El varapalo a Carlos III de Inglaterra en sus primeros días de reinado

La muerte de Isabel II no ha sido solo un momento de luto histórico, también ha marcado el comienzo de una época de transición. Por primera vez en muchos años, los británicos tienen un rey, Carlos III, y ahora hay muchos detalles que hay que actualizar, por ejemplo, las monedas. Hasta ahora, el dinero en circulación llevaba el perfil de la monarca grabado, por lo que tras su muerte se esperaba que fuera sustituido por el de su heredero.

Sin embargo, un pequeño varapalo ha llegado a la corte del nuevo monarca. Ya dice el refrán, las cosas de palacio van despacio, por lo que se espera que a finales de este año se revele el diseño de las nuevas monedas, pero estas no estarán en circulación hasta el año 2024. Mientras tanto, aquellas con el rostro de Isabel II seguirán siendo las de curso legal y, de hecho, se espera que la transición entre unas y otras sea lo más llevadera y sencilla posible, pues ambas convivirán durante un tiempo.

Las monedas antiguas y billetes no serán retirados, a no ser que sea necesario, debido a desgastes, daños o deterioros propios del uso habitual. Así, ambos monarcas formarán parte de la vida cotidiana de los ciudadanos británicos, que podrán emplear el dinero con su rostro hasta que las monedas y billetes dedicadas a Isabel II finalicen su historia de manera natural.

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Mientras llega ese momento, la Casa Real británica no se ha quedado de brazos cruzados, pues, como señalábamos antes, con el cambio de monarca hay muchos detalles que hay que actualizar, uno de ellos el símbolo con el que rey se presenta: el monograma real. Este detalle, que en ocasiones pasa desapercibido, se convirtió en protagonista tras la muerte de Isabel II, durante la Vigilia de los Príncipes, celebrada en Westminster Hall.

Fue una sorpresa ver al príncipe Harry lucir su uniforme militar, pues se esperaba que no lo llevara por haber renunciado a sus títulos antes de su marcha a Estados Unidos. Sin embargo, por petición de su padre, pudo lucirlo, eso sí, sin un detalle importante, el cifrado o monograma real, las iniciales ER, Elizabeth Regina, que ponen de manifiesto que está al servicio de la reina.

Ahora esto ha cambiado también, pues el reino tiene un nuevo monarca. El Palacio de Buckingham desvelaba hace escasas horas el nuevo diseño que ahora siempre irá unido al rey Carlos III. Cambian las iniciales, evidentemente, ahora son CR, Charles Rex (rey Carlos en latín), pero también lo hace la corona que se apoya sobre ellas. En un homenaje a su abuelo Jorge VI, se ha escogido la corona Tudor. En el de Isabel II se podía ver la corona de San Eduardo.

La corona Tudor se dio por perdida después de que el revolucionario Oliver Cromwell la mandara fundir y aboliera la monarquía en 1649, tras decapitar al rey Carlos I. Sin embargo, un cazador de tesoros británico encontró una pieza de la desaparecida corona que había permanecido enterrada bajo un árbol 400 años, una joya que podría valer unos 2 millones de dólares y que se encuentra en el Museo Británico.

En el monograma que acaba de ser desvelado, las letras C y R se entremezclan y también aparece el tres en números romanos, una referencia al nombre escogido para reinar, Carlos III. La corona está colocada sobre las letras y existe otra versión, con la corona escocesa. Estos diseños han sido aprobados en persona por Carlos III, quien ha sido el encargado de escoger entre los varios presentados por el Colegio de Armas. Este monograma aparecerá en buzones, letreros estatales o documentos gubernamentales. Los sellos también se actualizarán cuando llegue el momento.