El bautizo frustrado de August, el hijo de la princesa Eugenia de York
Eugenia y su marido tuvieron que posponer el bautizo de su hijo, ya que uno de los asistentes fue informado de que había estado en contacto con un positivo en covid
En la Capilla Real de Todos los Santos de Windsor, con menos de 30 invitados y con asistentes como la reina Isabel, el príncipe Andrés o Sarah Ferguson. Hubiera sido un resumen perfecto del bautizo de August, el hijo de la princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank. Pero el resumen es muy diferente, ya que los planes de la pareja se vieron totalmente frustrados y tuvieron que cancelar el bautizo del pequeño, al haber tenido uno de los asistentes un pequeño susto con el coronavirus. Un contratiempo por el que se vieron obligados a suspender sin nueva fecha tanto la ceremonia como la celebración, previstas para el pasado sábado.
Al parecer, según recogen los medios británicos, uno de los invitados fue informado horas antes del bautizo de que había tenido contacto con un positivo. Lógicamente, la identidad de este invitado no ha trascendido, pero se entiende que tenía un papel principal en la ceremonia o bien que más asistentes habían tenido contacto con él o ella, puesto que Eugenia y Jack no dudaron en posponer la celebración hasta que la situación de pandemia esté un poco más controlada, después de que en Reino Unido se hayan vuelto a registrar altos niveles de contagio.
La ceremonia iba a tener lugar en la Capilla Real de Todos los Santos, en el castillo de Windsor, lo que hubiera facilitado mucho la asistencia de gran parte de los invitados. No solo es donde vive la reina Isabel actualmente, sino que es el mismo recinto donde residen tanto Eugenia y Jack, que desde hace unos meses ocupan Frogmore Cottage, la casa que la monarca regaló a Harry y Meghan para su boda. Pero también están muy cerca los padres de Eugenia, el príncipe Andrés y Sarah Ferguson. De hecho, la fiesta posterior iba a tener lugar en Royal Lodge, la casa que comparte el antiguo matrimonio y ahora mejores amigos.
Y, por supuesto, todo iba a quedar en la intimidad de Windsor, puesto que no estaba planeado como un gran evento. Salvo las fotos que la propia pareja decidiera compartir bien a través de Buckingham, bien a través de sus redes sociales, como la princesa ha venido haciendo tanto con su embarazo como con el nacimiento de August, no trascendería mucho más. Todo en línea con el papel que la princesa Eugenia de York tiene en la Casa Real, que es básicamente ninguno. Aunque asiste a citas y ciertos actos oficiales de carácter familiar, no pertenece, como tal, a la Corona. De ahí que el bautizo de su hijo no estuviera planeado como un gran evento público, como sí lo fue su boda, por ejemplo.
Pero Eugenia no ha sido la única de la familia York que ha sufrido las consecuencias del covid, afectando a uno de los días más importantes de su vida. Su hermana Beatriz tenía tenía previsto casarse en mayo de 2020 y a lo grande, pero no pudo ser. Toda Europa vivía una situación crítica con la pandemia, por lo que no tuvo más remedio que aplazarlo sin día. Finalmente, dio el 'sí, quiero' a Edo Mapelli por sorpresa, en la intimidad de Windsor y ante unos pocos invitados, sin previo aviso a la prensa y distribuyendo algunas fotografías posteriores a través del Palacio de Buckingham, un método muy parecido al que se esperaba para el bautizo frustrado de August.
En la Capilla Real de Todos los Santos de Windsor, con menos de 30 invitados y con asistentes como la reina Isabel, el príncipe Andrés o Sarah Ferguson. Hubiera sido un resumen perfecto del bautizo de August, el hijo de la princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank. Pero el resumen es muy diferente, ya que los planes de la pareja se vieron totalmente frustrados y tuvieron que cancelar el bautizo del pequeño, al haber tenido uno de los asistentes un pequeño susto con el coronavirus. Un contratiempo por el que se vieron obligados a suspender sin nueva fecha tanto la ceremonia como la celebración, previstas para el pasado sábado.