La reina Isabel II siempre se maquilla ella misma... menos un día al año

Cuando creíamos que nada podría asombrarnos de la reina Isabel II, pues gracias a 'The Crown' y las continuas informaciones que han ido publicando los tabloides británicos a lo largo del tiempo conocíamos numerosos detalles de su lado más íntimo y personal, una vez más nos volvemos a sorprender.

La monarca británica es una auténtica caja de sorpresas. Sabemos que es una fanática de la vida de campo, amante de los caballos y los perros -especialmente, los corgis- y que llegó a formarse como conductora de camiones militares y mecánica, convirtiéndose en la primera mujer de su familia que sirvió oficialmente a las Fuerzas Armadas.

La revista alemana 'Bunte' recoge ahora unas declaraciones de la estilista y guarda del armario de Isabel II que revelan aspectos publicados en su libro hace dos años sobre la apariencia de la reina y su afán por prescindir de maquilladores profesionales para sus diferentes compromisos reales.

En 'La otra cara de la moneda: la reina, el tocador y el armario', Angela Kelly, amiga y confidente de Isabel, cuenta que la soberana es fiel a sus costumbres y prefiere ser ella misma quien se maquille. De esta manera, la madre del príncipe Carlos de Inglaterra opta por un poco de colorete y su pintalabios rosa favorito (el Beautiful Color Moisturizing Lipstick de Elizabeth Arden en el tono Pink Vibrations) para el día a día.

También es ella quien elige los atuendos que se pone en cada una de sus apariciones públicas. Aunque, aconsejada por su equipo, Isabel II tiene la última palabra y solamente a ella le corresponden las buenas o malas críticas que pueda tener alguno de sus looks (casi siempre acertados).

Lo más curioso es que solamente una vez al año decide contratar los servicios de una maquilladora profesional. La mujer de Felipe de Edimburgo confía en la maquilladora Marilyn Widdess para el televisado y tradicional discurso de Navidad, que siguen millones de personas en todo el país.

"Puede que te sorprenda saber que esta es la única ocasión a lo largo del año en la que Su Majestad no se maquilla ella misma", escribe la mencionada modista en el libro. Angela cuenta además algunas anécdotas curiosas que vivió junto a la reina Isabel, como cuando esta le enseñó a pronunciar correctamente.

Si algo destaca de su tradicional discurso navideño no es solamente el perfecto maquillaje, sino también el refinado inglés en el que lo pronuncia. Teniendo esto en cuenta, la estilista no dudó en pedirle consejo en una ocasión y tuvo que pronunciar varias veces la palabra 'furioso' para hacerlo de la manera que Isabel consideraba correcta.

Son muchos los momentos que Angela Kelly detalla en el libro e incluso cita a la reina Victoria y su emblemática frase sobre que llevar maquillaje es de mala educación. Un consejo que, evidentemente, no ha seguido su tataranieta Isabel II, siempre acorde a las tendencias aunque sin abusar de las mismas.

Quizá esta sea la razón por la cual desde que comenzara su andadura en el trono haya optado por estilismos de corte clásico y, en lo que a maquillaje se refiere, haya decidido prescindir de bases y productos algo más excesivos conservando la naturalidad de su piel.