Todas las veces que Mary de Dinamarca ha hecho 'magia' con sus vestidos de gala
La princesa danesa es toda una experta reciclando antiguas prendas para darles una nueva vida y que no permanezcan en el olvido en su armario
Este pasado miércoles por la noche podíamos ver a la princesa Mary de Dinamarca asistiendo a la ceremonia de Premios de Investigación de la Fundación Carlsberg 2022 en el Ny Carlsberg Glyptotek de Copenhague. Llevaba para la ocasión un vestido de encaje francés en color rojo que ya nos sonaba de antes, pero que la mujer del príncipe Federico llevaba de manera modificada. Indagando un poco nos dábamos cuenta de que este era el mismo vestido que la australiana había llevado en junio del año 2013 en la boda de la princesa Magdalena con Chris O’Neill.
Un diseño de Collette Dinnigan de encaje con girasoles que en aquella ocasión lució con largo hasta los pies y con una capa transparente de gasa en el mismo tono que le cubría los brazos. Nueve años después ha querido rescatar el mismo vestido y darle una segunda vida, cortándole el bajo para convertirlo de un traje de gala a un vestido de cóctel, bastante más ponible para sus compromisos. Un diseño que ahora tiene corte midi y que deja a la vista sus tobillos.
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Además, en esta ocasión como en otras anteriores, la princesa danesa recurría a uno de sus trucos cuando modifica un diseño y lo reutiliza, que es estrenar un nuevo complemento. En esta ocasión han sido unos zapatos de piel de Malone Souliers. Unos stilettos en color platino y plateado de lo más originales, con ondas en su forma y originales pulseras para sujetar el pie.
Mary tiene un don para encontrar la manera perfecta de darles una segunda vida a sus vestidos más llamativos y ya es toda una experta en cuanto a trucos de moda. Un síntoma de austeridad y de concienciación por el planeta es reciclar la ropa, un gesto que comparte con muchas otras royals, que repiten estilismos, los modifican para darles un segundo uso o incluso los comparten con sus familiares más allegados. Es el caso de Victoria de Suecia, la misma reina Letizia o Kate Middleton, que son muy conscientes del cuidado del medioambiente y tratan de darles una segunda vida a sus prendas.
Pero, sin duda, podríamos decir que la Mary de Dinamarca es una número uno en este tipo de arreglos, para los que cuenta con una o varias manos expertas de modistas. Ya este pasado mes de junio reutilizaba para una cena con motivo de su visita a los Países Bajos un impresionante vestido de Temperley London en color negro que había convertido en cóctel, siendo el original un vestido largo hasta los pies que le habíamos visto estrenar en 2016.
Un diseño semitransparente con aplicaciones en la falda y con el que acudió entonces a una cena de gala organizada por la reina Margarita de Dinamarca, al que, en un momento dado, decidió tocar el bajo para convertirlo en un vestido de cóctel que le veíamos en junio y que ya habíamos podido observar cómo lo había adaptado para la fiesta de cumpleaños de una de sus mejores amigas, Birgitte Handwerk.
Decidía entonces estrenar zapatos, utilizando este truco además con un abrigo de estreno de la firma Carla Zampatti, confeccionado en tweed. Como había retocado el bajo de este vestido de fiesta, ahora podían verse sus nuevos zapatos amarillos de Manolo Blahnik. Este vestido de Temperley London tenía un precio de 2.200 euros y había que amortizarlo. Por eso, la princesa Mary decidía convertirlo en un corte midi además de rebajar el tono del tejido con franjas transparentes, que es una de las características de la prendas de la marca británica.
En 2019 volvía a echar mano de las modistas durante la visita oficial de Victoria de Suecia y su marido Daniel a Copenhague. En aquella ocasión les hizo un guiño reciclando un vestido que había lucido en 2010 para la fiesta de su preboda en Estocolmo. Una tarea complicada porque el vestido de escote de palabra de honor, con tul y aplicaciones era demasiado para un acto institucional y se acortó el largo nuevamente para convertirlo en un vestido de corte midi. Además, también se modificó el talle de la prenda principal para hacerla más de cóctel. Combinado con los accesorios adecuados, había conseguido darle un segundo uso a su impresionante vestido.
Este truco lo utilizó también en la entronización del emperador Naruhito de Japón, cuando acudió al Palacio Imperial con un vestido rosa palo, de cuyos hombros salía una capa de lentejuelas. Un diseño que parecía de estreno, pero que no lo era, puesto que fue el mismo vestido que Mary escogió para otra coronación, la del rey Guillermo de Holanda. Pero entonces la princesa danesa llevó ese mismo diseño de Birgit Hallstein con un cuerpo de encaje y pedrería, con escote barco y manga larga para la cena previa. Cambiaba entonces la parte superior por una espectacular capa elaborada por Jesper Hovring para lucir un diseño que parecía de estreno.
Además, esta pasada primavera recuperaba uno de sus looks más glamurosos, un vestido capa de Valentino que había estrenado en 2019 para asistir, precisamente, a la entronización de Nahurito. En mayo de este 2022 lo volvía a sacar del armario para la recepción del primer ministro de la India, Narendra Modi, modificándolo ligeramente. Le añadía ahora unas mangas transparentes y brillantes al diseño original, aportándole un toque muy sofisticado.
Este pasado miércoles por la noche podíamos ver a la princesa Mary de Dinamarca asistiendo a la ceremonia de Premios de Investigación de la Fundación Carlsberg 2022 en el Ny Carlsberg Glyptotek de Copenhague. Llevaba para la ocasión un vestido de encaje francés en color rojo que ya nos sonaba de antes, pero que la mujer del príncipe Federico llevaba de manera modificada. Indagando un poco nos dábamos cuenta de que este era el mismo vestido que la australiana había llevado en junio del año 2013 en la boda de la princesa Magdalena con Chris O’Neill.
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