Sin noticias de Charlène de Mónaco, mientras Gabriella sigue con sus looks de mini-influencer

Ha pasado un mes desde que volviera a Mónaco y el hermetismo sobre su situación continúa. Estamos sin noticias de Charlène, pero su hija, Gabriella, sigue brillando en los actos públicos convirtiéndose en la estrella de la familia, al igual que su hermano Jacques. Los mellizos acompañan a su padre en el cumplimiento de la agenda oficial. El pasado martes asistían a la première de la película ‘Born in the Land of Wolves’ y posaban para los medios.

En el evento, organizado por la fundación de Alberto de Mónaco, la princesa volvió a ser protagonista. Pese a tener solo siete años, Gabriella ya da muestras de ser una pequeña influencer y en esta ocasión sorprendió con un look muy fashion: llevaba un vestido asimétrico estampado, unas botas militares con detalle de perlas y un abrigo granate de peluche ideal. Es de una de sus marcas favoritas, Monna Lisa, y su precio ronda los 250 euros. Junto a ella su hermano, con pantalones negros, camisa de cuadros y una moderna cazadora de cuero, también es un principito muy estiloso. De nuevo, ambos se mostraron muy cariñosos el uno con el otro.

Los mellizos Grimaldi echan mucho de menos a su madre que, según todos los indicios, estaría ingresada en una exclusiva clínica de Suiza recuperándose de sus problemas físicos y emocionales. Poco se ha sabido de ella durante este tiempo, salvo mensajes puntuales como el que envió el pasado 10 de diciembre vía Instagram para felicitar a sus hijos. “Feliz cumpleaños. Gracias a Dios por bendecirme con niños tan maravillosos. Estoy realmente bendecida. Os quiere, mamá”, escribía junto a unas fotos de Gabriella y Jacques. El príncipe Alberto ha asegurado que la visitarán muy pronto, pero de producirse este encuentro será privado.

Va a ser sin duda una Navidad especialmente dura para la familia Grimaldi y se desconoce si Charlène saldrá de la clínica para pasar alguna de las fechas señaladas en palacio. Por el momento, su marido y sus hijos tienen que seguir su rutina sin ella y cumplen con una apretada agenda en el principado como antesala de las fiestas. A veces lo hacen solos, otras acompañados de algunos miembros de la Casa Real como Carolina, que está muy pendiente de sus sobrinos.

La ausencia de la princesa hace correr ríos de tinta con distintas teorías sobre su estado. Una de ellas afirma que la verdadera razón de que haya tenido que recluirse en un centro es el mal resultado de una operación estética, tras la que habría quedado desfigurada. Algo que su marido desmintió en una de las entrevistas que ha concedido durante el último mes. “Como sé que hay rumores por ahí, dejadme decir que esto no es covid, no tiene relación con el cáncer y, si quieres hablar de más especulaciones, no tiene relación con la cirugía estética, ni con un 'trabajo' en la cara", dijo con firmeza.

También ha hablado su suegro, Michael Wittstock, aclarando por qué no estuvo con ella durante los seis meses que pasó atrapada en Sudáfrica. Recordemos que no se alojó en la casa familiar. “No quería infectarla porque estaba muy vulnerable tras las intervenciones”, ha confesado. Con respecto a su estado de salud también comentaba: “Charlène estaba sufriendo una fatiga terrible. No podía dormir ni comer bien. Ha perdido mucho peso tras esa etapa, lo que la hace más vulnerable a las enfermedades como el resfriado, la gripe o, Dios nos libre, el coronavirus”.

Y para terminar con el desfile de declaraciones, Nicole Koste, ex de Alberto de Mónaco, concedía una entrevista recientemente donde arremetía sin piedad contra la princesa: "Todo lo que le está pasando es el karma". Una situación difícil para el soberano monegasco que trata de llevar con paciencia y de que sus pequeños sufran la ausencia de su madre lo menos posible. Solo nos queda esperar a ver el Christmas navideño de este 2021 para comprobar si Charlène forma parte de él o son los niños los únicos protagonistas.