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Máxima de Holanda: la historia del collar y la pulsera a juego imitación del Tutti Frutti de Cartier
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Máxima de Holanda: la historia del collar y la pulsera a juego imitación del Tutti Frutti de Cartier

La reina ha sacado del joyero real una de sus joyas más impresionantes, llena de diamantes, esmeraldas, rubíes y zafiros, que fue regalo de su esposo, el rey Guillermo

Foto: Máxima de Holanda, con su impresionante collar de piedras preciosas. (Cordon Press)
Máxima de Holanda, con su impresionante collar de piedras preciosas. (Cordon Press)

Máxima de Holanda ha vuelto a sacar las joyas en la segunda jornada de la visita de Estado del presidente de Italia, Sergio Mattarella, y su hija, Laura Mattarella. Los reyes holandeses estuvieron con ellos en el Concertgebouw de Ámsterdam disfrutando de la actuación musical de Beatrice y Ludovica Rana.

Para la ocasión, la argentina lució un vestido confeccionado en georgette de seda en color rojo de la firma Valentino que ya le hemos visto en otras dos ocasiones. En febrero de 2017 para la recepción con el presidente de Alemania en La Haya, cuando lo combinó con collar y pendientes de diamantes y rubíes. Y un año después, en mayo de 2018, durante su visita a Luxemburgo junto al rey Guilllermo Alejandro, cuando ya lo combinó con este collar tan colorido imitación del modelo Tutti Frutti de Cartier a juego con una pulsera.

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El vestido es un diseño de tipo túnica en un bonito color rojo que le sienta como un guante a la reina. Ahora lo ha combinado con zapatos burdeos de Gianvito Rossi y un clutch de Natan a juego en el mismo tono con una gran borla. Otras veces había combinado este espectacular vestido con otros complementos, sandalias de tacón y un bolso de mano diferente en cada ocasión.

placeholder Máxima llegaba junto a su marido para despedir al presidente italiano y su hija. (CP)
Máxima llegaba junto a su marido para despedir al presidente italiano y su hija. (CP)

Sí ha repetido por segunda vez el llamativo collar de piedras preciosas en tonos verdes y fucsias, que en 2018 combinó con unos pendientes largos de esmeraldas y en esta ocasión ha preferido llevar con pendientes más pequeños y discretos en forma cuadrada de brillantes. No se ha olvidado sacar del joyero real la pulsera a juego con el collar. Un conjunto comprado en Christie’s Amsterdam por su marido.

Son muchas las ocasiones en las que Máxima de Holanda ha demostrado que siente verdadera pasión por las joyas. En cualquier acto oficial, la argentina se engalana con numerosas alhajas, sin importar en muchas ocasiones que sean de grandes firmas o simple bisutería. La última gran joya que le hemos visto lucir a la esposa de Guillermo Alejandro es un impresionante collar realizado con piedras de distintos colores.

El collar que luce con tanto orgullo la reina de Holanda está formado por diamantes, esmeraldas talladas, rubíes y zafiros, y tiene pulsera a juego. La gargantilla guarda mucha semejanza con el collar Tutti Frutti que Cartier creó especialmente para la socialité Daisy Fellowes en los años cuarenta. Pero no es la misma, pues la de la argentina no es más que una copia (o inspiración) del original.

Fue Guillermo Alejandro, por aquel entonces príncipe heredero de Orange, quien adquirió las dos piezas en 2007 en una subasta de Christie's para regalárselo a su mujer. El collar le costó cerca de 32.000 euros mientras que la pulsera no llegó a los 29.000. En total, el ahora rey desembolsó 61.000 euros por estas joyas que, a pesar de ser imitación, se realizaron con piedras preciosas.

placeholder El conjunto de joyas formado por collar y pulsera. (CP)
El conjunto de joyas formado por collar y pulsera. (CP)

Máxima estrenó todo el conjunto durante la celebración del 40 cumpleaños de su marido en septiembre de 2007 y lo combinó con un vistoso vestido fucsia. La reina volvió a lucir el collar y la pulsera en una visita oficial a Omán realizada en enero de 2009 y repitió en 2016, para un concierto de ópera que se realizó en el Muziekgebouw de Ámsterdam en honor a los reyes belgas, quienes se encontraban realizando una visita de Estado a los Países Bajos. Para el evento, Máxima lo combinó con un vestido verde botella de Valentino que quedó totalmente relegado por esa impresionante gargantilla que guarda una historia de lo más interesante.

Mientras la argentina pasea la copia del Tutti Frutti, el paradero del original es todo un misterio. Cuando Daisy Fellowes falleció, sus familiares pusieron a la venta la joya, que se subastó de forma privada, y la identidad de los compradores es un enigma.

Cartier popularizó a principios del siglo XX este tipo de joyas que incluye piedras preciosas multicolores. El primer collar Tutti Frutti fue realizado en 1901 por Cartier para la reina Alexandra, cuyo marido, Eduardo VII, acababa de suceder a su madre como monarca. Según ha trascendido, necesitaba un collar que combinara con vestidos de colores brillantes hechos de tela de la India, y un collar que mezclaba diamantes con rubíes, esmeraldas y zafiros era la elección perfecta.

Una combinación ideal para el vestido rojo de seda largo de Valentino, de manga tres cuartos elegantemente drapeada y con capa en la espalda. Un diseño con el que Máxima quiso despedir al presidente de Italia y a su hija, que este viernes visitarán Maastricht y Heerlen durante su último día en Holanda.

Máxima de Holanda ha vuelto a sacar las joyas en la segunda jornada de la visita de Estado del presidente de Italia, Sergio Mattarella, y su hija, Laura Mattarella. Los reyes holandeses estuvieron con ellos en el Concertgebouw de Ámsterdam disfrutando de la actuación musical de Beatrice y Ludovica Rana.

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