Plumas y joyones: Máxima de Holanda arriesga y gana con su look de concierto

Las fuerzas nazis y japonesas ocuparon territorio holandés durante mucho tiempo en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. Los daños del conflicto y el Holocausto dejaron una marca indeleble en la población del país, que vio sus principales ciudades destruidas y perdió la cuenta de las víctimas. El 4 y 5 de mayo de cada año, Holanda se paraliza y dedica dos minutos de silencio, así como cientos de actividades y homenajes, para recordar y honrar la memoria de todos los que sufrieron a mediados del siglo pasado. Esta Fiesta Nacional arranca oficialmente con la primera ofrenda floral que depositan los reyes Guillermo Alejandro y Máxima en la plaza Dam, el centro neurálgico de la capital.

El Día de la Liberación, donde todos guardan una actitud respetuosa y solemne con luto riguroso, da paso a un gran concierto en el puente Magere Brug sobre el río Ámstel. Los reyes llegan en barco y acompañan a cientos de asistentes en las gradas, donde no faltan miembros del Gobierno y personajes célebres de los Países Bajos. Esta cita más alegre, festiva y cultural es el escenario ideal para que Máxima saque a relucir su estilo más colorido y arriesgado. Esta vez no ha decepcionado y ha sorprendido a todos con un estilismo que no deja a nadie indiferente, pues dista considerablemente del atuendo total negro que lució ayer.

La argentina ha recuperado de su armario un vistoso diseño de Natan, firma creada por Edouard Vermeulen de la que tanto Máxima como Matilde de los belgas son verdaderas adictas. El vestido, en azul marino, presenta estampado -algo psicodélico- de flores con destellos naranjas, blancos y verdes, y unas vistosas plumas marrones en los puños. Lo estrenó en 2017, en un concierto navideño celebrado en Róterdam, y desde entonces permanecía guardado en su vestidor. Lo cierto es que solo ella puede lucir una creación tan original como esta y salir airosa.

Aunque ha contado con una pequeña gran ayuda para hacer de este look un éxito, y hablamos de las joyas elegidas. Máxima es la reina que más partido saca del joyero real, y esta velada no ha sido una excepción. La argentina llevaba unos espectaculares pendientes de diamantes de los que colgaba un citrino en forma de lágrima. Pero había una pieza todavía más vistosa: la pulsera, hecha también con citrinos de la firma holandesa Steltman. No faltaba su anillo de pedida y las pulseras con los nombres de sus hijas, piezas que casi nunca se quita.

Justo el día antes, y como hemos mencionado, Máxima lució para el Día de la Liberación un estilismo completamente negro, como de costumbre. Concretamente, lució un abrigo de lana con detalles en terciopelo de Natan, un vestido corto a tono y un sombrero de terciopelo de Philip Treacy. El sobretodo forma parte de su fondo de armario desde hace años y es una de las piezas en las que confía para celebrar esta Fiesta Nacional desde 2006. Después de estrenarlo hace ya más de 16 años, se decantó por él nuevamente en 2008, 2011 y ahora con conjuntos y complementos similares a los que vemos en esta ocasión.

El Día de la Liberación es una de las pocas ocasiones donde contemplamos a la reina consorte de Holanda con estilismos más clásicos y discretos, aunque no faltaron, de nuevo, sus joyas para darle un toque característico de elegancia. Los pendientes de perlas y un broche de brillantes terminaban de cerrar con un sobresaliente su outfit real acertado que refleja el respeto y la emoción ante la memoria de las víctimas de la guerra.