era habitual ver a Meghan Markle con diseños de alta costura, portar complementos de lujo, descartar algunas prendas o tendencias totalmente prohibidas y, eso sí, no desprenderse jamás de una estética minimal que le otorgó cientos de looks brillantes.

Poco o nada queda ya de ese armario de alto standing del que hacía gala Meghan Markle en todas y cada una de sus puestas en escena públicas junto al príncipe Harry. Ni vestido ajustados, ni faldas de tubo, ni tacones de vértigo ni looks de gala, ahora vemos a una Meghan más relajada que apuesta siempre por la comodidad, igual es la Meghan de siempre, pero su papel como royal no nos había dejado distinguirla en todo este tiempo.

Confiando en los básicos como arma de estilo infalible detrás de esta renovada e informal Meghan Markle, ha vuelto a sorprendernos al participar vía telemática en una conferencia con motivo del primer aniversario de Smart Works, un banco de ropa al que las mujeres más desfavorecidas pueden acudir si tienen una importante entrevista de trabajo u otro compromiso, con el que ella colabora estrechamente e incluso llegó a lanzar una colección cápsula de prendas básicas.

Una ocasión muy especial para la que Meghan ha vuelto a tirar de fondo de armario demostrando que lo suyo son los looks cómodos, sencillos y con un claro matiz casual. Aquí la tienes.

Con su melena recogida en una coleta baja a un lado, un maquillaje natural que destacaba su mirada y dos imprescindibles como prendas, una americana blanca y un top satinado en tono rosa empolvado, Meghan Markle nos confirma una vez más la que a día de hoy es su nueva estrategia de estilo.

La chaqueta tipo sastre y de color blanco se remonta a sus años como royal, en concreto la mujer del príncipe Harry estrenó dicha blazer en 2018, y desde entonces la ha acompañado en diversos actos como un básico más. Es de la marca de lujo Altuzarra y está valorada en 1.700 euros aproximadamente.

Aunque desconocemos la procedencia del top, sí podemos decir de él que se trata de un modelo satinado con acabado brillante, con escote en pico y en un tono rosa que favorece mucho a Meghan Markle.

¿El resultado? Un look básico que va en sintonía con su nueva filosofía de estilo a la hora de vestir.