No hay piedad para el príncipe Andrés: la humillante decisión tomada contra él

El escándalo que ha salpicado al príncipe Andrés tras conocerse la amistad que mantenía con Jeffrey Epstein, el magnate acusado por abuso de menores que fue hallado muerto en prisión, es una sombra que parece que va a acompañar al hijo de la reina Isabel II de por vida. El hermano del príncipe Carlos se ha convertido, desde entonces, en una incómoda presencia en cualquier evento que tenga que ver con la Casa Real. Sus apariciones públicas están siendo evitadas, un veto que continuará en la próxima gran celebración que afectará el año que viene a su padre, el duque de Edimburgo.

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El esposo de Isabel II cumplirá 100 años el próximo mes de junio. Una cifra redonda que pretende ser celebrada por todo lo alto como gran homenaje.

Pero el príncipe Andrés, según desvela 'Daily Mail', ni estará ni se le esperará. El padre de Beatriz y Eugenia de York no será invitado ni podrá participar en ninguno de los actos conmemorativos.

No solo eso. Las celebraciones del cumpleaños de Felipe de Edimburgo también incluirán una exposición fotográfica dirigida por Royal Collection Trust que mostrará imágenes de la realeza a lo largo de los años. En ella, tampoco aparecerá el príncipe Andrés o, al menos, se reducirá al mínimo su presencia en las imágenes que sean mostradas.

"Ha llegado una advertencia desde arriba para restar importancia a Andrés. Se le incluirá lo menos posible. Esto no alterará la historia, ya que no puede ser ignorado por completo. Pero su relación con el duque de Edimburgo largo de los años no será exaltada de manera abrumadora", ha confesado una fuente de Palacio a'The Sun'.

El príncipe Andrés ya fue eliminado de las fotografías oficiales de la boda de su hija, la princesa Beatriz a principios de este año cuando se casó con Edo Mapelli Mozzi.

En febrero, su fiesta de cumpleaños número 60 fue cancelada tras protagonizar una polémica entrevista en televisión en la que se mostró incomprensivo con las víctimas de abuso y cercano a Epstein, motivo por el cual se vio obligado después a renunciar a sus deberes reales.