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Cómo encajaría una 'nueva' hija del rey Juan Carlos en la línea sucesoria y cuál sería su herencia
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FAMILIA REAL ESPAÑOLA

Cómo encajaría una 'nueva' hija del rey Juan Carlos en la línea sucesoria y cuál sería su herencia

Tras conocerse que el rey Juan Carlos tiene una hija llamada Alejandra, planteamos qué ocurriría en el caso de que fuera reconocida

Foto: El rey Juan Carlos, con doña Sofía y las infantas Elena y Cristina. (Getty)
El rey Juan Carlos, con doña Sofía y las infantas Elena y Cristina. (Getty)

"La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos". Así reza el artículo 57 de la Constitución española en lo que se refiere a la sucesión de la Corona.

En el caso de que don Juan Carlos reconociera legalmente a Alejandra, la hija secreta del emérito, según recoge el libro King Corp., de José María Olmo y David Fernández, a la venta el próximo 8 de mayo, "con la Constitución en la mano, entraría en el orden sucesorio", revela a Vanitatis el historiador y autor Ricardo Mateos Sáinz de Medrano. La legislación española establece que todo legítimo heredero del exmonarca está en la línea de sucesión, por lo que, de dar el paso, Alejandra sí optaría al trono, por detrás de otros familiares.

placeholder El rey Juan Carlos, la reina Sofía, el entonces príncipe Felipe y las infantas Elena y Cristina, en el verano de 1990 en la Almudaina. (EFE)
El rey Juan Carlos, la reina Sofía, el entonces príncipe Felipe y las infantas Elena y Cristina, en el verano de 1990 en la Almudaina. (EFE)

Debido a que es la hija más pequeña de don Juan Carlos, Alejandra ocuparía el undécimo puesto en la línea de sucesión española. La primera, en la actualidad, es Leonor, a la que sigue la infanta Sofía. Van después la infanta Elena y sus hijos, que ocupan la tercera, cuarta y quinta posición. La infanta Cristina se encuentra en el sexto lugar, y a continuación vienen sus cuatro vástagos, Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin. Sería justo después de ella cuando vendría Alejandra.

Tal como desvela el libro King Corp., Alejandra es madre de un hijo, por lo que este también, como nieto del emérito, pasaría a formar parte de la línea de sucesión detrás de su madre, en el duodécimo puesto. Después de él vienen ya los Borbón-Dos Sicilias, hijos del difunto infante Carlos. No figuran en la línea las hermanas del rey Juan Carlos ni sus descendientes, ya que tanto Pilar como Margarita renunciaron a ello al contraer matrimonios morganáticos, es decir, con personas ajenas a la realeza, algo común en aquellos tiempos.

En otras monarquías, por ejemplo en Mónaco, es imposible que un hijo fuera del matrimonio forme parte de la línea de sucesión. De hecho, a pesar de que Alberto ha reconocido a dos vástagos, Jazmin Grace, fruto de su relación con Tamara Rotolo, y Alexander, de su breve romance con Nicole Coste, ellos no tienen derecho al trono, según Le Conseil de la Couronne. Tampoco Raphaël, hijo mayor de Carlota Casiraghi con Gad Elmaleh, figura en la lista, pues nunca llegaron a casarse, siendo el único nieto de Carolina que no figura en la línea.

placeholder Alberto, con su hija Jazmin Grace. (Reuters/Eric Gaillard)
Alberto, con su hija Jazmin Grace. (Reuters/Eric Gaillard)

En Bélgica tampoco se admiten hijos fuera del matrimonio en la línea de sucesión. La Corona belga se enfrentó hace unos años a una situación parecida, aunque su caso era distinto porque Delphine Boël, al contrario de lo que ha hecho hasta la fecha Alejandra, sí reclamaba sus derechos. La belga luchó durante años en los tribunales para conseguir que el rey Alberto la reconociera como hija, fruto de una relación extramatrimonial con Sybille de Selys Longchamps.

Fue en octubre de 2020 cuando al antiguo rey belga no le quedó más remedio que aceptar que Delphine era su hija después de unas pruebas de ADN, a las que le obligó a someterse un juez. A Delphine le otorgaron el título de princesa de Bélgica y el apellido Sajonia-Coburgo; sin embargo, no podrá estar nunca en la línea de sucesión al no haberse casado sus padres. Lo cierto es que la forma en que los miembros de la familia han acogido al nuevo miembro es ejemplar, y ahora acude a actos como la fiesta nacional o las bodas de sus nuevos sobrinos.

El rey Felipe tuvo un papel fundamental a la hora de llevar esta situación con naturalidad. Fue él el primero de la familia en reunirse con Delphine, publicando una foto de su encuentro. "El viernes 9 de octubre nos conocimos por primera vez en el castillo de Laeken. Fue un encuentro cálido. Esta larga y rica discusión nos dio la oportunidad de aprender a conocernos. Hablamos sobre nuestras respectivas vidas y áreas de interés compartido. Este vínculo se desarrollará aún más dentro del entorno familiar", aseguraba el monarca.

La herencia de Alejandra

Como su hija, Alejandra puede recibir parte de la herencia de don Juan Carlos de dos maneras. Si la reconoce, le tocará un tercio del total que se dividirá entre Elena y Cristina. Cabe recordar que don Felipe renunció en marzo de 2020 a la herencia de su padre tras conocerse sus problemas judiciales. Para alejarse aún más de los tejemanejes financieros de don Juan Carlos, el monarca tomó esta decisión y así la hizo saber mediante un comunicado oficial.

De no ser nunca reconocida, también es posible que, siguiendo lo que explican Olmo y Fernández en su libro sobre la buena relación que existe entre ellos, don Juan Carlos decidiese dejar en su testamento una parte de su gran fortuna a su cuarta hija.

"La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos". Así reza el artículo 57 de la Constitución española en lo que se refiere a la sucesión de la Corona.

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