Las buenas noticias tras la última operación de Charlène de Mónaco

El pasado viernes, la esposa de Alberto de Mónaco tenía que someterse a una nueva intervención quirúrgica, tal y como adelantaba un breve comunicado ofrecido por su fundación. E igual de breves, pero mucho más optimistas, son las buenas noticias que nos han llegado tras esta operación de Charlène, ya que una fuente de palacio ha informado a la agencia France Press sobre el resultado de la intervención y ha asegurado que "salió muy bien", lo que lleva a pensar que la exnadadora podría volver más pronto que tarde a la Roca junto a su familia.

En la información del pasado viernes sí se matizaban dos cosas. Por un lado, que la intervención requería de anestesia general, como ya sucedía en la operación a la que se sometía el pasado agosto. Y por otro lado, que sería la última que se le realizaría, lo que indica que la recuperación está siendo tal y como se había previsto, por lo que se cumplirían los pronósticos que situaban a Charlène en Mónaco durante este mes de octubre. Teniendo en cuenta las buenas noticias que llegan desde palacio, no sería raro verla muy pronto junto a su marido y sus hijos, a los que según sus propias palabras ha echado mucho de menos en este tiempo.

La esposa de Alberto de Mónaco ha tenido que estar también durante unas horas en observación, pero, a juzgar por la información oficial facilitada a AFP, parece que todo ha ido a pedir de boca y no se requerirán más procedimientos médicos. De hecho, el príncipe aseguraba hace unos días a una emisora de radio monegasca que tendrían que hablar con los facultativos que la tratan en unos días, pero que se esperaba su vuelta a casa muy pronto. Se entiende que el problema que le impedía subirse en un avión para regresar a Mónaco está solucionado y ya volar no conlleva ningún riesgo para su salud.

Esta última ha sido la tercera operación a la que Charlène se ha sometido en los últimos meses, sin contar aquella primera que originó la infección y que tuvo lugar antes de que viajara a Sudáfrica para asistir al funeral del rey zulú, Kwelithini Goodwill. Prácticamente cada dos meses, la exnadadora ha tenido que pasar por quirófano para intentar paliar el daño de esta infección, que le ha afectado al menos a los oídos y los senos nasales, tal y como ella misma explicaba a un programa de radio sudafricano hace unos meses. Ha sido una convalecencia lenta, complicada y, lo peor, rodeada de rumores sobre su situación sentimental, que tanto ella como su marido han intentado zanjar en varias ocasiones.

Ni la rumorología ni el estar tanto tiempo lejos de sus hijos le han facilitado precisamente su estancia en Sudáfrica, a pesar de que ha estado acompañada por su familia y rodeada de todas las comodidades posibles en su exclusivo alojamiento. Desde allí ha seguido promoviendo las campañas para la protección de los rinocerontes -otro de los motivos que la llevaron a su país de origen en un principio- o ejerciendo como mediadora en el conflicto que se ha desatado en el seno de la familia del fallecido rey zulú. Es decir, que lejos de tomarse su convalecencia como unas vacaciones, Charlène ha seguido trabajando e involucrada en las causas que más le importan.

En este tiempo, sus redes sociales han sido las mejores vías para saber de ella, aunque lo cierto es que tampoco ha sido demasiado generosa. Sí ha utilizado las redes para intentar desmentir los rumores de crisis en el matrimonio, o para que comprobáramos que aun desde Sudáfrica seguía trabajando. Pero tanto ella como las fuentes oficiales del Palacio de Mónaco han sido más que escuetos en cuanto a su enfermedad. Ahora, las buenas noticias tras la última operación de Charlène de Mónaco indican que su recuperación va por muy buen camino y todo apunta a que su convalecencia en Sudáfrica está a punto de terminar.