Federico y Mary de Dinamarca, en Vietnam: recuerdo personal y una firma 'muy Letizia'

Las agendas reales pasan por unos días de lo más internacionales. Hace poco veíamos cómo Rania había recibido a Silvia de Suecia en Jordania, donde compartieron una cena solidaria de gala. Además, Guillermo y Máxima de los Países Bajos se encuentran visitando Grecia, mientras los Reyes de España recibirán el jueves al presidente de Paraguay en el Palacio Real. Y otra pareja que estos días también se internacionaliza es la formada por Federico y Mary de Dinamarca, de visita en Vietnam. Un viaje en el que no ha faltado un recuerdo muy personal y que se da poco después de la polémica surgida tras la decisión de la monarca de retirar los títulos a los hijos del príncipe Joaquín.

Los herederos daneses encabezan una delegación de 36 empresas danesas, con las que están participando en diferentes seminarios y debates sobre la transición verde, el objetivo principal de esta visita, junto con líderes empresariales vietnamitas y representantes gubernamentales. La estancia de Federico y Mary de Dinamarca también está sirviendo para celebrar los 50 años de las relaciones diplomáticas, por lo que no ha faltado un encuentro con los más altos representantes gubernamentales de la nación.

Pero cuestiones diplomáticas aparte, Vietnam es un país con gran significado para la familia real danesa. Allí pasó su infancia Enrique de Laborde de Monpezat, o lo que es lo mismo, el padre del príncipe Federico. De ahí que la pareja no tuviera duda en acercarse hasta la casa donde vivió el diplomático y hacerse una foto ante su fachada, compartiéndola después de las redes sociales de palacio.

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"Qué mejor lugar para empezar aquí en Vietnam que en la casa de la infancia de nuestro padre y suegro en Hanoi. La cultura vietnamita, y especialmente esta ciudad, significó mucho para él a lo largo de su vida, y fue una gran experiencia tanto para él como para la reina y para nosotros cuando pudo mostrar la hermosa casa amarilla durante la visita de estado en 2009. Ahora estamos aquí de nuevo y él estará en nuestros pensamientos durante los próximos días", escribían junto a la imagen de ambos frente a la inconfundible vivienda.

La propia Casa Real también explicaba en una publicación anterior el vínculo del país con el fallecido príncipe, del que compartían una imagen inédita, siendo prácticamente un bebé. "En la década de 1930, Hanoi era la capital de lo que entonces era la Indochina francesa, y aquí el padre del príncipe cuidaba los intereses familiares en las empresas industriales que su abuelo había fundado a principios de siglo. En 1939 la familia volvió a Francia y a la casa familiar de Cahors. A la edad de 16 años, el príncipe Henrik regresó a Hanoi, donde en 1952 el príncipe se convirtió en estudiante de la escuela secundaria francesa. Posteriormente estudió chino y vietnamita en la École Nationale des Langues Orientales de Hong Kong, tras lo cual en 1958 realizó una estancia de estudios en la ciudad vietnamita de Saigón, hoy llamada Ho Chi Minh".

Precisamente, esta última ciudad que menciona la públicación será la última parada de este viaje de tres días, que daba su pistoletazo de salida con esa imagen de Federico y Mary de Dinamarca frente a la casa que habitó el príncipe Henrik. Pero la inconfundible vivienda no era lo único que llamaba la atención de la fotografía, que también suponía el primer look de la princesa en este viaje. Un vestido blanco con estampado de bandana, en tonos blancos y marrones de una firma que conocemos bien. Hablamos de Sandro Paris, de la que la reina Letizia tiene varias prendas. Una de ellas, un vestido verde con estampado paisley que es, sin duda, el diseño más amortizado de su armario.

Los primeros outfits de Mary de Dinamarca en Vietnam ya nos han dado pistas de que este viaje va a ser un auténtico despliegue de su vestuario. Así, no tardábamos en ver un nuevo look, el escogido para las citas diurnas de la primera jornada de trabajo en el país aisático. Un vestido blanco de encaje de la firma Temperley London -también muy royal- que combinó con unos salones en color nude de Prada.

Y no podemos obviar el último estilismo de la heredera danesa, quizá una de las prendas más aplaudidas de su armario. Se trata de un diseño en color fucsia con estampado floral, cruzado y tipo kimono en el que no faltan aires orientales. Lo estrenó en 2018, para una de las celebraciones por el 50º cumpleaños del príncipe Federico, y lo rescataba este martes combinado con unos 'Manolos' en color mostaza para la cena de gala y la ópera con las que Vietnam y Dinamarca han celebrado medio siglo de relaciones diplomáticas. Una cita en la que seguro que estaba muy presente el personal recuerdo del príncipe Henrik.