Su propio inodoro o el tapón de la bañera: las excentricidades de Carlos III

Desde el fallecimiento de Isabel II, la relevancia de la figura del otrora príncipe de Gales, convertido 'ipso facto' en Carlos III de Inglaterra, ha cobrado una nueva dimensión. El hecho de ser, a sus 73 años, quizá el monarca más preparado de la historia de su país no ha evitado que sus actitudes sean objeto de suspicacia desde el primer momento de su reinado.

Con un problema de marca que le hace aparecer ante el público como poco carismático, en sus primeros días en el trono se ha debido enfrentar a varios momentos virales no muy agradables. Además de unos cuentos gestos altivos con sus empleados, las redes no han pasado por alto el preocupante aspecto de sus manos y le han sacado punta incluso a un curioso incidente con un bolígrafo.

Pero quizá más sangrante para el nuevo monarca sea el hecho de que cada vez sean más notorias sus numerosas manías y excentricidades. Desde hace años, Carlos es famoso por sus extravagantes indicaciones diarias a los miembros de su equipo. De hecho, su personal en Clarence House se refería al ahora monarca como el 'príncipe mimado'. Como diría Camilo, siempre ha llevado "una vida de rico".

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Según ha trascendido por boca de antiguos trabajadores de la familia real británica, la vida del rey era sumamente suntuosa. Según publica 'The New York Post', a sus ayudantes de cámara se les pedía que le plancharan los cordones de los zapatos y uno de ellos incluso dijo que se les indicaba que exprimieran la pasta de dientes y se la pusieran en su cepillo por las mañanas. Pero, ojo, solo una pulgada, ni más ni menos.

Se sabe también que lleva su propio asiento de inodoro a todas partes, junto con un papel higiénico de una marca determinada. También se hace enviar furgonetas llenas de sus posesiones a las casas de sus amigos, si va a hacerles una visita. En un documental titulado 'Serving the Royals: Inside the Firm', Paul Burrell, que había servido a la reina Isabel como mayordomo, dijo que el rey Carlos conseguía "que se lo hicieran todo".

"Su pijama se plancha cada mañana, los cordones de sus zapatos se planchan, el tapón de la bañera tenía que estar en una posición determinada y la temperatura del agua tenía que estar justo tibia", aseguró Burrell. Por supuesto, sus toallas deben estar colocadas siempre en la misma posición para que le sea más cómodo secarse. Costumbres de las que, a buen seguro, serán testigos sus anfitriones en el que, distintos medios afirman, será su primer viaje oficial como rey de Inglaterra. Una visita de Estado a Francia que se da a raíz del encuentro que tuvo con el presidente Macron, con quien mantiene una estrecha amistad, en la recepción previa al funeral de su madre.

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Sobre sus hábitos alimenticios, otro antiguo empleado, Graham Newbould, afirma que es muy quisquilloso y que "donde quiera que el príncipe vaya por el mundo, la caja de su desayuno va con él. Tiene seis tipos diferentes de miel, algunos mueslis especiales, fruta seca y cualquier cosa un poco especial con la que sea un poco exigente". Añadió que el rey insiste en que el queso y las galletas se calienten a una temperatura concreta, ya que de lo contrario no se las comería.

El rey Carlos es un gran amante del queso y muchos lo definen como un comedor quisquilloso. En mayo de 2020, en medio del confinamiento por coronavirus a nivel mundial, Clarence House, entonces la residencia del príncipe Carlos, publicó incluso una de sus "recetas favoritas" con este lácteo manjar. Curiosamente, la receta llevaba una nota que decía: "Siempre que sea posible, utilice ingredientes orgánicos", ya que esa es otra de sus manías.

Mucho más accesible que su marido, una Camila Parker que ha dejado atrás su imagen de malvada madrastra ha sabido ganarse a su pueblo a base de naturalidad y gestos solidarios. Trabajadora incansable, es patrona o presidenta de más de 90 organizaciones benéficas y ha llegado a asistir a más de 200 compromisos en un año, incluyendo 70 durante giras en el extranjero.

Ahora que ya no fuma, una de sus escasas manías es, como confesaba en una entrevista para 'Vogue', jugar diariamente al 'Wordle', el juego online de adivinar palabras, cuya puntuación comparte siempre con su nieta a través de mensajes de texto. "Es muy satisfactorio cuando te dice lo inteligente que eres", confesaba orgullosa la reina consorte.