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El escándalo familiar que vuelve a salpicar a Abdalá y Rania de Jordania
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CORRUPCIÓN EN JORDANIA

El escándalo familiar que vuelve a salpicar a Abdalá y Rania de Jordania

El marido de la princesa Basma, hermana del rey Hussein, ha sido condenado por corrupción, aunque no es la primera sentencia que recibe en los últimos años

Foto: El rey Abdalá, hace unos días. (Casa Real de Jordania)
El rey Abdalá, hace unos días. (Casa Real de Jordania)

Seguro que, en los últimos años, más de una vez han leído noticias sobre las protestas en Jordania a causa de la corrupción desenfrenada y las políticas económicas, avivadas, además, por la riqueza de la familia real, que incluso tuvo que explicar el propio monarca vía comunicado. Bien, pues uno de los objetivos de esas protestas siempre ha sido un conocido empresario que atrastra problemas con la justicia desde hace muchos años. Y para rizar más el rizo, se trata nada menos que de Walid al-Kurdi, el propio tío del rey, quien ha sido condenado a 18 años de prisión. Una sentencia que supone un auténtico escándalo familiar y que vuelve a salpicar a Abdalá y Rania.

Es la sentencia resultante del proceso juidicial en el que estaba acusado de corrupción y de abusar de su cargo como director ejecutivo y presidente de Jordan Phosphate Mines, la empresa minera estatal, que explotaba una de las minas de fosfatos más importantes de Oriente Medio. Pero no es la primera sentencia condenatoria que recibe. Con esta, ya son cuatro las que en los últimos años han reportado los medios del país -al menos aquellos que tienen libertad o no temen hablar de temas relacionados con la familia real-.

placeholder El rey Abdalá, con uno de sus tíos hace unos días. (Casa Real de Jordania)
El rey Abdalá, con uno de sus tíos hace unos días. (Casa Real de Jordania)

La primera de estas sentencias fue en 2013, cuando un tribunal jordano lo condenó a 37 años y medio de trabajos forzados y le impuso una multa de 378,8 millones de dólares, además de congelar sus activos en el país. En 2020 recibió dos condenas en apenas una semana. La primera, tres años de prisión y casi 10 millones de dólares por el delito de prevaricación. La segunda, otros nueve años de prisión y 12,7 millones de dólares, en este caso por firmar acuerdos con varias empresas desde su posición de poder en contra de los procedimientos legales.

La última sentencia es la que acabamos de conocer, y a ella se ha llegado tras escuchar nada menos que 27 testimonios de testigos. Lo curioso es que Walid al-Kurdi, tío de Abdalá de Jordania y quien fuera cuñado del rey Hussein, no ha estado presente para escuchar la condena en persona en ninguna de estas cuatro ocasiones. El motivo es que un día antes de ser juzgado por el primer caso, en 2013, huyó el país, permaneciendo en Reino Unido desde entonces y sin que haya habido manera de que las autoridades los extraditaran a Jordania. De hecho, desde 2017 pesa contra él una orden de búsqueda de la Interpol.

placeholder El rey Abdalá, en una imagen reciente. (EFE)
El rey Abdalá, en una imagen reciente. (EFE)

Quizá esta noticia no es lo que mejor le viene a Abdalá de Jordania en una era en la que cada movimiento de la Casa Hachemita, especialmente los relacionados con temas monetarios, está en el punto de mira. La ciudadanía considera que desde la monarquía no se hace lo suficiente para acabar con la corrupción. Y en este caso, teniendo en cuenta que se trata de un familiar y de que estaba al frente de una empresa estatal, no hay forma de evitar que no se vea salpicado por el escándalo, incluso aunque no sea un familiar directo.

Porque Wardi al-Kurdi realmente es el marido de la princesa Basma, tía paterna de Abdalá. Es la única hija que tuvieron el rey Talal y la reina Zein, ya que Asma, nacida en 1937, murió poco después de nacer. Basma se casó en primeras nupcias con el coronel Timoor Daghistani en Amán en 1970, aunque se divorciaron después de unos años y dos hijos. En 1980, la hermana del rey Hussein contraía de nuevo matrimonio con Walid al-Kurdi, con quien también tuvo dos hijos. Nunca han formalizado su divorcio de forma oficial, aunque la huida de él a Reino Unido hace que su separación sí sea de facto.

placeholder El rey Hussein y la princesa Basma. (Cordon Press)
El rey Hussein y la princesa Basma. (Cordon Press)

Lo cierto es que el monarca hachemita está algo acostumbrado a que la institución esté relacionada con causas judiciales, aunque sea de forma positiva. Otra 'huida' a Reino Unido -aunque por causas totalmente diferentes, claro está- fue la de Haya de Jordania, hermana de Abdalá. El proceso de divorcio de su exmarido, el emir de Dubái, ha sido largo y uno de los más caros de la historia de la justicia británica. Acababa hace solo unas semanas, con la custodia de los niños para Haya y el mandatario obligado a pagarle a ella y sus hijos una cifra récord.

Más reciente ha sido el proceso en el que se ha visto envuelto otro hermano de Abdalá, y que podríamos relacionar también con el tío huido y condenado. Hamzah, hijo del rey Hussein y la reina Noor, participó en el complot para intentar derrocar al rey, por lo que fue detenido y puesto bajo arresto domiciliario. Al pedir perdón y jurar fidelidad a su hermano, se libró de ser juzgado, aunque no alguno de sus compañeros, que fueron condenados a prisión. Ese intento de derrocamiento también tuvo como germen esas protestas contra el Gobierno y la monarquía, incapaces de acabar con la corrupción que hay en el país y que ahora salpica otra vez al monarca.

Seguro que, en los últimos años, más de una vez han leído noticias sobre las protestas en Jordania a causa de la corrupción desenfrenada y las políticas económicas, avivadas, además, por la riqueza de la familia real, que incluso tuvo que explicar el propio monarca vía comunicado. Bien, pues uno de los objetivos de esas protestas siempre ha sido un conocido empresario que atrastra problemas con la justicia desde hace muchos años. Y para rizar más el rizo, se trata nada menos que de Walid al-Kurdi, el propio tío del rey, quien ha sido condenado a 18 años de prisión. Una sentencia que supone un auténtico escándalo familiar y que vuelve a salpicar a Abdalá y Rania.

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