La reina Isabel vuelve al trabajo y desvela los planes para su cumpleaños (oficial)

Han pasado diez días desde que Isabel II le diera el último adiós al duque de Edimburgo. Durante el funeral de su marido, vimos a una monarca seria, cabizbaja y sola. Las circunstancias sanitarias y personales mandaban. Pero, este mismo martes, la reina ha vuelto al trabajo. Algo que no extraña mucho si tenemos en cuenta que ya había mantenido varias reuniones digitales pocos días después de la muerte del príncipe Felipe. Con el luto oficial en Reino Unido ya terminado, todo apunta a que también se han acabado los días en blanco en la agenda de la soberana y que la veremos mucho más a menudo. Ha perdido al que ha sido su compañero de vida durante más de siete décadas, pero la Corona siempre es primero, como bien aprendió al acceder al trono.

La reina Isabel ha retomado su trabajo manteniendo dos audiencias con embajadores -a distancia, eso sí- desde el castillo de Windsor. Y no han pasado desapercibidas ni su sonrisa, ni sus labios pintados de rojo ni el florido vestido que ha escogido para la ocasión. Como tampoco el impresionante broche prendido en él, una pieza de diamantes que tiene desde su boda con el duque de Edimburgo. Y aunque nos gustaría verlo como un guiño a su difunto marido, lo cierto es que es una pieza que se pone muy a menudo sin motivo especial, por lo que es probable que su elección obedezca más a una cuestión de gustos que a un homenaje al príncipe Felipe.

El broche en cuestión pertenecía a una tiara que el Nizam de Hyderabad -un antiguo título de la India- regaló a Isabel para su enlace y tiene una curiosa historia detrás, ya que el Nizam dio instrucciones a la joyería Cartier para que la entonces princesa británica escogiera lo que quisiera de su catálogo como regalo de bodas. La futura novia se decidió por una tiara desmontable y un collar, ambos espectaculares y de gran valor, aunque tuvieron un destino distinto. Mientras el collar lo ha seguido utilizando, incluso se lo ha prestado a su nieta política, Kate Middleton, la monarca decidió desmantelar la tiara y quedarse con las tres flores que la coronaban, usándolas desde entonces como broches. Suele lucir las dos flores más pequeñas juntas y la más grande en solitario. Y, como decíamos, lo hace bastante a menudo, ya que parece que es una de las piezas de su joyero personal que más le gustan.

Pero, además de su vuelta al trabajo, también se han desvelado los planes para la celebración oficial del cumpleaños de la reina Isabel. Aunque llegaba a los 95 el pasado 21 de abril, siempre tiene lugar una celebración oficial y a lo grande el segundo sábado de junio, con el llamado Trooping the Colour, un espectacular desfile militar que también sirve para ver a toda la familia reunida. Era uno de los planes que se marcaban para una posible vuelta de Harry y Meghan a Reino Unido, pero ha quedado descartada. Primero, porque el embarazo de Meghan y próximo nacimiento de su bebé ya hacía que el regreso a Londres, al menos el de la exactriz, se tornara muy difícil. Pero es que, además, ahora se ha sabido que la celebración será igual a la del año pasado. Es decir, será una pequeña ceremonia, con las tropas que desfilarán muy reducidas y con la única presencia de la reina Isabel, sin ningún miembro de su familia junto a ella.